La sindicatura de Central ejerce el gobierno del club hasta que asuman las nuevas autoridades. Si bien ese órgano es de carácter colegiado, Vicente Cuñado es el principal piloto de tormenta luego de la renuncia de los miembros de comisión directiva. “Esa noche huyeron todos y me tiraron todo el balurdo a mí”, recordó Cuñado haciendo referencia al domingo 23 de mayo cuando Central perdió la categoría. Y agregó: “Central es más grande de lo que muchos se imaginan y termina siendo un plantel de primera división metido en el Nacional B”.
Uno de los temas más cuestionados durante el gobierno de Horacio Usandizaga fue la compra del Real Arroyo Seco (hoy Country Canalla). “Arroyo Seco vale más que el patrimonio total que tienen algunos clubes de la ciudad de Rosario”, esbozó el síndico canalla.
En cuanto a la situación económica en la cual quedó el club después de la renuncia del Vasco, Cuñado aseguró: “El ex tesorero se comprometió entre mañana (por hoy) y el jueves en hacerme llegar un informe del estado económico del club para que yo se lo entregue a la junta consultiva”.
—¿Cuál es la situación actual del club?
—En primer lugar yo estoy agradecido a todas las agrupaciones políticas y a la gente de Cultura Canaya que hicieron posible que pudiéramos cumplir con el calendario electoral que fijó Fiscalía de Estado. El club está institucionalmente encaminado. Pero hay algunos que piensan que estamos de remate. Pero no estamos de remate.
—¿Quiénes piensan eso?
—Hay una mezcla entre gente de otros clubes, representantes que se creen que vamos a regalar nuestros jugadores. Están completamente equivocados. Las ofertas que han llegado ni las entramos a considerar por lo irrisorio de los montos. No preciso vender a ningún jugador para pagarle a nadie, el socio de Central tiene que quedarse tranquilo con esto. Este club es muy grande y hay tiempo suficiente para armar un plantel competitivo. La semana que viene se reintegran los jugadores y se hace cargo (José) Pascutini y la gente que trabaja con él. Y el 22 de junio me sentaré a hablar con los candidatos a presidente para hablar sobre si nos podemos poner de acuerdo o no.
—¿Van a tomar alguna decisión antes del 22?
—Sí. Si llega una oferta irresistible por algún jugador me sentaría con todos ellos. El tranvía no pasa dos veces. Además con el compromiso de que ese dinero no se afectaría para pagar deudas.
—¿Va a tomar alguna decisión con respecto al entrenador?
—Me parece más difícil. Se han manifestado posiciones muy encontradas que me parece que se hace difícil elegir al técnico. Yo quiero tener un técnico cuanto antes.
—Si la comisión consultiva se pone de acuerdo, ¿usted firmaría el contrato con un técnico antes del 22?
—Si se ponen de acuerdo daría ese salto al vacío. Ojalá que se pueda dar.
—¿Qué cosas tienen que darse para que se contrate un entrenador antes del 22?
—A mí me tienen que dar muestras de estabilidad. Yo le doy este ejemplo: Una agrupación habló de Pizzi y de Asad, otra nombró a Merlo. ¿Yo ante esa perspectiva puedo contratar a un técnico?
—¿Por cuáles jugadores llegaron ofertas?
—Hubo una de Lanús por Jonatan Gómez, es la única oficial que tenemos, la que se hizo de club a club y no la contesté porque me parece una falta de respeto. Después hay sondeos por Emilio Zelaya, Gervasio Núñez, Milton Caraglio, Guillermo Burdisso y Santiago García. Además un intermediario me dijo que Estudiantes también está interesado por Gómez.
—¿Cómo continúa esta etapa de transición?
—El 4 de julio va a haber un nuevo presidente. Hice lo posible para que haya unidad, pero me doy cuenta de que no la va a ver. Hay una cosa que nos une a todos que es Central, pero hay intereses contrapuestos. Habrá fusiones, la de (Gonzalo) Belloso indefectiblemente va a ser una de ellas por que él no puede ser candidato por una cuestión de antigüedad.
—¿Por qué no fue a la asamblea del viernes?
—Lo más importante era que la asamblea termine como terminó. Eso es lo más importante. Con Fiscalía de Estado se resolvió que la asamblea se hiciera de la manera en la cual se hizo.
—¿Cree que lo iban a insultar?
—Yo he ido a asambleas donde presenté una moción sólo contra todos los que estaban allí y no le tuve miedo a los insultos. Eso no me convierte en un guapo. Mi presencia podía haber sido motivo para darle pie a alguno a arruinar la asamblea.