Desde su cargo de director general del Senado de la Nación, Diego Sueiras lleva siete años trabajando en el entorno del senador Ernesto Sanz, hoy presidente del partido radical, apuntado por algunos como el tercer presidenciable del partido de Alem.
Desde allí participó de la “resistencia”, cuando parecía que la UCR “desaparecía” y ahora disfruta como pocos de la reconstrucción partidaria. En el plano local lo hace desde el Ateneo La R, institución que preside desde hace más de seis meses, y que integran, entre otros, Mario González Rais, Ignacio Mujica; Guillermo Lacroix y Mario Moretti.
Director del Instituto Nacional de Políticas Públicas del Comité Nacional de la UCR, donde se cuecen los planes programáticos del partido, Sueiras quiere un radicalismo que “sea fuerte en Rosario”, que “vuelva a estar en las calles”, y que fortalezca la presencia de candidatos rosarinos en la Legislatura provincial y el Congreso nacional. En la provincia apoya la candidatura del intendente de Santa Fe, Mario Barletta, pero en la ciudad no ve “un candidato que represente a todos”.
—¿Cuál es el objetivo del Ateneo La R en la ciudad?
—En Rosario lo que queremos es que el radicalismo se haga fuerte, que vuelva a estar en las calles y con la gente. Queremos volver a tener trabajo territorial. De las 27 seccionales que teníamos, el radicalismo se contrajo a un solo comité, y el comité departamental. Por eso hemos diseñado una tarea territorial, que utiliza nuestros referentes en los barrios para que actúen en el café, en la biblioteca, en la plaza, para que podamos debatir todos los temas en los diferentes puntos de la ciudad.
—La vuelta a la militancia.
—Sí, queremos revalorizar al presidente de la seccional, trabajar junto con ellos, y volver a recrear esa idea, que estuvo muy mal vista, de los famosos punteros. A los punteros se los veía como algo malo, pero también era una manera de que el político estuviera cerca de la gente.
—Más allá del trabajo territorial, las elecciones están muy cerca.
—A nivel nacional trabajamos en la candidatura de Ricardo Alfonsín. En la provincia tenemos definido apoyar a Barletta, una opción que nos permitirá fortalecer el Frente Progresista, porque creemos que el Frente se puede enriquecer con la posibilidad de que ahora le toque gobernar a un radical.
—¿Y a nivel local?
—En la ciudad estamos teniendo otro tiempo, diferente al de la provincia. No tenemos un candidato que nos sume a todos y nos quedan tres meses para trabajar en eso. Hoy el Ateneo La R está evaluando encontrar un mecanismo de diálogo para encontrar un candidato, y, si no se lograra, estamos evaluando tener un candidato propio. Nosotros, que venimos de la resistencia y tuvimos que tragar tantos malos tragos, tenemos la responsabilidad de que el radicalismo tenga la oportunidad de llegar a la gente con el discurso en el que nosotros creemos.
—¿Se ha debilitado la presencia de candidatos rosarinos en el Congreso nacional y en la Legislatura provincial?
—Rosario ha sido el lugar más golpeado después de la debacle radical de 2001. Ha perdido un montón de presencia. No fue considerado por el resto de los radicales de la provincia para equilibrar el poder dentro del Frente Progresista. Pero como los radicales estamos acostumbrados a ser fruto de nuestro propio esfuerzo, hoy tenemos la posibilidad de reorganizarnos, y lo hacemos cada uno desde su sector. Nosotros, desde Ateneo La R, tenemos que pensar en Rosario como una unidad política, donde hay que llegar a la gente. Y para lograrlo tenemos que tener políticas que estén coordinadas a nivel nacional, provincial y local.