La renuncia de la tercera concejala electa del PRO, Sofía Alarcón, abrió un gran interrogante sobré quién será finalmente el que ocupará esa banca en el Concejo municipal, tras la buena performance del PRO en Rosario en las últimas elecciones generales. Marcelo Ayimén, cuarto en la lista, salió a reclamar que se respete su lugar de primer reemplazante, frente a la casi unánime defensa del arco político, con integrantes de su partido incluidos, para que se respete el cupo femenino y sea María Julia Bonifacio, quinta en la lista, de origen Ucedé, quien asuma esa banca.
Marcelo Ayimén es un joven gremialista, de sólo 41 años, que maneja desde hace tres períodos el sindicato del Vidrio de Rosario. Lejos de justificar su pertenencia al PRO desde su lugar gremial, se presenta como un PRO puro, y dice haber tejido una relación con Mauricio Macri desde la época en la que era dirigente de Boca, siendo él presidente de una de las dos filiales del club xeneize en Rosario.
En diálogo con El Ciudadano, Ayimén desmintió que la concejala renunciante pertenezca al sindicato del Vidrio, y advirtió que sila Comisiónde Poderes del Concejo le rechaza el diploma acudirá ala Justiciaordinaria para denunciar “discriminación por ser varón”.
“Vengo trabajando con Mauricio desde hace muchos años. Yo lo conozco desde cuando él era dirigente en Boca, y yo era presidente de la filial de Boca en Rosario. Después me abrió las puertas del PRO, a mí personalmente. No es el sindicato del Vidrio el que está dentro del PRO; es Marcelo Ayimén. Yo tengo una agrupación con la que trabajo en la parte social, en los barrios, en los comedores, y estoy dentro del PRO a título personal”, se presentó el sindicalista.
—¿Alarcón pertenece al sindicato que usted lidera?
—No. La confusión viene porque nosotros salimos a apoyar abiertamente a la compañera. Es una militante social, maestra, pero no tiene ningún tipo de relación conmigo, ni laboral tampoco. Nunca trabajó en el sindicato del Vidrio. Ella es docente. Pero como nosotros la acompañamos en su trabajo social, ella siempre estuvo agradecida al sindicato.
—¿Se conocen de la militancia barrial?
—Es así, pero nada que ver con el sindicato del Vidrio. Si bien estoy rodeado de mujeres en el gremio –para que vean que estoy con el cupo femenino– Sofía Alarcón no tiene nada que ver con el sindicato del Vidrio.
—Decían que ella era de su entorno pero había quedado delante suyo en la lista por el cupo femenino.
—Yo quería ser número uno, no número cuatro. Yo me identifico con el PRO. Me dijeron que los dos primeros estaban ocupados, que tercera tenía que ser una mujer y quedé cuarto. Dada la circunstancia de que esta chica renuncia, bueno…
—¿Usted habló con ella después de la renuncia?
—Desde que renunció, no hablé nunca más con ella.
—El primer candidato a concejal dijo que no conocía a Alarcón. Es raro que no se conozcan entre sí.
—Bueno, yo a Bonifacio tampoco la conozco.
—¿Cómo se explica eso?
—Lo que pasa es que se cubren espacios políticos con todas las alianzas que se van armando. Esta chica (Bonifacio) quedó quinta y no peleó por ser tercera. Yo respeto lo que está haciendo. Ella cree que tiene un derecho que para mí no es así. Hablan del cupo femenino. Y yo lo respeto, y para mí tendría que ser del 50 por ciento. Pero yo tengo el certificado del Tribunal Electoral que me pone como concejal titular. Si no, cambiemos la ley.
—Si asume usted, ¿se viola el espíritu de la ley que habla del cupo femenino?
—No, si no hagamos dos listas. Una de hombre y una de mujeres, y que el número cuarto no exista más. Directamente hagamos una lista de hombres y otra de mujeres, y si se va una mujer entra una mujer, y si se va un hombre entre un hombre. No es así. Una vez que se oficializa y se proclama la lista, ya está.
Le doy otro ejemplo: en el Concejo hay 22 concejales. Si entraran 2 concejales de 11 partidos diferentes, no habría mujeres en el Concejo, pero el cupo femenino se respetó. No es así.
La gente votó para que entraran tres candidatos del PRO. Renuncia la tercera y tiene que entrar el cuarto. El cuerpo se arma como vota la gente.
—También es cierto que la renuncia de “candidatas testimoniales” podría ser una práctica habitual para respetar el cupo femenino en la forma pero terminar vulnerándolo en la práctica.
—El PRO es un partido que respeta el cupo femenino. Enla Legislaturaporteña hay más mujeres que hombres. En las elecciones anteriores nuestra primera candidata fue mujer.
—Usted me habla del partido pero los principales referentes defienden la posición de Bonifacio.
—Roy (López Molina) habla por él. Los referentes del partido son Mauricio Macri, Jorge Triacca y Miguel Del Sel, Los otros son chicos, concejales electos, que tienen una posición que yo también respeto.
—¿Miguel Del Sel lo avala?
—Totalmente. Ayer estuve con Mauricio Macri, con Jorge Triacca. Vamos a sacar un comunicado del PRO a nivel nacional, que me está avalando.
—¿Y qué pasa con el partido en el plano local? El diputado provincial electo Federico Angelini salió a pedir un PRO bien amarillo. ¿Eso excluye a la pata peronista?
—Es que yo no soy la pata peronista, yo soy PRO. En todos lados lo dije abiertamente. A Angelini lo vi el jueves pasado en la casa de Miguel Del Sel y él estaba totalmente conmigo. Estuve con Roy (López Molina) y con Alejandro (Roselló).
—Miguel Del Sel no salió públicamente a avalar su posición.
—Vamos a salir. Yo creí que no se necesitaba salir a aclarar una cosa que está totalmente clara para el Tribunal Electoral.
—De todas maneras, la decisión última sobre su caso será dela Comisiónde Poderes del Concejo.
—Yo voy a hablar con ellos. No tendría que hacer falta pero lo voy a hacer. Pero si no aceptan mi diploma, yo debería sentirme discriminado, por ser gremialista o por ser varón. Pero si a mí no me dejan acceder a una banca, sin violar ninguna ley, me estarían discriminando. No hice otra cosa más que hacer valer la ley Electoral.
—Bonifacio dice que si hubiera renunciado después de asumida no habría objeciones. Pero al renunciar antes dicen que habría que hacer valer el cupo femenino.
—Una vez que se oficializa la lista se terminó el cupo femenino. Después hubo una elección, se oficializó el escrutinio y se proclamó la lista. Se dieron todos los pasos. Después, esta chica, por problemas personales, renuncia. Entonces me corresponde ese cargo a mí. Yo no tengo ninguna duda.
—Supongamos que se reúne la comisión de Poderes del Concejo y le otorga la banca a Bonifacio.
—No lo puede hacer. Bonifacio sólo puede entrar si yo renuncio. Si nola Comisiónde Poderes no la puede nombrar. No es tema de su competencia, que sólo puede aceptarme, o no, como concejal.
—Supongamos que no lo acepta.
—Queda la banca vacía. No puede asumir otro porque el Tribunal Electoral me está diciendo que yo soy el concejal titular. Y después con mis asesores iremos ala Justiciaordinaria para que me expliquen por qué no me dejan asumir.
—¿Tiene algún reproche hacia adentro del partido?
—A mí me dicen que desde el partido salen a apoyar el cupo femenino pero no apoyan a ninguna de las dos partes.
—¿Qué le pereció la presentación que hicieron las concejalas en ejercicio en apoyo al cupo femenino?
—Me parece bien, pero nosotros respetamos el cupo femenino. En eso no tenemos ninguna duda.
—¿Cuándo sale el apoyo de Del Sel?
—Lo estamos preparando.
—Porque sería distinto a nivel partidario que el gran elector del PRO diga que está con usted.
—Yo caminé todos los barrios con Miguel. Y todos pueden recorrer las vidrierías y los barrios preguntando quién es Marcelo Ayimén.