Iván Alejandro Fontán, el joven acusado de arrojar la bengala que causó la muerte de Miguel Ramírez durante un recital del grupo La Renga, fue trasladado ayer vía terrestre a la ciudad de La Plata para ser indagado por la fiscal de la causa, Virginia Bravo.
En tanto, en esta primera etapa de la investigación, se lo acusa de “homicidio simple con dolo eventual”. Eso significa que no es excarcelable y, con esa acusación, afrontará penas que van de los 8 a los 25 años de prisión.
Además, Fontán admitió haberse mandado “una cagada muy grande”, vía SMS.
El joven de 26 años salió pasadas las 8 de ayer desde la sede de la DDI bahiense y fue trasladado en automóvil hacia la capital de la provincia de Buenos Aires.
En tanto, el jefe de la DDI de Bahía Blanca, comisario mayor Héctor Hugo Mouriño, informó ayer que “Fontán fue trasladado vía terrestre a La Plata porque las condiciones climáticas dificultaron en un primer momento por vía aérea”.
Al ser consultado sobre el allanamiento realizado en la víspera en la vivienda de Fontán ubicada en Ingeniero White, el jefe policial dijo que “se secuestraron elementos de valor importante que deberán ser periciados previamente y ser exhibidos en la forma que el Código de Procedimiento Penal lo indica”.
“Al momento que se estableció que este chico vivía en dicho domicilio se realizó una custodia a la espera de la orden de allanamiento emanada desde La Plata”, agregó el investigador a la prensa en la sede local de la DDI.
El jefe policial agregó que “al momento de la aprehensión el joven no dijo nada y estaba junto a su abogado oriundo de Bahía Blanca, quien estaba presente durante el allanamiento”.
Fontán fue demorado anteanoche por integrantes de la DDI La Plata junto con sus pares bahienses en el interior de la vivienda ubicada en la calle Lautaro 3192 de Ingeniero White, a siete kilómetros del centro de Bahía Blanca.
El joven de 26 años fue demorado bajo sospecha de ser quien arrojó la bengala durante el recital que La Renga brindó en el Autódromo de La Plata el 30 de abril último. Esa noche, la bengala impactó en el cuello de Miguel Ramírez, de 32 años, quien falleció el lunes último en el hospital de Melchor Romero, donde permanecía internado en estado grave, con muerte cerebral.
Cabe destacar que la sospecha la alimentó el mismo Fontán con los SMS que cruzó con sus amigos: “No digan que yo tiré la bengala”, le dijo a uno de ellos.