La frialdad de los números marca que la campaña que está realizando Central es mala. El equipo de Miguel Ángel Russo cosechó nada más que 8 puntos de 27 posibles, es decir que ya dejó 19 unidades en el camino.
La flojísima campaña obliga a sumar de a tres cuanto antes. Quedan 87 puntos en juego en la temporada, y está claro que para no tener problemas con el promedio en la tabla del descenso, los equipos que ascendieron en el presente año deben sumar a lo largo de las 38 fechas, alrededor de 50 unidades. Por lo que desde el próximo partido hasta el final deberá cosechar 42 unidades de 87 posibles, es decir que deberá obtener el 48, 27 por ciento de los puntos que restan por jugarse.
¿Por qué Central ya dejó en el camino 19 puntos? La principal respuesta es porque perdió mucho más de lo que ganó: 5 derrotas contra sólo 2 triunfos. Pero sin dudas la causa es que juega mal. Hace 5 encuentros que no gana (3 derrotas y 2 empates) y esta estadística no hace otra cosa que evidenciar una cuenta con números en rojo.
También es cierto que varios de esos 19 puntos que dejó ya en el camino fueron por errores arbitrales en contra: el penal inventado por Diego Ceballos contra Colón cuando el partido estaba igualado; el penal no cobrado por Mauro Vigliano ante Arsenal, y el penal que no cobró Fernando Rapallini el sábado ante All Boys. Si no hubiera sido perjudicado por estos tres árbitros, Central tendría 4 o 5 puntos más y la ecuación sería diferente.
Russo utilizó 22 jugadores hasta acá, y el único de los refuerzos que llegaron que no jugó desde el arranque fue Eduardo Ledesma, quien ingresó como marcador de punta en el partido frente a Colón en Santa Fe.
Pero el problema no parece ser de nombres, sino de funcionamiento. Fueron los mismos protagonistas que coincidieron en decir que lo hecho ante River en la segunda fecha fue de lo mejor que hizo el equipo en el torneo, a pesar de la derrota, lo llamativo es que hasta ahora no volvieron a repetir una actuación semejante. Más allá del buen encuentro que tuvieron contra Arsenal.
Flojo nivel individual
Además de que cuesta encontrar el conductor, llama la atención el flojo nivel individual que exhiben la mayoría de los futbolistas, varios de ellos de gran performance en el torneo pasado en la temporada de la Primera B Nacional.
Los dos únicos que se salvan son Mauricio Caranta, fundamental a la hora del ascenso, y el uruguayo Washington Sebastián Abreu, uno de los refuerzos que llegaron.
La defensa no da garantías
Russo, a lo largo de su carrera se ha destacado en armar equipo de atrás hacia delante. Sin embargo hasta ahora no ha podido lograr en este Central de Primera, la solidez defensiva necesaria. El Canalla defiende mal. Ha cambiado tenido que cambiar, por obligación el marcador de punta por izquierda (jugaron Delgado, Schulze y hasta Ferrari). Y en la zaga central realizó una modificación táctica que fue el ingreso de Lisandro Magallán por Franco Peppino, pero no le ha dado resultados.
El medio no funciona
El técnico probó varias formas de funcionamiento en la mitad de la cancha: con enganche, cuatro volantes en línea, un tapón y detrás de una línea de cuatro hombres y dos enganches. Sin embargo salvo los encuentros ante Quilmes, River y Arsenal, el mediocampo lejos estuvo de destacarse y sumó problemas que antes no tenía.
Nery Domínguez le está costando adaptarse a la Primera División, aunque tiene como atenuante que en varias ocasiones aparece muy solo para la contención.
Hernán Encina y Diego Lagos no profundizan por su sector como lo hacían en la temporada anterior. Y sus espaldas son una invitación para los rivales.
Conductor se busca
De cara al arranque del torneo, el entrenador se la jugó por Federico Carrizo para que sea el conductor. Pero a Pachi le pesó esa mochila y no pudo llevar a cabo la idea que tenía el técnico.
Luego puso a Matías Ballini (ante San Lorenzo) en esa posición y tampoco funcionó, más allá de que ese día su “misión” era marcar a Néstor Ortigoza.
Después se inclinó por Pablo Becker. El juvenil hizo un muy buen partido contra Arsenal, pero ante All Boys no pudo ni siquiera terminar el primer tiempo. Claro está que hoy la “Joya” no está para los 90 minutos.
Arriba también le cuesta
Sebastián Abreu es el goleador del equipo con 3 tantos (2 de ellos de penal). Carlos Luna tiene 2 (los que le hizo a Quilmes en el debut) y Franco Niell convirtió 1 (ante Gimnasia). Medina no marcó y Castillejos, con pocos minutos en cancha tampoco.
Pero más allá de las estadísticas hoy Central no tiene una línea ofensiva que genere “peligro constante”, lo que marca un poco contundencia.
No aprovechó la ventaja
Central jugó durante varios minutos de dos encuentros con ventaja desde lo numérico: ante Colón y frente a All Boys.
Ante el Sabalero jugó 50 minutos con un hombre de más por la expulsión de Bruno Urribarri; sin embargo no se trajo nada de Santa Fe.
Y frente al Albo estuvo 1 hora con un hombre de más y solamente se pudo traer un punto desde Floresta.
Claro está que en el fútbol argentino tan parejo por estos días, resulta inexplicable que un equipo no pueda sacar ventaja de esta situación.
Pelota parada, a marzo
Central no solamente no ha convertido ningún gol de tiro libre, de los 7 que convirtió, sino que no ha aprovechado los más de 55 tiros de esquina que tuvo a favor. Ya sea por errores de los ejecutantes o por incapacidad de los cabeceadores.
Conclusión
Es por todo esto que los problemas de Central no son sólo de números, es más, éstos son la consecuencia de un mal funcionamiento en lo futbolístico. Todavía falta mucho camino por recorrer, pero después de 9 fechas cuesta encontrar cosas positivas de cara a la efectividad que deberán tener los de Russo para torcer la historia antes de que sea tarde.