En el portal de empleos Trabajando.com se realizó una encuesta a más de 3 mil personas para conocer su opinión acerca de las relaciones amorosas dentro del ámbito laboral.
El lugar de trabajo es el eje central de la vida de millones de personas. La mayoría de los trabajadores pasan ocho horas del día en la oficina y es allí donde interactúan, se conocen más a fondo y comparten o resuelven conflictos emocionales, lo que puede llevar en determinado momento a despertar sentimientos amorosos.
Amores entre colegas, con supervisores o con subordinados, al parecer es cada vez más común entre los trabajadores argentinos. Parece tentador, sin embargo en la encuesta el 63% de los encuestados aseguró no estar de acuerdo con los romances entre compañeros de trabajo, mientras el 37% restante respondió que sí.
A la pregunta «¿Tuviste algún romance en el trabajo?», el 42% aseguró que jamás tendría una relación de ese tipo, y un 27% afirmó que no le importaría tenerlo. Interesante es el 14% que contesta que sí, pero que es una relación terminada, un 9% asegura que lo mantiene oculto y, formando casi un empate, el 8% confiesa mantener una relación dentro del ámbito laboral.
Las tendencias sobre amor en el trabajo no han cambiado demasiado respecto al año pasado. En ese momento la mayoría de los participantes coincidieron en que no les importaría tener un romance en el trabajo y otros afirmaron que jamás lo tendrían. En la nueva década un poco más de la mitad optará por los clásicos regalos de pareja. En 2009 el 41% de los encuestados recurrió a las habituales flores y dulces bombones.
Como esta encuesta está teñida de rosa, no podía faltar la pregunta ¿Son románticos los argentinos? El estudio señaló que el 56% de los argentinos son poco románticos en comparación con el resto de los latinoamericanos, el 37% restante declara a los argentinos como muy románticos y finalmente, el 7%, considera que no son nada románticos.
Estar enamorado es sinónimo de felicidad y buenos momentos, pero las cosas se complican cuando la relación es entre jefe y asistente. Cuando existe otro tipo de sentimientos en una relación de dependencia de cargos, puede ser más difícil mantener la objetividad en la evaluación de desempeño o evitar que se mal interpreten las oportunidades laborales de quien ocupaba un cargo menor.
“Lo importante es que no afecte el rendimiento y producción de los trabajadores o el clima laboral en el interior de la empresa. Frente a una relación establecida en una misma área lo ideal sería promover a alguna de las personas hacia otra gerencia o departamento para evitar conflictos”, aconsejó Pablo Molouny, Country Manager de Trabajando.com.