Sobreviviendo. De acuerdo con un estudio, los productores tamberos ponen en juego diversas estrategias que les permiten sobrevivir a los momentos críticos. En este contexto, la clave de la subsistencia está en la diversificación, la tecnología, la capacitación y la valoración de la mano de obra y el ambiente, entre otros factores.
En efecto, según una investigación de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta), la intensificación de la agricultura provocó una gran crisis en el sector lechero, por lo cual los tamberos santafesinos muchas veces idean nuevas estrategias para sobrevivir, como diversificar la actividad, incorporar tecnología, dar importancia a la capacitación, preocuparse por el bienestar de los trabajadores y de los animales, además de valorar el ambiente.
El trabajo se realizó en 2015 en el departamento San Jerónimo, departamento que forma parte de la Cuenca Central de Santa Fe, lugar donde, en la década del 70, había unos 700 tambos, un número que decreció abruptamente a principios del siglo XXI.
Según el trabajo de tesis de Luciano Martins, realizado en la Maestría en Extensión Agropecuaria de la Facultad de Ciencias Agrarias (FCA) de la UNL, ese remanente de tambos es heterogéneo según la intensidad en el uso del capital, de la tierra y del trabajo.
“Esta investigación corresponde a un estudio de caso con construcción de tipologías de acuerdo con un enfoque cualitativo, en el que se identificaron y describieron las estrategias generadas por los productores lecheros durante el período 1990-2014. Esas estrategias les permitieron consolidar su sistema productivo particular, adaptarse y permanecer en la producción láctea, en un contexto de cambio del sector agropecuario y en competencia con un proceso de intensificación de la agricultura, una actividad que precisa menos manos de obra que la lechería y por lo cual expulsa a las personas de la zona rural”, señaló Martins .
Grande, mediano y pequeño
En el trabajo, se describen tres tipos de productores: de capital grande, de capital mediano y de capital pequeño, una clasificación que se determinó por la cantidad de vacas que poseía el productor, la cantidad de leche entregada diariamente y la superficie que abarcaba el establecimiento lechero.
Para obtener los datos de sus estrategias, se entrevistó a informantes calificados: ingenieros agrónomos del distrito Gálvez que conocen en profundidad el proceso histórico-productivo ocurrido en la zona de estudio.
Luego, con la finalidad de obtener un conjunto de datos, tanto productivos como sociales, que den cuenta de cada empresa agropecuaria familiar y del productor, se utilizó en forma simultánea la doble técnica de encuestas y entrevistas en profundidad, las que se plasmaron productores lecheros de siete distritos ubicados en el sector oeste del departamento, ya que es allí en donde se concentra en la actualidad el mayor número de tambos.
Estrategias
De acuerdo con Martins, la mayoría de los productores diversificó sus ingresos por medio de una producción mixta, tambo más agricultura, lo que fue relevante para mantener un equilibrio de su manejo financiero en relación con los desequilibrios económicos ocurridos en el país.
Esto les permitió no ser desbalanceados y no tener que deshacerse de sus tambos. Del mismo modo, los tambos que lograron subsistir tuvieron que incrementar el número de animales y su productividad.
En este sentido, Martins precisó que la actividad lechera ofrece a los productores una mayor estabilidad productiva, económica y financiera respecto de la agricultura.
Y agregó: “La agricultura les permite subsidiar al tambo en determinados momentos y dar valor agregado a su productividad. Además, la permanencia y el crecimiento de los tambos fue posible también gracias a la incorporación de tecnologías de procesos más que de insumos”.
Al mismo tiempo, los productores incorporaron a profesionales que coordinen la aplicación de esas tecnologías, capacitaron a todo su personal y tuvieron la habilidad para formar un equipo de trabajo que lleve adelante la visión del establecimiento.
También dieron relevancia al bienestar de los tamberos y de su familia al otorgarles viviendas adecuadas con los servicios y los períodos de descanso necesarios, al ordeñe con el uso de nuevos sistemas más humanizados, al bienestar de los animales en relación con el manejo y con el trato, a la disposición de aguadas y sombras sobre sistemas pastoriles, y además, al cuidado del medio ambiente ya sea en la fertilidad del suelo, en la eficiencia del uso del agua, en el manejo y en el tratamiento de los efluentes.
Atributos
Los principales atributos que se conjugan en el desarrollo de estas estrategias son la visión emprendedora y de crecimiento; disposición a un enfoque de trabajo conjunto, integrado por su familia, por el tambero y su familia y por los profesionales intervinientes en el establecimiento; importancia otorgada a la gestión, a los registros y al análisis de los resultados en sus establecimientos; responsabilidad de conceder bienestar habitacional al personal del tambo y a su familia, el brindarles capacitación constante y el exigirles compromiso en su trabajo; la importancia de la dedicación de tiempo laboral de los profesionales en sus establecimientos; el valor de la participación en instituciones y grupos relacionados o no, con la producción lechera; el conocimiento de la información que hay disponible en los medios de comunicación, y el criterio de tener una visión constructiva de los procesos y de los cambios que se dan en la producción lechera a nivel nacional e internacional.
Finalmente, Martins señaló que “la permanencia y la postura de estos productores obtiene fundamento en el anclaje histórico lechero que tienen incorporado y es uno de los aspectos que da soporte a las estrategias implementadas, ya que hace las veces del espíritu que las crea y las impulsa para el logro de los objetivos y de las metas propuestas”.