Vecinos de 9 de Julio al 1200, en el centro de Rosario, se encontraron una escena desgarradora este jueves por la mañana: un gato moribundo que se arrastraba con una herida abierta en el estómago sobre la vereda, mientras que a unos metros otro color anaranjado yacía sin vida. Según contaron, los animales vivían en una edificación abandonada en el centro de la cuadra, y un envenenador anónimo, dispuesto a diezmar la población, utilizó métodos criminales. Por esa situación pidieron que el municipio intervenga el inmueble y ponga a resguardo los felinos.
Los residentes de la cuadra sostienen que los felinos sobreviven en precarias condiciones en una casona de pasillo sin habitantes a mitad de cuadra. Desde allí emanan olores nauseabundos debido a la falta de limpieza y el estado de abandono. Además, dijeron que los gatos se reproducen sin control. Quienes los alimentan son vecinos que pasan raciones de alimento balanceado y agua a través de una reja.
En ese marco, denunciaron ante las cámaras de Telefé Rosario que en las últimas dos semanas cuatro gatos murieron víctimas de envenenamiento, aunque no saben quién llevó a cabo esa tarea criminal.
El gato moribundo fue llevado por vecinas solidarias a un cirujano veterinario, sin muchas esperanzas de salvación. Por lo pronto, lo habían sedado para calmar el dolor, dijo una de las mujeres que se apiadó del animal callejero.
La casa abandonada está a la altura 1257; según contó gente que reside en la cuadra, el inmueble se encuentra abandonado hace años ya que la dueña se fue a España. En el fondo del pasillo abundan malezas, por eso solicitaron al municipio que tome cartas en el asunto, tanto por la salud de los animales y por los vecinos.
“Tiene que venir la Municipalidad, porque (la vivienda) es un desastre total, es una maraña de árboles y de cosas. Y hay como 10 gatitos más”, reclamó una mujer.
