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Tras seis meses, liberan en Mali a líder opositor y funcionaria secuestrados

Los rehenes Soumaila Cissé y la francesa Sophie Petronin quedaron en libertad luego de que las autoridades malienses dejaran libres a 180 yihadistas encarcelados. Firmes rumores aseguran que se trató de un intercambio

El líder opositor Soumaila Cissé fue liberado luego de más de seis meses desde su secuestro en Tombuctú, Mali, junto con la cooperante francesa Sophie Petronin, capturada el 24 de diciembre de 2016 en la ciudad de Gao.

Por otra parte, la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao), un grupo que nuclea a 15 países de esa región, comunicó ayer la eliminación de las sanciones impuestas a Mali como muestra de apoyo al proceso de restablecimiento constitucional, tras el golpe de Estado del 18 de agosto pasado que expulsó del poder al entonces presidente, Ibrahim Boubacar Keita.

Respecto de la liberación del líder opositor, fuentes citadas por el diario <Nord Sud Journal< y recogidas por la agencia de noticias Europa Press señalaron que Cissé “está libre”.

“Está en un avión con la otra rehén, la francesa Sophie Petronin. Salieron de Tessalit en dirección a Bamako”, agregaron los portavoces, sin que las autoridades del país se pronunciaran todavía oficialmente sobre el tema.

Excarcelaciones como parte de un intercambio

Las liberaciones llegan después de que las autoridades malienses liberaran durante el fin de semana a 180 yihadistas encarcelados, lo que desató los rumores de que estas excarcelaciones serían parte de un intercambio por el opositor.

Cissé, líder de la Unión por la República y la Democracia (URD), fue secuestrado el 25 de marzo cuando se encontraba haciendo campaña junto a su delegación en Niafunké, de cara a unas elecciones parlamentarias en las que consiguió revalidar su escaño.

En cuanto a la eliminación de las sanciones, la Cedeao destacó en un comunicado que “han tomado nota” del nombramiento de Bah Ndaw y Moctar Ouane como presidente y primer ministro de transición y de la publicación de la “hoja de ruta” para la transición revelada el viernes último.

El anuncio del organismo regional se dio a conocer un día después de que las autoridades malienses revelaran la composición del nuevo Ejecutivo, con militares en carteras clave como Defensa, Seguridad, Administración Territorial y Reconciliación Nacional.

Una hoja de ruta con limitaciones

La principal condición de los países vecinos de Mali para levantar las sanciones impuestas dos días después del golpe de Estado era que un civil ocupara el cargo de primer ministro de transición.

Respondiendo a la solicitud, el 27 de septiembre pasado, Moctar Ouane, de 64 años, que fue ministro de Exteriores entre 2004 y 2011 bajo la presidencia de Amadou Toumani Touré, fue nombrado primer ministro por el presidente de transición Bah Ndaw.

Dos días antes, Ban Ndaw, ex coronel y antiguo ministro de Defensa, y el líder de la junta militar que protagonizó el golpe de Estado del 18 de agosto, Assimi Goita, juraron como nuevos presidente y vicepresidente de transición, respectivamente.

Ndaw, coronel retirado de 70 años y fugaz ministro de Defensa en 2014, fue el nombre elegido por un consejo formado por más de 15 miembros, representantes de la junta militar, el Movimiento 5 de Junio, sindicatos, antiguos grupos rebeldes y la sociedad civil.

En caso de que Ndaw sufriera alguna causa de incapacidad para el cargo, Goita podría ser su sucesor.

Sin embargo, según la nota difundida por el organismo, la “hoja de ruta” limita las competencias de Goita y “retira las disposiciones que permitían que reemplazara al presidente”, subrayó el organismo, citado por la agencia de noticias AFP.

Además, ratifica el periodo de la transición en un máximo de 18 meses para convocar nuevas elecciones.

Levantamiento tuareg y golpe de 2012

La Cedeao encabezó esfuerzos de mediación en Mali desde que comenzaron las protestas convocadas por el opositor Movimiento 5 de Junio-Agrupación de Fuerzas Patrióticas (M5-RFP) contra Keita.

Las tensiones políticas en el país se agudizaron desde la reelección de Keita como presidente del país en agosto de 2018, en unos comicios marcados por numerosas irregularidades, según la oposición.

Mali tuvo un golpe similar en 2012 que creó un vacío de poder que permitió a grupos rebeldes y yihadistas tomar el control de ciudades clave del norte hasta que una operación militar dirigida por Francia, ex potencia colonial, expulsó a los insurgentes de los centros urbanos al año siguiente.

El golpe de 2012 comenzó después de que el ministro de Defensa de Mali, Sadio Gassama, diera un discurso sobre la situación en el norte del país, donde una revuelta independentista tuareg había puesto en jaque al gobierno.

Los militares, en su mayoría jóvenes, se amotinaron, tomaron las armas y comenzaron a disparar al aire, aún en presencia del ministro, que se vio forzado a abandonar el acuartelamiento, en tanto que los amotinados emprendían la marcha hacia Bamako.

El grupo independentista tuareg Movimiento Nacional de Liberación de Azawad había protagonizado una rebelión armada para exigir la autodeterminación del norte del país.

A partir de allí decenas de personas fueron asesinadas y casi 200 mil se vieron obligadas a abandonar sus hogares buscando refugio en otras partes del país o en los estados vecinos.

Este movimiento tuareg, creado a finales de 2011, se levantó en armas exigiendo la autodeterminación de la parte septentrional de Mali, que limita con Mauritania, Argelia, Níger y Burkina Faso.

En la actualidad, el norte de Mali sigue siendo uno de los principales refugios en la región de sectores pertenecientes a Al Qaeda en el Magreb Islámico.

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