La Argentina busca sumar a Corea del Sur a la lista de posibles candidatos para desarrollar sus proyectos nucleares de construcción de una cuarta central y la prolongación de la vida útil de Embalse Río Tercero.
En esa línea el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, y su par de Economía del Conocimiento de Corea del Sur, Choi Kyong Hwan, firmaron en Seúl un convenio de cooperación nuclear.
Por este acuerdo, el gobierno argentino invita a la firma Korea Electric Power Corporation (KEPCO) a iniciar conversaciones con Nucleoeléctrica Argentina (NASA) y la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) para el desarrollo de un programa que incluya el desarrollo tecnológico de la cuarta central nuclear y la extensión de la vida útil de la central nuclear de Embalse Río Tercero.
El convenio, según De Vido «da un marco de contención a los trabajos que vienen realizando técnicos de ambos países» y explicó que «Argentina está haciendo un cuadro comparativo entre cada uno de los posibles proveedores, entre los que compiten empresas de Francia, Rusia, China, Estados Unidos y ahora se suma Corea del
Sur».
Al respecto añadió que después de reunir la información de cada fabricante, se realizará una comparación tomando en cuenta la excelencia tecnológica, la experiencia en la construcción de reactores, la seguridad, la transferencia de tecnología y el financiamiento ofrecido.
La prolongación de la vida útil de la Central Embalse es parte del Plan Nacional de Desarrollo de la Energía Nuclear presentado por el Gobierno en el año 2006, y que incluye la terminación de Atucha II y la construcción de otras dos nuevas centrales.
Embalse entró en servicio en 1984, y aporta al Sistema Interconectado Nacional (SIN) unos 600MW (megavatios) y ahora se proyecta extender su vida útil por otros 30 años.
En su momento, el país optó y desarrolló una línea tecnológica de reactores de potencia sobre la base de combustible con uranio natural y con agua pesada.
En el caso de la construcción de una nueva central el Gobierno empezó a considerar la diversificación hacia tecnología de reactores de potencia con combustibles sobre la base de uranio de bajo enriquecimiento y moderados con agua liviana, sin resignar por ello la línea tecnológica actual.
Pero para definir la tecnología a adoptar el Gobierno considera condición indispensable, para tomar esa decisión, la transferencia de tecnología, la fabricación en el país del combustible nuclear y la participación mayoritaria de la industria local.
Hasta el momento no se conocen precisiones para la construcción de la cuarta central nuclear, aunque los especialistas especulan que no tendrá la misma tecnología que poseen centrales nucleares del país Embalse, Atucha I y Atucha II, esta última en proceso de terminación.
A partir del 2003 la economía argentina viene creciendo fuertemente y ahora necesita diversificar su matriz energética, y apuesta al desarrollo de la energía nuclear, en la que es pionera en la región, y cuenta además con más de 50 años de reconocido prestigio a nivel mundial.
En esa línea, la semana próxima el ministro De Vido y la titular de la CNEA, Norma Boero, participarán en Viena en la reunión de Gobernadores de la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA) y suscribirán un acuerdo de coooperación tecnológica nuclear con la India.
Esta firma tiene particular importancia porque la India cuenta con varios reactores de potencia de uranio natural (CANDU VI) similares al de Embalse, que se busca repotenciar.