La realizadora chino-estadounidense Chloé Zhao es, por su labor en Nomadland, la gran favorita para llevarse la estatuilla en el rubro mejor dirección de los premios Oscar de este domingo, en una edición en la que la Academia de Cine de Hollywood incluyó por primera vez en 93 años a dos mujeres entre las cinco nominaciones de la categoría.
Si se cumple la tendencia, ya que la directora nacida en Beijing arrasó en los principales eventos que preceden al Oscar y se llevó su premio en los Globo de Oro, en los Critics’ Choice, en los Bafta británicos y en los que entrega el Sindicato de Directores, Zhao se convertirá en apenas la segunda mujer en llevarse el galardón en toda la historia del mayor premio de la industria del cine.
La única que consiguió ganarlo hasta el momento es Kathryn Bigelow por Vivir al límite (2008), y antes de esta edición, en la que también fue nominada la británica Emerald Fennell por Hermosa venganza, sólo otras cuatro mujeres fueron alguna vez nominadas: Lina Wertmüller (Pascualino Siete Bellezas, 1975), Jane Campion (La lección de piano, 1993), Sofía Coppola (Perdidos en Tokio, 2003) y Greta Gerwig (Lady Bird, 2017).
Nomadland es el tercer largometraje de Zhao, un drama que ofrece a través de Fern (Frances McDormand) una mirada al fenómeno de miles de adultos que, expulsados del sistema tras la crisis de 2008, se lanzan a las rutas de Estados Unidos a una vida nómada en busca de oportunidades laborales.
En un gran ejercicio artístico, la cineasta consiguió construir con sensibilidad una atmósfera tanto delicada como introspectiva narrativa y estética, que se acerca con un enfoque casi documental a la forma de vida de los nómades desde las emociones y conflictos que surgen frente a ese intenso cambio.
Zhao podría alzarse además con otros tres premios Oscar en los rubros de mejor película, guion y edición.
Emmerald Fennell, por su parte, espera expectante lo que algunos críticos especializados tímidamente vaticinan como “posible sorpresa”.
Conocida principalmente por su carrera delante de cámaras, que incluyó papeles en La chica danesa de 2015 y en la exitosa serie The Crown como Camilla Parker-Bowles, Fennell llamó la atención de todos con su debut como directora en un largometraje.
En Hermosa venganza, la directora aborda la temática del machismo desde una óptica distinta a la que se vio durante los últimos tiempos en el cine, y decidió ubicar a la protagonista en un rol de heroína furiosa, implacable y vengativa contra aquellos varones que violentan a las mujeres de diferentes maneras.
En su propuesta, con un tono de comedia negra y de la mano de una brillante Carey Mulligan, la protagonista es una joven intrigante y rodeada de un halo de oscuridad decidida a darle cada noche una lección a los hombres, de a uno por vez.
El único de los cinco candidatos en la categoría que prácticamente no necesita presentación es el estadounidense David Fincher, que con Mank recibe su tercera nominación a la mejor dirección en los Oscar. Antes fue reconocido por El curioso caso de Benjamin Button (2008) y Red Social (2010), aunque en aquellas oportunidades se fue con las manos vacías.
El también realizador de las taquilleras Pecados capitales y El club de la pelea pone su conocida precisión de relojería a la hora de filmar (y que conduce a numerosas repeticiones y jornadas extenuantes) al servicio de la historia de Herman Mankiewicz, el guionista de la revolucionaria El ciudadano de Orson Welles.
Protagonizada por Gary Oldman, la cinta estrenada directamente en Netflix propone un homenaje, acaso más valorado por el cinéfilo que por el espectador medio, por parte del cine del siglo XXI a la cinta señalada como “la mejor de todos los tiempos”.
En tanto, más atrás en las predicciones de las casas de apuestas llega el danés Thomas Vinterberg con su cinta Otra ronda, de su autoría, que sigue a cuatro amigos profesores de secundaria que ponen a prueba la teoría de que mejorarán sus vidas si mantienen un nivel constante de alcohol en la sangre.
Es la primera nominación para el director de La cacería, aunque muchos creen que ésta debería haber llegado hace tiempo; el danés lleva 12 largometrajes y cosecha elogios de forma habitual en suelo europeo.
Su nominación, y la firme candidatura de la cinta en el rubro de mejor película internacional (antes denominada “en Idioma Extranjero”), dan cuenta de una profundización en ese lento cambio que lleva la Academia en los últimos años en su mirada sobre el cine no estadounidense.
Cierra el grupo de candidaturas el cineasta norteamericano de familia coreana Lee Isaac Chung, que llamó la atención de la crítica por su film de corte autobiográfico Minari, ambientado en los 80, hablada mayormente en su idioma natal.
En la cinta, Chung visita de manera ficcional su propia historia de niñez en Arkansas, con un tono conmovedor que celebra la inmigración y es capaz de superar las esquirlas del evidente choque cultural.
Luego de las enormes críticas que la Academia tuvo que enfrentar en la última década, y más allá de cuál sea el resultado en el Dolby Theatre de Los Ángeles este domingo, la categoría de mejor dirección, con cuatro debutantes, dos mujeres nominadas a la vez y dos realizadores de origen asiático, parece haber sido tomada como testimonio de los aires de cambio que soplan en Hollywood.