El gobierno nacional acordó con los movimientos sociales destinar unas 70.000 vacunas para inmunizar a los colaboradores de los comedores y merenderos populares, a fin de evitar el cierre de esos espacios y garantizar la llegada de alimentos a los sectores más necesitados.
A partir de esa medida sanitaria se organizó el cronograma de vacunación en el contexto de pandemia, que desde el año pasado afectó a varios de los más de 1.200 comedores por contagios de muchos de sus dirigentes, que en algunos casos hasta perdieron la vida.
En ese contexto, la ministra de Salud, Carla Vizzoti, diagramó cómo se llevará a cabo el proceso de vacunación durante una reunión que mantuvo con Dirigentes del Movimiento Evita y de Barrios de Pie, tras el pedido que le hicieron al presidente Alberto Fernández.
De esta forma, el Gobierno Nacional y los movimientos sociales buscan evitar el cierre de los comedores, una preocupación constante en medio de la crisis sanitaria, que se suma al pedido «urgente» para que la comida llegue a los barrios populares.
La solución al reclamo se dio tras un planteo que se evaluó en la Casa Rosada a solicitud del ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo.
En ese sentido, fuentes del gobierno indicaron a NA que «la inmunización» de los trabajadores de los merenderos y comedores trasciende la «lógica epidemiológica» por su «importancia social», al garantizar que miles de familias de sectores carenciados reciban sus alimentos a diario.
La dirigente social de «La Garganta Poderosa» Ramona Medina, que falleció el año pasado sin que aún hubiera vacuna, se convirtió en una de las primeras víctimas del coronavirus, mientras se desempeñaba en La Casa de las Mujeres en la Villa 31.