“Actitudes reaccionarias y antidemocráticas”. Así coincidió un amplio abanico educativo, social y político que este miércoles salió a repudiar, con la firma del rector de la Universidad Nacional de Rosario, Franco Bartolacci, y del ministro de Justicia, Derechos Humanos y Diversidad de Santa Fe, Roberto Sukerman, en primer término, las expresiones volcadas por un grupo de padres y madres de alumnos del Politécnico. En plena segunda ola de la pandemia de coronavirus, convocaron a una movilización de protesta este lunes por la noche, con concentración en avenida Pellegrini y Ayacucho para reclamar más “presencialidad”. Y colgaron y portaron carteles llamando “dictador” al director, Juan Farina, el primero en haber sido electo en forma democrática para estar al frente de la institución.
“Ningún desacuerdo puede justificar expresiones antidemocráticas de tal magnitud, contrarias a los valores de nuestra Universidad pública, gratuita, reformista y pluralista”, dice el párrafo final del texto de repudio emitido este miércoles con la firma de docentes, no docentes, graduados, estudiantes –y también madres y padres– del Instituto Politécnico Superior, a la que se sumaron profesoras y profesores de otras facultades de la UNR, dirigentes políticos, sociales y de derechos humanos, entre más. La adhesión incluyó a “decanxs, vicedecanxs, directorxs, vicedirectorxs y jefxs” en funciones en la Universidad, como el la decana de la Facultad de Psicología, Soledad Cottone; su par de Ciencias Médicas, Jorge Molinas; el de Humanidades y Arte, Alejandro Vila; de Odontología, Héctor Masia; de Veterinaria, Mariano Gárate; de Ingeniería, Graciela Utges; de Arquitectura, Adolfo del Rio, en una lista de adhesiones que exponía un alto nivel institucional. Concejales como Eduardo Toniolli y Norma López, la diputad nacional Patricia Mounier, la diputada provincial Matilde Bruera, el titular de Amsafé Rosario Gustavo Teres; el Secretario General de COAD, docente y graduado IPS, Federico Gayoso; CTA Rosario, Paulo Juncos; Sadop Rosario, Martín Lucero; Ctera, Sonia Alesso estuvieron entre las figuras públicas que se sumaron al documento que expresó, más que un desagrado, una advertencia sobre un ataque de gravedad institucional.
“Salvemos al Poli de la política”, “Educación sí, política no”, formaron parte de las consignas de la protesta del lunes 26, que, así, claramente respondía a un criterio e incluso a un sector político.
También el centro de estudiantes del Politécnico salió a respaldar al director, blanco del grupo de madres y padres que ya había convocado a otras protestas por más presencialidad desoyendo advertencias sobre la extrema situación –ahora peor que nunca– en la Salud Pública y privada de la ciudad.
“Repudiamos la actitud antidemocrática de catalogar como dictador a Juan Farina, actual director del IPS. Tildar de dictador al primer director elegido democráticamente por la voluntad popular de los cuatro claustros de la universidad (estudiantes, docentes, no docentes y graduadxs), y siendo el Poli la primera unidad académica de la UNR en hacerlo a través del voto directo es desconocer la democracia que hemos construido y desconocernos como sujetos políticos y ciudadanos universitarios”, señala el comunicado del centro de estudiantes, que tildó de “inadmisible” utilizar términos como dictador o referencia a la dictadura “sin medir la connotación histórica”, que representan en la Argentina y en el mundo. De hecho la nota recibió también las adhesiones de organismos de derechos humanos y de familiares de víctimas de la represión desatada por el golpe de Estado de 1976 –del que hace apenas poco más de un mes se cumplieron 45 años– como Documenta Baigorria, Hijos por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio, Colectivo Nacional de ex Presos políticos y Familiares de detenidos y desaparecidos por razones políticas y gremiales.