Norma Vega es una de las 20 mujeres que conforman la Cooperativa de Trabajo Encuentro. Emprendedora desde hace más de 30 años, asegura que no se imagina trabajando en otro lugar que no sea en una cooperativa y junto a compañeras productoras. Valora el desarrollo de talleres e instancias de capacitación que les ofrece el Municipio, como el ciclo Juntas Hacemos Economía, y sostiene que “producir acompañada de alguien es mucho mejor, sola en muy difícil”.
“Cuantas más seamos y más miremos para adelante juntas, más va a funcionar. Si yo tuviera que tener mi emprendimiento sola, no funcionaría; no podría ni producir ni comercializar”, asegura Norma en el local que la cooperativa alquila en el Espacio Sahuira (Alvear 576) y donde funciona el negocio Los Soles, a través del que comercializan de lunes a sábado los productos de todas las emprendedoras que la integran, tanto sean socias como invitadas.
Creada en 2006, la cooperativa llegó a contar con hasta 23 socias y durante más de 10 años ocupó un amplio local en calle Corrientes al 400. Allí funcionaba, además del propio espacio de comercialización, un lugar para capacitación y charlas, y hasta un hostel en la planta alta. En ese espacio también se dictaban talleres del programa municipal Rosario Emprende. “Después cada una tuvo demandas diferentes y habíamos quedado pocas, por eso tuvimos que dejar el espacio”, lamenta Norma, aunque rescata que el espíritu de la cooperativa siempre se mantuvo vivo y rápidamente se incorporaron nuevas compañeras.
En la actualidad, los productos de estas 20 emprendedoras -14 socias y 6 invitadas- que incluyen textil, bijouterie, licores, encurtidos, chocolatería, juguetes, ropa interior y cartucheras, también se pueden conseguir los fines de semana en el Almacén de las Tres Ecologías (Pte. Roca y el río) y en el Mercado de Frutos Culturales (Galpón 17 de la franja del río). “Somos una organización firmante de las Tres Ecologías”, aclara, con orgullo, la mujer que hace más de tres décadas inició su camino como emprendedora de la economía social.
“Empecé a hacer toallitas de niños, batitas, camisetitas, y vendía en el Hospital de Niños Zona Norte a las compañeras mamás que íbamos al hospital”, recuerda Norma sobre sus inicios en la década del 90. “Después sumé a una organización que se llama Obra Kolping Argentina que trabaja con emprendedores a nivel nacional. Participaba de un costurero comunitario en Fisherton y empezamos a trabajar con otras mujeres del barrio colectivamente y me di cuenta que es lo que me gusta”, relata.
En 2001 fue fundadora de una cooperativa que se denominó Centro de Comercio Solidario. Años más tarde, en 2005, sufrió una pérdida irreparable: falleció una de sus hijas. El duro golpe la mantuvo alejada de su pasión por un tiempo, pero más tarde fue convocada, por su trayectoria y experiencia, a trabajar en la flamante sección de Economía Social que se creaba en el municipio.
“Me llamaron para convocar a emprendedores en La Toma cuando se estaba armando esa área nueva. Ahí conocí a las chicas con las que conformamos la cooperativa, ellas formaban parte de Cáritas, y empezamos a trabajar juntas. Estuve un año y medio en Economía Solidaria y opté por quedarme en la cooperativa”, menciona.
Norma se sumó a la cooperativa desde sus inicios y, definitivamente, encontró su lugar. “Me encanta trabajar con mujeres, me encanta ser productora”, asegura con emoción, y agrega, entre risas, que una vez intentó trabajar en un taller de costura formal y a las dos horas se fue. “Estabas de espalda a tu compañera, y para mí era horrible, en un entrepiso donde no había ventanas. Entré a las 7 y a las 9 me fuí”, cuenta.
“Yo no me veo en otro lado que no sea dentro de una cooperativa, trabajando con mujeres y siendo productora. Soy dueña de mi tiempo, de mi dinero y de hacer lo que me gusta, que es lo que estoy haciendo; me encanta compartir, me encanta escuchar a las mujeres”, expresa con total convicción.
«Producir acompañada de alguien es mucho mejor»
Norma y otras tres compañeras de la cooperativa participan actualmente en el ciclo de charlas Juntas Hacemos Economía, que es organizado por la Municipalidad de Rosario y está dirigido a mujeres emprendedoras. El primer encuentro de este año tuvo lugar de manera presencial en marzo, en el Teatro La Comedia, en tanto el segundo se concretó online en abril. En relación a este último y debido a la alta cantidad de asistentes (alrededor de 100 emprendedoras), la charla debió desdoblarse y se desarrolló en dos reuniones virtuales.
“Fue una charla sobre el tiempo que nosotras nos damos, el tiempo de producción, el valor del producto, el valor de la hora”, remarca Norma acerca del último encuentro, y señala además que, en la primera edición del ciclo a cargo de la Subsecretaría de Economía Social en 2019, ella y sus compañeras de camino participaron exponiendo la experiencia de la cooperativa.
“A veces una como productora en su domicilio no tiene las horas contadas de producción, porque una va y viene, corta, cocina, limpia. Entonces esto te ayuda a focalizar en tu proyecto productivo sobre cuántas horas vas a producir. Yo produzco de las 6 de la tarde a las 2 de la mañana, que es en el horario donde no me llaman ni me buscan. Ese es el horario que yo me puse de producción”, añade la emprendedora.
La mujer valora positivamente estas instancias de capacitaciones impulsadas por el Municipio. “A mí me aporta un montón saber qué le pasa a la otra, cuáles son las vivencias, cómo se siente, y hacerla sentir que no está sola, que ella tiene que buscar cómo crecer, cómo producir”, dice, y afirma: “Producir acompañada de alguien es mucho mejor, sola es muy difícil; cuando es algo colectivo cuesta menos y lo hacés con mucha satisfacción”.
“Una también tiene que hacerse a la idea de que no va a vender sólo los suyo, sino también lo de su compañera. No es que la otra está compitiendo, sino que está sumando al proyecto, y es lo que a veces nos cuesta ver, que la otra productora viene a fortalecernos”, reflexiona.
A partir de los contactos generados en el ciclo de charlas, un grupo de emprendedoras que se interesó en la experiencia de la Cooperativa de Trabajo Encuentro visitó esta semana el local de comercialización Los Soles, para interiorizarse del trabajo de sus integrantes. «Nos gusta que quieran conocer la cooperativa y que quieran escucharnos, porque vienen a escuchar cómo formamos una cooperativa, cómo la llevamos adelante y cómo la sostenemos», indica Norma.
En ese marco, la emprendedora resalta que le parecen muy valiosos estos espacios de encuentro y capacitación, y concluye: “Hay que tejer redes, las mujeres estamos tejiendo redes, pero todavía nos falta fortalecernos y empoderarnos. Hay que tener confianza en que otra venda lo mío, eso nos está faltando”.
Más sobre el ciclo
Del ciclo Juntas Hacemos Economía participan más de cincuenta emprendedoras que llevan adelante emprendimientos individuales y/o colectivos y que se encuentran vinculadas al programa Rosario Emprende de la Subsecretaría de Economía Social, dependiente de la Secretaría de Desarrollo Humano y Hábitat, a través de los cursos de capacitación y de las ferias de la ciudad. Abarcan diferentes rubros y actividades, entre ellas elaboración de productos alimenticios, diseño de indumentaria, artesanías y decoración.
Desde marzo y hasta octubre, cada tercer lunes del mes se llevan adelante los encuentros, en los que se trabajan temáticas que interpelan a las participantes en su condición de mujeres, emprendedoras y trabajadoras de la economía social, con el objetivo de vincularlas en red para que articulen entre sí. “La agenda de temas se va construyendo con el aporte de las distintas áreas involucradas, y también a partir de la escucha a las protagonistas del ciclo, ya que las propias mujeres van planteando en cada charla cuáles son los temas que les interesan”, explica la directora de la Escuela de Emprendimientos Sociales, Marta Sánchez.
En cada charla hay una o un invitado, o bien alguien de la Escuela de Emprendimientos, para desarrollar el tema específico del mes, por lo que en cada oportunidad se invita a mujeres emprendedoras que puedan estar interesadas en esa temática puntual. La dinámica es de charla taller, con un tiempo de exposición y otro reservado a preguntas, debates e intercambio. Desde el segundo encuentro la modalidad adoptada es la virtual, y así se dictarán los siguientes hasta que el contexto Covid permita recuperar la presencialidad.
«En cada ocasión se demuestra mucho interés. Las mujeres de cada grupo que están participando se siguen vinculando, siguen articulando, compartiendo experiencias, pasándose información», menciona Sánchez.
Estas jornadas apuntan a generar el intercambio de experiencias, reflexión y debate entre mujeres en torno a problemáticas transversales de las trabajadoras que tienen emprendimientos en el marco de la economía social y solidaria, desde una perspectiva de género. Asimismo, busca reflexionar y debatir acerca del trabajo entendido en un sentido amplio, revalorizando el rol de las mujeres en sus emprendimientos y en la sociedad, e identificando los estereotipos de género que condicionan el desarrollo y el potencial de las mujeres.
Finalmente, se pretende generar instancias colectivas y comunitarias entre mujeres fortaleciéndolas para el ejercicio de sus derechos, en sus emprendimientos y en las tramas asociativas, en el ámbito barrial y/o comunitario en el marco del contexto actual.