A cuatro años de la muerte de la docente María de los Ángeles Paris, sus familiares y allegados reclaman y piden justicia en torno a una causa con cinco policías imputados que no están apartados en la actualidad de sus cargos. El lunes pasado, 3 de mayo, al cumplirse un nuevo aniversario, Erika Salazar, su hija, junto a un grupo reducido de personas, para mantener los protocolos de la pandemia, se presentaron ante los Tribunales provinciales: no hablaron con nadie y esperan el día del juicio. Antes se tiene que dar una audiencia preliminar que aún no tiene fecha fijada.
“El pedido de justicia lo hicimos poca gente, para no convocar a más personas, seguimos exigiendo justicia, los cinco policías imputados no están apartados de sus cargos”, enfatizó la muchacha de 22 años en diálogo con El Ciudadano y recordando a su mamá, que tenía 46 años en el momento de su muerte.
María de los Ángeles Paris era bibliotecaria. Trabajaba en dos lugares. Por la mañana, en la biblioteca de la escuela Gurruchaga, y por la tarde, en la Escuela Técnica Nº 464. El 3 de mayo de 2017 falleció dentro de la seccional 10a de barrio Alberdi.
“Todavía no sabemos cómo llegó a la comisaría, no está en el radio de donde vivíamos. Hay testigos que vieron cómo policías la agarran del cuello y los pelos a mi mamá hasta entrarla en la seccional. La asilaron y privaron ilegítimamente de su libertad, la golpearon, la torturaron y la terminaron matando”, afirmó Erika, única hija de María de los Ángeles.
En 2017, cuando falleció la mujer y le realizaron la autopsia, la investigación tenía la carátula de muerte dudosa ya que los estudios determinaron «muerte natural».
Erika explicó que ella y otros familiares tuvieron acceso a las fotos de su madre sin vida, sin ropa y tendida en el piso de la seccional 10ª. “Vimos las marcas en su cuerpo. Solicitamos segunda autopsia y se constataron los malos tratos que sufrió aquella noche”, señaló.
Versiones
El 3 de mayo de 2017, María de los Ángeles Paris, llegó cerca de las 21 a la comisaría de Darragueira 1168, en la zona norte. Según las versiones oficiales, llegó para hacer una denuncia por robo. Una hora más tarde, la mujer falleció por razones que al día de hoy no están claras.
En su momento se habló de “brote psicótico”, sin que ningún especialista la hubiera diagnosticado y “muerte natural”. Después, eso se puso en entredicho: su cuerpo presentaba marcas de agresiones físicas. Hay cinco imputados a la espera de un juicio: el comisario Silvio Cortes y la suboficial Susana Domínguez, por homicidio preterintencional (es decir que tuvieron intención de causar un daño o lesiones que terminaron causándole la muerte) e incumplimiento en los deberes de funcionario público mientras que los agentes Damián Zalazar, Silvina Gianotti y Andrea Allovatti por incumplimiento de los deberes de funcionario público.
Gracias a su familia que investigó más allá se logró realizar la segunda autopsia, según la cual su muerte fue causada por diferentes lesiones.
Acto homenaje
Junto con el gremio docente Amsafé, Erika contó que se realizará un acto homenaje con donación de libros en la biblioteca que lleva el nombre de su madre en la escuela Gurruchaga. “Ellos van a donar libros, todavía no hay fecha porque por las restricciones en la provincia las escuelas estuvieron sin clases presenciales”, relató Salazar.
Emotivo: la biblioteca de la Gurruchaga ya se llama María de los Ángeles Paris