Marcelo Dip tenía 50 años, toda la vida trabajó de fletero. Tenía 4 hijos, la menor de tan solo cuatro años. Era un buen tipo que un día para el otro dejó a su familia de una manera inentendible. Estaba trabajando. Lo habían contratado para llevar unas maderas hasta una obra en construcción en la zona norte. Cuando llegó al lugar una regla de metal cayó de altura y le pegó en la cabeza. Fue asistido médicamente y trasladado al HECA donde los médicos no pudieron hacer nada por salvarlo. Murió de un paro cardiorespiratorio, contó su nuera Camila.
Su familia no sale de la conmoción que le causó semejante pérdida. Marcelo fue a trabajar el jueves como todos los días. Un yesero lo contrató para llevar una maderas y cuando estaban descargando una regla de hierro cayó de altura, pegó en la contención de seguridad, rebotó y le pegó al hombre en la cara y la cabeza, contó Camila.
“A nosotros nos llamaron cuando llegó al hospital”, dijo. Un comisario les contó lo que había pasado en la obra en construcción ubicada en la zona de Echeverría y Carballo. “Estuvo consciente en el piso y llegó la ambulancia. Lo subieron, llegó al HECA y lo pasan a cirugía y no aguanto su corazón”, contó Camila. Antes de entrar al quirófano sufrió un paro cardiorespiratorio y los médicos no lo pudieron recuperar, relató la joven novia del hijo mayor de Marcelo.
«Mi suegro toda su vida trabajo de flete, nunca trabajó en obra en construcción. Tiene cuatro hijos, uno de 22 años, mellizos de 17 y una nena de 4 años. Siempre fue un buen tipo y nos dejo de un día para el otro», recordó Camila.
La joven relató que la empresa a cargo de la obra en construcción se puso a disposición y le ofrecieron cubrir los gastos de sepelio, lo que rechazaron porque ya lo habían cubierto ellos. Del reclamo que seguirá se hará cargo un abogado para “ver si se van hacer cargo de esta situación aunque a mi suegro no nos lo van a devolver”, concluyó.