Los empleados de la la empresa de té y café La Virginia, ubicada sobre avenida Circunvalación, al noroeste de la ciudad, denunciaron el incumplimiento del protocolo sanitario de coronavirus en la empresa.
«La semana pasada fueron confirmados 31 casos positivos. Cuando algún trabajador manifiesta al servicio médico que tiene síntomas compatibles con el virus, lo minimizan y dicen que es una gripe. La fábrica prioriza la producción. No les interesa la salud de sus empleados. Afortunadamente, hasta ahora no tuvimos que lamentar muertes», dijo Emanuel Fernández, uno de los delegados.
La Virginia tiene 800 empleados que trabajan en tres turnos: de 6 a 13.30, de 13.30 a 21 y de 23 a 6. También hay otros solapados: de 8 a 16, de 9 a 17 y de 10 a 18.
«No se respetan las burbujas de los sectores, se mezclan los turnos y se pierde la trazabilidad. Ya se contagiaron 180 empleados, se recuperaron 150; hay 60 personas licenciadas y 42 contratadas, que cubren a éstas últimas», detalló el el delegado de la empresa.
El delegado dijo que el Departamento Médico de la planta, a pesar de que conoce los riesgos de la propagación del virus, espera la confirmación de un caso positivo para hacer la trazabilidad de quienes tuvieron contactos estrechos. Es decir, que en ese lapso pasan más de tres días y el infectado sigue trabajando.
«Fui contacto estrecho de un caso positivo confirmado. Llamé al 0800 antes de comunicárselo a la empresa y me dijeron que tenía que aislarme durante 10 días. Un viernes lo notifiqué al Departamento Médico de La Virginia, y me dijeron que el sábado me haga el test de anticuerpos covid. El domingo al mediodía me mandaron el resultado: había generado anticuerpos y por eso me dijeron que el lunes me presentara a trabajar», relató el trabajador.
Otro de los pedidos de los empleados por la segunda ola de la pandemia, es que hagan tareas de desinfección en espacios comunes de la planta: según explicó Fernández, de las tres personas que se encargaban de la limpieza, sólo quedó una: al resto las reubicaron en la parte de producción.
Desde el grupo de trabajadores compartieron otro problema en materia de seguridad sanitaria para evitar contagios en la planta: piden volver a la reducción horaria.
«Al principio de la pandemia no cambiábamos en containers. Antes pasaban 50 personas, ahora son 25. No es la solución para el ingreso y egreso de 800 personas. Por ese motivo, pedimos entrar una hora más tarde entre turno y turno y que haya una desinfección, que lleva una hora aproximadamente», explicó el trabajador.
La empresa rosarina es una de las más importantes del rubro, con una facturación anual que ronda los 150 millones de dólares, según publicó la revista Mercado.
El delegado, explicó que todas las medidas que toma la fábrica se traducen en excusas para no pagar lo que corresponde. «Por ejemplo, si algún compañero manifiesta que tuvo contacto estrecho afuera de la empresa, cuando vuelve, le descuentan el presentismo, que ronda los 5.000 pesos; los viáticos, otros 1.800 y el premio semestral de 45.000 pesos», lamentó Fernández.
El sueldo básico de un empleado en la planta de La Virginia es de 60.000 pesos. «Este año el volumen de ventas se incrementó un 40% con menos empleados. Nunca dejamos de trabajar porque somos esenciales», remarcó el delegado de la planta.
Y cerró: «Están jugando con la vida de todos los trabajadores. No queremos llevar el virus a nuestras casas. También queremos que nos vacunen».