Subasta de camisetas de fútbol, donaciones de ladrillos de adobe, construcción de techos y hasta prácticas de meditación son algunas de las acciones solidarias que vecinos y vecinas de la Comarca Andina llevan a cabo, y reciben de personas que se acercaron a colaborar, para ayudar a las familias que perdieron todo en los incendios forestales registrados en marzo pasado en Chubut y Río Negro.
Iván Montero, coordinador de la campaña «Nos Ponemos la Camiseta», impulsada por el Club Social y Deportivo Frontera de Lago Puelo, dijo ante Télam que la ayuda «empezó desde el día cero después de los incendios».
El 9 de marzo el incendio en Chubut y Río Negro dejó un saldo de tres muertos, afectó más de 500 viviendas y arrasó con 14.000 hectáreas de bosque en la zona cordillerana, con epicentro en la Comarca Andina, que nuclea a las localidades de El Bolsón, Lago Puelo, El Hoyo y Epuyén y sus áreas rurales cercanas.
«Comenzamos a repartir agua a los damnificados y, luego, con (la organización asistencial católica) Cáritas empezamos a llevar comida a la gente que perdió todo», señaló Montero , quien hace 11 años vive en Lago Puelo, localidad donde 450 familias perdieron todo.
La primera acción solidaria emprendida por el club fue la apertura de una cuenta corriente para recibir dinero para la compra de materiales para la construcción.
Sobre la campaña, Montero contó que «surge de la donación de dos tacos y guantes de polo de Hilario Ulloa, uno de los jugadores del equipo Ellerstina».
«A raíz de eso empezamos con el fútbol y abrimos el juego a todos», explicó, y contó que el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBa) les consiguió «nueve camisetas, entre ellas una de la selección firmada por Messi, Armani, Montiel, entre otros».
La campaña consiste en una subasta de más de 80 artículos deportivos autografiados, donados por deportistas y clubes: la camiseta autografiada de Messi, la de San Antonio Spurs firmada por «Manu» Ginóbili y Gregg Popovich (entrenador), y camisetas de River, Boca, Colón firmadas por los jugadores, entre otras prendas.
Los artículos están supervisados por martilleros públicos de la zona y se pueden encontrar en https://subastaselectronicas.com.ar/vende/subastasolidaria/
La subasta culminará el 15 de julio próximo y lo recaudado se destinará a la compra de materiales de la construcción.
«Hay familias que todavía están viviendo en carpas; se necesitan techos, tanques de agua», afirmó Iván. Y añadió que todavía «alrededor de 200 familias están sin nada y muchas fueron reubicadas en cabañas».
En tanto, en la localidad de El Hoyo, un grupo de mujeres autodenominadas «Las vecinas del amor» realiza donaciones de ladrillos de adobe a las familias damnificadas por el incendio.
En diálogo con Télam, Nuria Vilalta dijo que, con su compañero bioconstructor, analizaron cuál podía ser la forma más rápida de levantar paredes.
Llegaron a la conclusión que, «dadas las circunstancias del momento, era con ladrillos de adobe» porque que «esta técnica permite subir paredes más rápido», aunque la técnica que más les gusta a los bioconstructores es la quincha (entramado de caña o bambú recubierto con barro).
La mujer destacó que «la gente se moviliza y realiza donaciones: algunas son de 500 pesos, otras de 3.000 y también hay colaboraciones grandes de asociaciones civiles. Hay donaciones del extranjero también».
«Son tantas casas que, aunque hayamos llegado a unas 80 familias, sigue faltando muchísimo por hacer», sostuvo.
Vilalta recordó que les costó mucho conseguir el dinero para 4.000 adobes: «Al final conseguimos para la mitad del camión y en el último momento cuando estábamos descargando hubo gente que se acercó y nos dejó dinero para terminar de comprar los que restaban», relató.
En las localidades afectadas y en un contexto de bajas temperaturas, algunas personas continúan viviendo en casa de amigos o vecinos; otras, en viviendas que fueron perjudicadas por el fuego y están reparadas momentáneamente con nylon.
Por su parte, Mateo Keenan, integrante de la fundación El Arte de Vivir, manifestó que llegaron con voluntarios a El Bolsón «para apagar los focos de incendio» y luego consultaron «qué es lo que necesitaban» y la respuesta de la gente fue «construcción».
Destacó el rol del constructor local Marcelo Fernández y su pareja Ana Coligionis, «quienes -dijo Mateo- tienen una amplia experiencia» y con los que se asociaron para empezar a «construir techos junto a otras organizaciones».
Keenan y sus compañeros realizan trabajos en los barrios Ecoaldea, Bosques al Sur, Golondrinas, callejón de Verá y Parcela 26 de Lago Puelo.
«Ya construimos 20 techos con la estructura para que la gente pueda seguir laburando con las paredes e instalaciones sanitarias», precisó.
Los techos generalmente son de 6 por 4 metros para tres personas, aunque también hay más grandes y, en el caso de familias con hijos, se les provee de un entrepiso con una altura media.
Keenan, ingeniero industrial de 30 años, vive en San Martín de los Andes y hace tres meses que se encuentra en El Bolsón.
«La reforestación es una campaña que iniciamos ahora», completó Keenan, y agregó que se encuentran diseñando «jornadas de rescate de plantines de bosque nativo».
Esa tarea se realizará, conforme señaló, en «vertientes de agua que están vivas durante todo el año, que no son afectadas por las sequías» con 2.000 plantines.
Además de la ayuda material, llevan a cabo el programa Alivio Post Trauma con el que estuvieron presente en «Villa La Angostura por el tema de las cenizas, en La Plata cuando sufrió las inundaciones y en Ecuador con el terremoto».
«Otorgamos de manera gratuita cursos de respiración y meditación para limpiar las impresiones del estrés acumulado durante el incidente», subrayó.