Una discusión por dinero precedió el crimen de Martín “Jarcor” o «Murder» Balbiani, un hombre habitué de recitales en el ambiente del rock pesado local. Ese es uno de los datos que se desprende de la acusación del fiscal Ademar Bianchini al sospechoso detenido, Juan Manuel M., de 38 años. Un juez le dictó este domingo la prisión preventiva por el plazo de ley y el acusado por homicidio simple quedó alojado de momento en el Centro Agudo Ávila, donde evaluarán su salud mental a pedido de la defensa.
El 5 de diciembre pasado, la ciudad amanecía con un nuevo crimen. Todo se conoció a las 7 cuando los vecinos de barrio Las Delicias comenzaban su jornada y se toparon con el cuerpo de un hombre en Gutiérrez al 2200, a metros de bulevar Oroño.
La víctima estaba con el torso desnudo y evidenciaba una herida fatal en el cuello, y al lugar arribó personal policial y poco después de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) que tomó entrevistas. Como no llevaba documentos, el hombre asesinado fue identificado recién pasado el mediodía.
La noticia enlutó a los familiares y amigos de Balbiani, muchos de ellos de la escena hardcore punk y metalera, con quienes la víctima había compartido recitales desde la década del 90. Además de cantante en las bandas Murder y Utopos, algunos recordaron que Balbiani trabajó como personal de seguridad en fechas locales y bares.
Los detectives de Homicidios de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) se abocaron a reconstruir qué ocurrió en el lugar donde había estado reunido Balbiani. Una casa, donde vivía un mecánico, que la mañana del crimen estaba vacía. Gracias a una huella dactilar tomada de una botella de Whisky Premium Reserva Especial, los pesquisas dieron con un asistente de la velada. Ese y otros testimonios comenzaron a darle forma al caso, describió una fuente policial.
La semana pasada, transcurridos 163 días del crimen, Juan Manuel J. fue detenido en la torre C del Fonavi del Parque del Mercado, conocido como las Pasarelas, en Abanderado Grandoli y Gutiérrez, en uno de los domicilios marcados por los detectives.
Por Zoom, el sospechoso escuchó la acusación del fiscal Bianchini, quien expuso que Balbiani le reclamaba la devolución de un dinero y en el medio de esa discusión el imputado tomó un martillo y una chaira con punta. Todo ocurrió en la vivienda de Alvear al 4900.
“Balbiani –le dijo el fiscal al acusado– rompió la botella que había llevado para quedarse con el pico en la mano y con la otra, agarró una botella, amagando usted con pincharlo, mientras Balbiani retrocedía hasta que llegó a la vereda, siendo que ya fuera de la casa éste cae y al intentar levantarse usted le clava la chaira en el cuello, metiéndose luego en la casa donde estaban reunidos, dándose inmediatamente a la fuga por los techos de las viviendas linderas”.
Las evidencias bastaron para que el juez de primera instancia Gonzalo López Quintana dictara la prisión preventiva por el plazo de ley, es decir al menos dos años, con posibilidad de revisión, hasta un eventual juicio o acuerdo entre partes. También el magistrado accedió al pedido de la defensa de alojar al imputado en el Agudo Ávila, “para que sea evaluado por un psiquiatra según lo dictaminado por el médico” del módulo de detención de 27 de Febrero al 7800.
