Un grupo de 48 estudiantes que realizan una pasantía en la Línea 147 de la Municipalidad realizan un reclamo por mejores condiciones de trabajo. Son universitarios, de las carreras de Psicología y Comunicación Social, la mayoría de entre 22 y 28 años y se desempeñan desde octubre de 2020. Plantean que su contrato contempla tareas de apoyo pero que en la práctica sus tareas sostienen el servicio.
«Desde que entramos en ningún momento pudimos hacer tareas de apoyo porque no tuvimos personal de planta o contratado al lado nuestro. Hoy somos los que sostenemos el servicio y atención al ciudadano de 8 a 20. Esas doce horas son sostenidas por pasantes no por trabajadores, sólo tenemos un supervisor. No es una tarea de apoyo sino que sostenemos un servicio de atención al ciudadano que la municipalidad considera como esencial y el monto que recibimos como asignación estímulo que le llaman, no es un salario. Ni siquiera llegamos a la categoría más baja de un empleado municipal. Cobramos 16.800 pesos», explicaron.
«Deberíamos cobrar lo mismo que un contratado porque hacemos el mismo trabajo», manifestaron. Insistieron en que su contrato estipula tareas de apoyo pero que atienden «entre 40 y 50 llamados en cuatro horas, de distintas temáticas incluso algunas que ni corresponden al 147 y para las cuales no hubo capacitación como denuncias por acoso».
«Queremos es que se cumplan las condiciones por las que firmamos el contrato, tiene que haber personal contratado a la par nuestra y que sea mayor la asignación estímulo porque sobre nosotros recae mucho trabajo», señalaron.
También plantearon que al haber ingresado a la pasantía en el marco de la pandemia siempre trabajaron en la modalidad de home office y que las herramientas de trabajo no les fueron provistas, como auriculares, computadoras o el pago de internet que corre por cuenta de los estudiantes.
Desde el grupo manifestaron que venían manteniendo el reclamo en el marco institucional pero que en la última reunión que mantuvieron con autoridades de la Universidad Nacional de Rosario y de la Municipalidad no obtuvieron una buena respuesta: «Desde la Municipalidad básicamente nos dijeron que podíamos renunciar si no estamos de acuerdo y que el reclamo les parecía absurdo».
Por su parte, desde el municipio el secretario de Gobierno Gustavo Zignago habló con El Ciudadano. Estableció el contexto por el cual se realizan estas contrataciones: «Se trata de una práctica profesional rentada equiparable a una categoría de la Municipalidad, bajo una ley nacional vigente. Es un convenio que hacemos entre municipio y universidad, es una oportunidad para los estudiantes de terminar sus carreras con alguna experiencia en el campo profesional. Hoy hay un universo de 400 pasantías en la Municipalidad. El formato de vinculación se hace a partir de convocatorias a través de las carreras vinculadas, los estudiantes se anotan, presentan CV, se exige una cantidad de materias aprobadas, se hace una entrevista y se selecciona. Al momento de inscribirse ya se establecen la reglas».
En este sentido recalcó: «No es una relación laboral. Es una práctica que tiene mucho de extensión, por eso el área universitaria que lo toma es Extensión. La carga horaria es menor a la de un trabajador municipal, cerca del 50 por ciento. Y además es una práctica rentada y esa asignación estímulo se rige por las paritarias municipales».
Desde este punto de vista el funcionario descartó una situación de precarización laboral, «ya que no están contratados». Sin embargo, atendiendo a los planteos manifestados, planteó que por las condiciones impuestas por la pandemia seguramente «exista la necesidad de un apoyo más intensivo como el que pretenden y la virtualidad debe tener alguna incidencia en esto».
A su vez puntualizó que en la Línea 147 trabajan cerca de 150 personas, con lo cual descartó la idea de que el servicio sea sostenido mayoritariamente por los pasantes. También explicó que hay establecidos protocolos de respuesta para los reclamos que reciben y que los pasantes son elegidos acorde a la carrera que estudian porque se considera que tiene una pertinencia en cómo se pueden desempeñar.
Específicamente sobre el tema acoso callejero, el secretario recordó que es un tema que se está trabajando en el Concejo municipal para incorporarlo al nuevo Código de Convivencia y que existe otro canal de reclamo directamente relacionado a la violencia de género que es el Teléfono Verde. No hay indicios de que los reclamos por acoso tengan hoy una incidencia notable pero si la normativa se aprobara en el Concejo se actualizarían los protocolos de respuesta en el 147, describió.
Finalmente, Zignago señaló que sigue abierto el canal de diálogo institucional donde, de todas maneras, tratarán de atender los reclamos específicos.