Un abogado pidió que el arzobispo de Buenos Aires y cardenal primado de la Argentina, Jorge Bergoglio, sea citado a declarar en el juicio por los crímenes cometidos en la ESMA, luego de que una testigo lo vinculara en el secuestro de dos jesuitas durante la última dictadura.
Tras la declaración de la ex detenida-desaparecida María Elena Funes, el abogado Luis Zamora le pidió al Tribunal Oral 5 que cite a Bergoglio a declarar como testigo.
Funes afirmó que Bergoglio les quitó la licencia a los jesuitas Francisco Jalics y Orlando Yorio, cuando ambos ejercían el sacerdocio en una villa del Bajo Flores, ya que habían adoptado «la opción por los pobres».
Según la testigo, por cuestiones «ideológicas», Bergoglio les habría quitado la licencia «y una semana después fueron secuestrados» durante un gigantesco operativo, y luego trasladados a la Escuela de Mecánica de la Armada.
Agregó que mantuvo un encuentro con el sacerdote Yorio, quien le explicó en ese momento: «Bergoglio nos está pidiendo que nos vayamos de la villa y nosotros queremos seguir trabajando con los más pobres».
«Era de imaginar que Bergoglio estaba muy en contra de esa forma de trabajar. Ellos se quedaron sin el respaldo a partir de que Bergoglio les quita la licencia y justo esa semana llega el operativo de las Fuerzas Armadas», señaló la testigo, quien sostuvo que le «sorprendían las coincidencias».
También dijo que antes de ser secuestrados ambos sacerdotes, el actual jefe de la Iglesia Católica argentina le envió una nota al arzobispado de Morón advirtiéndole que los dos franciscanos eran «algo así como malísimos» y que «estas dos personas no deberían ser aceptadas». «En ese momento quedaron sin ningún respaldo oficial» de parte de la Iglesia, según afirmó la testigo.
Sin embargo, aclaró que una «jerarquía» del Arzobispado de Buenos Aires «se habría acercado a la ESMA a pedir por los dos sacerdotes».
«Al poco tiempo, el Arzobispado estaba en conocimiento de eso», explicó Funes al especular con algunas de las razones por las cuales ambos religiosos fueron liberados seis meses después de su detención ilegal.