El cuerpo del fotógrafo de 65 años, denunciado por su ex pareja por violento, y por una joven que trabajaba en su estudio más una hija por espiarlas con cámaras ocultas, fue hallado este viernes por la noche dentro de un auto en el acceso al Paseo del Caminante, sobre avenida Carrasco a la altura de la calle Pintor Musto. La hipótesis principal que indicaron voceros judiciales, ante la ausencia de signos evidentes de violencia, es que el hombre se quitó la vida. El cuerpo fue enviado al Instituto Médico Legal para precisar las causas de la muerte.
El hombre fue identificado como Juan G. y fuentes de Fiscalía informaron que los pesquisas encontraron un tubo de PVC (plástico) conectado desde el caño de escape hasta el interior de su auto. El fallecimiento, en principio, se produjo por inhalación de monóxido de carbono, explicaron las fuentes.
Los primeros en acercarse al lugar ante un aviso al 911 fueron agentes de la subcomisaría 27ª, aunque también intervinieron sus pares de la 23ª. Los médicos de una unidad del Sies constataron que el hombre estaba fallecido dentro del vehículo.
El cuerpo fue trasladado al Instituto Médico Legal minutos antes de las 23 de este viernes, y el caso quedó a cargo de la Unidad Fiscal de Homicidios Culposos.
Denuncias
Sobre Juan G. pesaba una denuncia radicada el 18 de junio pasado por amenazas y violencia de género que cursó su ex pareja. A eso se sumaron otras: la de una joven que trabajaba en su estudio fotográfico desde hacía unos años y era amiga de una de las hijas: lo acusó de tener una cámara en el baño de la casa y filmarla cuando fue a darse una ducha.
Un fotógrafo es investigado por violencia de género y por filmar a su empleada y clientas
En El noticiero de la Gente de Telefé Rosario expusieron otro hecho relacionado con el fotógrafo en base a otros testimonios. Según esas declaraciones, Juan G. había dispuesto cámaras de video tipo deportivas (del tipo GoPro) en el baño de su estudio, donde solían cambiarse chicas de 15 años para sesiones de fotos por cumpleaños. Por esta situación, fue confrontado por una de sus hijas y por la trabajadora, quienes recibieron como respuesta que era por seguridad para que no robaran nada en su estudio.
La ex empleada del hombre, identificada como Sofía, relató que una tarde había ido a una clase de zumba junto a una de las hijas del fotógrafo y luego se duchó en su casa. La joven aseguró que notó un destello y comprobó que había una cámara. Siempre según su testimonio, sacó del dispositivo la tarjeta de memoria, comprobó que había quedado filmada sin ropas y vio a su jefe colocarla, ya que quedó registrado.
Desde Fiscalía confirmaron que las acusaciones habían sido presentadas y dijo que el hombre, a su vez, denunció a las hijas por robo. Esta última presentación fue corroborada por una de las jóvenes, quien contó que este jueves su casa fue objeto de un allanamiento en la zona oeste. La chica pensó que se trataba por la denuncia que habían hecho, pero se sorprendió cuando se enteró que su padre la denuncio por el robo de las «cámaras de seguridad». El caso está en investigación, dijeron los voceros judiciales.
