Walter «Viejo» González está condenado a 20 años por liderar una banda que asoló el Cordón Industrial y detenido en la Unidad Penal 11 de Piñero. Su nombre empezó a sonar en las crónicas policiales en 2018 cuando mantuvo un feroz enfrentamiento con un grupo rival conocido como los Rodríguez en una lucha territorial por el control del narcomenudeo con epicentro en San Lorenzo. A mediados del 2020 aceptó dos décadas de cárcel en un acuerdo abreviado por ordenar tres crímenes y tres intentos de asesinatos que ordenó desde su lugar de detención. Ahora enfrenta una nueva investigación, está vez por liderar una banda de extorsionadores también desde Piñero. En esta última causa, también se encuentra su pareja, quien está sindicada como la persona que se encargaba de “lavar” el dinero que producía la organización.
El encierro fue propicio para organizar y comandar una banda dedicada a las extorsiones. Este tipo de grupos proliferaron en el último tiempo, una metodología que se hizo conocida públicamente tras las balaceras a funcionarios judiciales y edificios del poder judicial.
En un principio, la Justicia endilgó esta mecánica a la banda de Los Monos pero que luego se popularizó y comenzó a utilizarse para quedarse con bienes muebles e inmuebles a fuerza de plomo y sangre.
Los grupos que se dedican a este tipo de agresiones van desde bandas con importante logística hasta gavillas improvisadas, muchos de ellas con cabecillas que dan órdenes desde las cárceles de la provincia.
El miércoles 7 de julio pasado hubo varios allanamientos a cargo del personal de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) en Rosario, Capitán Bermúdez y Granadero Baigorria en el marco de una causa que lleva adelante el fiscal Federico Rébola por extorsiones y amenazas calificadas que tiene en la mira como organizador a Walter «Viejo» González, de 35 años.
El objetivo era ubicar a su pareja Joana R., la cual quedó detenida mientras que los pesquisas secuestraron cuatro cajas y tres bolsones de ropa en un domicilio. En otro operativo en Capitán Bermúdez, donde funcionaba una tienda, incautaron 33 bolsas de ropa para niños. También celulares, cuatro televisores, una moto, dos bicicletas, una CPU y material de interés para la causa, contaron los voceros en dicha oportunidad.
Este sábado, el Viejo González y su pareja fueron imputados por integrar una asociación ilícita, él como jefe y organizador y ella como miembro, ademas el fiscal Rébora la imputó por lavado de activos. El Viejo González también sumó los delitos de amenazas con arma de fuego y tentativa de extosión e intimidación pública
Para la acusación, ambos formaban parte de una organización dedicada a la ejecución de hechos ilícitos y a la provisión de servicios a terceros dedicados a la comisión de extorsiones, abusos de armas y tráfico de estupefacientes.
El funcionario dijo que el grupo delictivo tenía montada una estructura para darle apariencia lícita a las ganancias obtenidas de los ilícitos cometidos por sus integrantes.
Según la imputación, González era el jefe de la banda e impartía órdenes a los diversos integrantes de la banda para que llevaran a cabo ataques armados para que las víctimas les pagaran o las amedrentaba desde su lugar de detención en la cárcel de Piñero. Además, facilitaba celulares para que otros perpetraran las amenazas o extorsiones a distintas personas.
El fiscal le imputó puntualmente haber ordenado ataques armados a una persona a la que encargó la construcción de una casa en Serodino y a un familiar de esta. Este caso se cometió el 17 de octubre pasado cuando tres hombres a bordo de un auto atacaron a tiros el frente de una casa ubicada en Valle Hermoso al 1700.
La noche del 9 de noviembre hubo otras dos balaceras a esta víctima y un familiar. A las 20.30 dos ocupantes de una motocicleta pasó por el domicilio de calle Irigoyen al 1900 y disparó contra el frente. Cerca de las 23 un hombre volvió a la casa de Valle Hermoso al 1700 con un arma 11.25 y disparó. Luego escapó en un auto Chevrolet Astra, cuyo conductor lo esperaba en la zona.
Rébola contó que estos ataques fueron acompañados por amenazas y extorsiones que hizo el Viejo González vía telefónica o red social donde le exigía la devolución de la plata abonada por los servicios de albañilería o de un vehículo que le había entregado en forma de pago.
Mientras que Joana R., estaba a cargo de convertir y administrar el dinero obtenido en forma ilícita ilícita obtenido de las actividades criminales de la organización, explicó la Fiscalía para agregar que hizo actividades comerciales con el fin de darle apariencia lícita al origen ilícito de los fondos.
El fiscal enumeró que compró materiales de construcción para la propiedad de Serodino, un automóvil Volkswagen Virtus e instaló un local de venta de ropa. Rébora contó que en abril de 2021, en el lapso de una hora hizo 90 depósitos de pequeños montos que alcanzaron un total de 564.700 pesos para evitar que ese dinero fuera detectado por organismos de control.
Tras la imputación, el juez Florentino Malaponte dictó la prisión preventiva de Walter «Viejo» González y dispuso la libertad para su pareja con restricciones entre ellas comunicarse con éste por cualquier medio, sólo podrá hacerlo por visitas o por llamados telefónicos habilitados por el Servicio Penitenciario.
Condena y penal VIP
La organización del Viejo González comenzó a sonar 2018 por una serie de enfrentamientos armados contra el clan de los Rodríguez, con asiento en barrio Los Robles de Granadero Baigorria. Es que la tensa alianza entre las dos organizaciones dedicadas al narcomenudeo se rompió cuando uno de los integrantes de los Rodríguez fue asesinado en barrio Copello. Se trataba de Juan Ramón Ríos, quien fue acribillado el 28 de junio de 2018 cuando visitaba a su hermana en ese barrio y falleció en el Eva Perón un mes más tarde.
Para esa época, el Viejo ya estaba en Piñero purgando una condena a 4 años y medio de cárcel que incluyó una sentencia por comercialización de estupefacientes en Capitán Bermúdez del fuero federal y una pena de la justicia provincial por lesiones graves, amenazas y daños.
El crimen de Ríos propició una escalada de violencia que tuvo su pico máximo en el primero de los semestres de 2019 en las localidades del cordón Industrial.
El asesinato de Ríos rompió toda posibilidad de consenso entre los cabecillas de los clanes y empezaron las balaceras que tuvieron una violenta escalada en el primer semestre de 2019 en distintas localidades del Cordón Industrial.
Por esa época, el fiscal Aquiles Balbis logró identificar que la banda del Viejo González, estaba integrada por al menos 10 personas, tuvo responsabilidad en tres homicidios y tres intentos de asesinato.
A mediado de junio pasado, el Viejo González aceptó un acuerdo abreviado que propuso 20 años de cárcel y se responsabilizó de ordenar el crimen de Walter Santa Cruz cometido el 24 de enero de 2019 en San Lorenzo.
Cuatro días después se produjo el crimen de Jonatan «Poni» Anguilante en Capitán Bermúdez. También aceptó haber mandado a matar a Joel C. en Granadero Baigorria aunque la víctima logró sobrevivir a pesar de los cuatro balazos que recibió. Unas semanas más tardes otros dos jóvenes fueron heridos a tiros.
Además le achacaron haber ofrecido 10 mil pesos para asesinar a David “Tubi” Medina, de 48 años. Este hombre fue asesinado el 5 de marzo de de 2019 en San Lorenzo.
Por ese tiempo también hubo un escándalo que involucró al titular de la Alcaidía de la Unidad Regional XVII de San Lorenzo cuando personal de Gendarmería hizo un allanamiento y cayó el comisario José Budiño, quien quedó imputado por cohecho activo e incumplimiento de los deberes de funcionario público.
Es que en ese lugar, un integrante de la banda del Viejo González gozaba de múltiples beneficios y también estaba alojadas sus hermanas, quienes debían estar en la cárcel de mujeres, ya que ese penal es sólo para varones.
“Había alcohol etílico como para incendiar toda la Jefatura”, contó el fiscal Balbis en la audiencia donde Budiño quedó en prisión preventiva por siete hechos de exacciones ilegales y tres de incumplimiento de deberes de funcionario público, delitos que tiene una escala penal que va de 1 a 28 años de prisión.
El Viejo González y sus dos gatilleros condenados por homicidios y balaceras en el Cordón Industrial