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Procesan por narcotráfico y lavado de activos a los cinco detenidos con casi 400 kilos de cocaína

A raíz del secuestro de 369 panes de máxima pureza en junio pasado en Villa Gobernador Gálvez, un mecánico y un camionero quedaron procesados como la cabeza de una organización de cinco personas dedicada al tráfico de cocaína y al lavado de activos

El juez federal Marcelo Bailaque procesó y dictó prisión preventiva a los cinco detenidos en la causa que derivó en el secuestro de 390 kilos de cocaína en una cochera de Villa Gobernador Gálvez, el pasado 17 de junio. Los delitos atribuidos son organización de tráfico de estupefacientes, almacenamiento y lavado de activos, este último sobre todo relacionado a vehículos de alta gama, aunque en la resolución figura un inmueble y un campo.

Según la resolución del juez, en la cabeza de la organización se hallan el mecánico rosarino afincado en General Lagos Sebastián Osvaldo Romera, de 46 años, y el camionero nogoyense radicado en Villa Gobernador Gálvez, Gustavo Daniel Núñez, de 48, procesados como organizadores, por almacenamiento y lavado de activos.

En una escala más abajo se encuentra la maestra de jardín y gestora de automotores Jorgelina Galligani, de 50, acusada de almacenamiento y lavado de activos. A María José Núñez, de 36, y Matías Ezequiel Tomei, de 23, –hermana y yerno de Gustavo Núñez respectivamente– les atribuyeron almacenamiento de estupefacientes, una figura dentro de la ley de drogas 23.737.

Los cinco quedaron ligados al histórico secuestro de los casi 400 kilos de cocaína de máxima pureza distribuida en 169 panes. La droga estaba enfriándose dentro de un BMW X5 que estaba en una cochera de Garay al 2100, casi esquina con avenida Juan Domingo Perón de Villa Gobernador Gálvez, y a la par de esa incautación, hubo nueve allanamientos repartidos en esa localidad, Rosario, General Lagos, Arroyo Seco y Albarellos.

“Es posible afirmar con suficiente verosimilitud que Gustavo Nuñez y Romera realizaron actos propios de una organización dedicada al tráfico internacional de material estupefaciente, desplegada –cuanto menos– entre el mes de septiembre de 2019 y el 18 de junio de 2021, y desarrollada a través de sucesos interjurisdiccionales cometidos en distintos puntos del país (Santa Fe, Córdoba, Buenos Aires, además de la ciudad Autónoma de Buenos Aires); organización que además se encuentra integrada, entre otros y en sentido vertical descendente, por Galligani, Núñez y Tomei, quienes tendrían diferentes roles asignados a los fines de cumplimentar con las acciones ilícitas”, señaló la resolución de Bailaque sobre los pedidos de procesamiento que solicitó el titular de la Fiscalía Federal 2 de Santa Fe, Walter Rodríguez.

En la resolución, el juez trazó relación con el secuestro en Salta de 25 kilos de cocaína en octubre de 2017 en un camión de la empresa Flecha Log, relacionada a Gustavo Núñez, quien en enero de 2019 registró un cruce de frontera a bordo de un vehículo que se encuentra registrado a nombre de esa firma, “a la vez que el automotor fue observado en el campo de la localidad de Larrechea en ocasión del episodio que originó la presente investigación”.

Banda de los 400 kilos tenía logística para bajar la cocaína en pistas clandestinas y distribuirla

El documento refirió al dato que llegó a Gendarmería hace dos años: en un campo de Larrechea, en el departamento San Jerónimo, y a media hora de Rosario, puesteros rurales habían visto que desde un avión arrojaban bultos.

Los federales hicieron identificaciones y lo demás fueron intervenciones telefónicas y el trabajo de investigación tradicional. “Llegamos a la conclusión de que esta gente tenía distintas pistas clandestinas y recibía droga para después hacer el negocio de la distribución”, señaló el fiscal federal Rodríguez, instructor de la causa.

“A esta gente no le convenía demasiado introducirse en el narcotráfico rosarino, con todo lo que eso significa. Jugaban a otra cosa. Es más difícil andar a los tiros todo el tiempo que lo que hacían, que era muy profesional y más fácil”, había perfilado un investigador sobre la operatoria de la particular organización, alejada de la lógica que impera en el mercado narcocriminal de Rosario: sangre y plomo, búnkers, tiratiros y homicidios.

Aunque Romera y Núñez eran precavidos al momento de hablar por teléfono, los pesquisas de la Policía Federal captaron una conversación entre Jorgelina Galligani, pareja de Romera, y una amiga de esta, enemistada con Romera y Núñez. “Yo te soy sincera, Jor. ¡El que avisa no traiciona! Así como te defiendo a morir, yo mañana voy, hago la denuncia. ¡Y no vende más un gramo! ¡Ni él, ni Gustavo, ni nadie!”, señaló textual la escucha, entre otras intervenciones.

Un episodio del 10 octubre de 2019 ilustró las precauciones que tenía la banda a modo de rutina. Ese día, los investigadores pretendían hacer una redada de 14 allanamientos que, por no contar con indicios certeros de que hallarían droga, decidieron no concretar.

Ese día, durante el seguimiento de vehículos investigados, por la autopista Rosario-Córdoba “advirtieron que en numerosas ocasiones detuvieron abruptamente la marcha sobre la banquina y retomaban su destino, lo que consistía en maniobras evasivas para detectar la presencia de automotores guiados por conductores que se encontraban en proceso de seguimiento”.

Según el procesamiento, los miembros de la banda circulaban en autos de lujo, realizaban viajes a destinos del Caribe y compraban habitualmente divisas en el mercado legal y en el informal, además de registrar algunos cruces fronterizos hacia países del norte.

Según la investigación, en los últimos años adquirieron –y en muchos casos vendieron enseguida para “desvanecer los rastros de ilicitud”– 31 vehículos entre los que hay camiones, camionetas de alta gama, pick up y otros vehículos. También destacó la compra que Romera hizo con Gallingani de un campo en General Lagos, el 8 de abril de 2021. Y por parte de Núñez, dos casas, en Villa Gobernador Gálvez y Alvear.

El juez destacó en su resolución “la insuficiencia de recursos de origen lícito declarados por parte de Núñez, Romera y Galligani que permitan justificar la adquisición de los bienes” en su poder o relacionados a ellos a través de supuestos testaferros, “a lo que se suma la ausencia de otro canal que pudiese armonizar razonablemente la proporcionalidad del caudal de bienes incorporados a su patrimonio”.

También sostuvo que, si bien Gustavo Núñez es propietario de una empresa de transporte de camiones, de acuerdo a los registros oficiales la misma “no producen rédito económico”.

Según el fallo, la cocaína tenía como destino la venta al menudeo en Rosario pero también otra hipótesis es que era transportada a Buenos Aires y Córdoba. Aunque sobre el secuestro histórico de casi 400 kilos el destino que tenía es «desconocido».

Además de procesar a los cinco miembros de la organización, el juez les dictó la prisión preventiva y les trabó embargo por 10 millones de pesos a Gustavo Núñez, Romera y Galligani; y por 400 mil pesos a María José Núñez y Tomei.

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