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Bajante del Paraná: prevén baja presión de agua y anticipan compras de equipos

Desde Aguas Santafesinas confirmaron que puede haber puntos de la ciudad con baja presión, mientras trabajan para garantizar el servicio. Con los créditos lanzados por Nación, comprarán equipamiento específico para hacer frente a la emergencia hídrica

En estos días, en el marco de la extraordinaria bajante del río Paraná, es posible que algunos puntos de Rosario tengan un servicio de agua con baja presión. Así lo confirmaron desde la empresa Aguas Santafesinas. Al mismo tiempo, a partir del anuncio del gobierno nacional de una línea de créditos para las provincias que se encuentran en emergencia hídrica, están en marcha las compras de equipos técnicos que permitan una mejor respuesta hacia la población.

Ese curso fluvial alcanzó la semana pasada una marca de 18 centímetros a la altura del puerto de la ciudad de Santa Fe, la menor desde 1970, y descendió tres centímetros frente al puerto de Paraná, la capital entrerriana, donde se mantiene en -17 centímetros (debajo del nivel del mar), la peor situación desde 1944, cuando llegó a -1,40 metros, de acuerdo a las mediciones oficiales en ambos distritos.

Desde 2019 las precipitaciones en la cuenca han estado por debajo de las medias mensuales de los últimos 10 años, de acuerdo a información oficial. En la bajante del Paraná, la más importante de los últimos 77 años, son factores determinantes el déficit de precipitaciones en las cuencas brasileñas del río Paraná y del río Iguazú, y la sequía.

A partir de esta situación, el gobierno nacional anunció el pasado 17 de julio la creación de un fondo de emergencia hídrica de mil millones de pesos para asistir a estas provincias y sus localidades afectadas por la bajante histórica del río Paraná. Además, definió la puesta en marcha de procedimientos estipulados en el Sistema Nacional de Gestión Integral del Riesgo (Sinagir) durante la reunión del Comité de Crisis conformado para monitorear la situación.

El vocero de Aguas Santafesinas, Guillermo Lanfranco, habló este jueves con LT8 sobre la crítica situación que atraviesa la ciudad. Contó que desde Aguas habían hecho a Nación «una serie de propuestas de quipos que necesitamos por un monto de alrededor de 170 y 200 millones de pesos, que son muy específicos, en la mayoría de los casos hay que encargarlos a fábricas que se dedican exclusivamente a esto y muchas, sino todas, están en el exterior», puntualizó.

En este sentido, remarcó que «es un proceso que conviene comenzarlo ya mismo»: «Esta situación va a persistir por lo menos hasta septiembre, así que en ese sentido el pronóstico no es bueno. Nosotros obviamente tomamos nota de esta situación, y además hemos incorporado más equipos de bombeo, en algunos casos cambiar la posición de bombas para que rindan más. Hasta ahora esto nos ha permitido mantener el servicio en condiciones pero sin dudas el mayor desafío se va a plantear en lo que queda de julio, agosto y septiembre».

Al mismo tiempo, el vocero de la empresa planteó que cuando las temperaturas se empiecen a elevar, desde fines de agosto y mediados de septiembre con la inminente llegada de la primavera, el consumo de agua toma otro curso: «Ya estamos pensando en lo que nosotros llamamos temporada estival de consumo en cuanto a que nuestros usuarios necesitan más agua y vamos a tener que maximizar la capacidad de producción».

Además de Santa Fe, las provincias que se encuentran afectadas por la situación de riesgo hídrico son Formosa, Chaco, Corrientes, Entre Ríos, Buenos Aires y Misiones.

Por otra parte, los trabajos realizados por Aguas exigen el acompañamiento de los usuarios realizando un uso responsable y solidario del servicio frente a un escenario complejo e inédito en las últimas décadas.

Deben tenerse en cuenta las siguientes recomendaciones:

No utilizar el agua potable en actividades que pueden postergarse, en particular las que demandan importante cantidad de agua: lavado de autos y veredas, riego de jardines, etc.

Una manguera con salida continua de agua gasta 500 litros por hora: evitemos su uso.

Sólo lavar las veredas utilizando baldes o mangueras provistas de sistemas de corte (gatillo o interruptores o pulsadores) para evitar el derroche.

Tampoco lavar vehículos ni arrojar aguas servidas a la vía pública.

Desengrasar la vajilla con la bacha llena de agua. Recién abrir la canilla para enjuagar.

Utilizar el lavarropas siempre con carga completa.

No debemos dejar que el agua corra innecesariamente al lavar los platos, al lavarse los dientes o al bañarse, una ducha de 10 minutos consume 80 litros de agua.

Controlar las pérdidas en canillas, tanques de agua y otras instalaciones, un depósito de inodoro con deficiencias desperdicia cientos de litros por día.

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