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El documental «En el nombre del litio» se estrena gratis, en el Día de la Pachamama

El material en el que los cineastas Cristian Cartier y Martín Longo exhiben la resistencia de las comunidades originarias al avance extractivista sobre las Salinas Grandes, podrá verse de manera virtual y gratuita desde este domingo y hasta el 9 de agosto a través de su página web

El documental En el nombre del litio, en el que los cineastas Cristian Cartier y Martín Longo exhiben la resistencia de las comunidades originarias al avance extractivista sobre las Salinas Grandes, podrá verse de manera virtual y gratuita desde este domingo y hasta el lunes 9 de agosto en www.enelnombredellitio.org.ar, fechas simbólicas que unen el Día de la Pachamama con el Día Internacional de los Pueblos Indígenas.

«Decidimos liberar la película debido a la necesidad de instalar el debate en la agenda política y ambiental, y también en los espectadores. Creemos que puede ser una herramienta útil para enriquecer el debate y encontrar soluciones más amigables con el medio ambiente y con la inclusión de las comunidades en la toma de decisiones», señalaron Cartier y Longo durante un intercambio por correo electrónico con Télam.

Ambos comparten, además de dos proyectos de largometrajes de ficción, la serie documental Marcas en la piel que puede verse a través de Canal Encuentro.

Cristian Cartier ganó el concurso Historias Breves VI del Incaa, con su cortometraje La última y otro corto, Nuestra arma es nuestra lengua, participó en más de 160 festivales internacionales, ganando unos 30 premios. Con el documental ¡Hasta el dominó siempre!, rodado en Cuba participó en más de 40 festivales internacionales, y también hizo la serie de ficción Un año sin nosotros.

Martín Longo es fundador de la productora Calma Cine, desde la que se impulsó En el nombre del litio como parte de una producción con una docena de ficciones y nueve documentales desde 2006.

Los directores trabajaron durante cinco años en la película, período en el que, además, realizaron cinco viajes a la zona de las salinas (ubicadas en un área de 212 kilómetros cuadrados a 66 kilómetros de Purmamarca en la provincia de Jujuy) para un rodaje que se desarrolló entre 2016 y 2019.

«Cada viaje consistía en aproximadamente tres semanas, donde vivíamos en las distintas comunidades involucradas en el conflicto. A lo largo de todos estos viajes, el documental fue encontrando su forma y su camino», destacaron los cineastas.

Como fruto de esa dedicación, En el nombre del litio plantea una honda discusión en torno a la extracción de ese metal alcalino que se emplea especialmente en aleaciones conductoras del calor y en baterías eléctricas, lo que lo vuelve un elemento codiciado a nivel planetario.

Para ello la investigación se apoyó en el trabajo de la organización no gubernamental Fundación Ambiente y Recursos Naturales (Farn) y reúne voces de especialistas, de funcionarios del Gobierno jujeño (fuerte impulsor de la actividad extractiva) y, fundamentalmente, de integrantes de las comunidades originarias afectadas por este avance sobre los territorios que habitan.

«Encontramos dos discursos bien marcados entre las opiniones de las comunidades y los especialistas versus las voces de los gobiernos, las empresas multinacionales, los mercados, y la geopolítica», indicaron los realizadores.

Y enseguida apuntaron: «Por un lado vemos el inminente desembarco de las empresas mineras con apoyo del Gobierno en Salinas Grandes y laguna de Guayatayoc y por el otro a las comunidades originarias sin posibilidades de defenderse o ser escuchadas».

«A su vez, ambos actores representan cosmovisiones totalmente opuestas -agregaron- y la idea fue reflejar eso desde la propuesta estética y narrativa. Por un lado, un documental más de observación y de tintes etnobiográficos, con un ritmo que refleja su estilo de vida y relación con la naturaleza; y por otro lado un estilo narrativo más frenético con sobredosis de información y abundantes recursos digitales».

Consultados sobre qué sabían sobre el litio y qué cosas los sorprendieron al adentrarse en la problemática ligada a prácticas extractivistas, los directores afirmaron: “Poco sabíamos sobre el litio y mucho sobre los daños que le estamos causando al mundo en nombre del desarrollo y del progreso. El modelo extractivista desmedido y con regulaciones pensadas solamente por y para intereses económicos no debe ser parte del futuro. Creemos en un uso consciente de los recursos naturales con fines sociales y ambientales, respetando los ciclos naturales de la Pachamama, y evitando exterminar una forma de vida en nombre de otra”.

Además, explicaron sobre los recursos técnicos y narrativos de la producción: “Creemos que desde la reflexión y la contrainformación intervenimos la realidad con nuestro texto de urgencia; desde ese lado hay un acercamiento al género mencionado. El objetivo fue acercar una problemática compleja, con muchas aristas, a un público masivo, el lenguaje audiovisual elegido apunta a facilitar la experiencia del espectador a la comprensión de esta información dura. Apuntamos a generar debate, instalar la problemática en la agenda ambiental y a concientizar a los más jóvenes”.

Además, explicaron cuánto cambió la situación en torno a la extracción de litio en los salares desde 2019 hasta ahora: “La situación de pandemia fue muy desfavorable para las comunidades ya que no pudieron continuar con las reuniones presenciales en las asambleas y con la poca señal telefónica que hay en la zona les resultó complicado seguir organizando su lucha en defensa del territorio. Mientras tanto, y en silencio, las empresas multinacionales siguieron avanzando con sus proyectos de exploración y extracción”.

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