El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, lamentó que se haya vuelto a trabar el conflicto con los empleados de Paraná Metal, pero remarcó que desde su cartera harán «todo lo posible» para reactivar la planta, porque no quiere que la autopartista «se convierta en una fábrica cerrada como ocurría en los 90».
En una entrevista con la agencia Noticias Argentinas, Tomada reveló que fue «negativo» que los representantes de la empresa hayan faltado en forma repentina para firmar el acuerdo en la cartera laboral.
«No fue agradable que no hayan ido para cerrar el acuerdo, pero es una empresa que está quebrada y tampoco podemos presionarlos. Hacen todos los esfuerzos, pero no tiene clientes, no tiene producción. Más no se les puede pedir. Esperemos encontrar un arreglo», precisó el ministro tras participar en el lanzamiento de la Corriente Abierta de Participación (CAP).
El Ministerio de Trabajo mantiene reuniones desde hace casi tres semanas con los trabajadores y empresarios de Paraná Metal a fin de llegar a un acuerdo, y en ese aspecto Tomada aseguró que harán «todo lo posible para que haya un arreglo».
«Venimos gestionando para evitar que se cierre. No queremos que Paraná Metal se convierta en una fábrica cerrada como ocurría en los 90 y deje a 600 trabajadores en la calle», aseguró el funcionario.
«Esta semana atendí también otra problemática con un sindicato, pero ya la semana que viene voy a volver a estar en el tema (el jefe de Gabinete de Trabajo, Norberto Ciavarino es el encargado de llevar las gestiones entre las partes). Tenemos confianza en que se solucione», sostuvo.
Los trascendidos más fuertes señalan que la empresa se retiraría de la mesa de negociaciones, aunque eso podría confirmarse la semana entrante cuando el martes a las 15 vuelvan a juntarse las partes en la sede de la cartera laboral.
En caso de que ocurra eso, se manejan algunas opciones que parecen bastante difíciles y entre otras sobresale la formación de una cooperativa integrada por los empleados y con un respaldo económico del Gobierno.
Tomada explicó que de no encontrarse una solución entre los dos sectores, el Poder Ejecutivo «va a ayudar a la formación de la cooperativa hasta que encuentre un novio (un capital privado que se haga cargo de la autopartista) o bien otorgar un subsidio a las autoridades de la firma para que se reactive la fábrica y lo inviertan en los obreros».
«Estamos poniendo todas nuestras fuerzas para sacar adelante el conflicto», concluyó.