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El seleccionado argentino femenino U19 perdió en su debut en el Mundial de Hungría

La selección argentina femenina U19 no tuvo un arranque positivo y cayó 73-42 ante uno de los candidatos del torneo. Este domingo a las 15.30, el rival será China Taipei
El seleccionado Argentino Sub 19 femenino cayó ante Rusia por 73 a 42 en su debut en el Mundial de Hungría. La macielense Agustina Bazán (6 puntos y 2 rebotes) fue una de las mejores dentro de una opaca tarea en general. Por el mismo grupo, Hungría le ganó a China Taipei 99 a 42. Este domingo, Argentina chocará con China Taipei a las 15.30. 

Pasaron casi dos años de que esta camada jugó su último partido, en aquel Sudamericano de Colombia del 2019. Y este sábado fue el primer paso, el volver a competir, luego de un año de trabajo, desde aquellos primeros entrenamientos virtuales.

Mucho trabajo se realizó en estos 12 meses, gran sacrificio, mucha disciplina y planificación para escaparle al Covid-19, para mejorar individual y colectivamente. Y las chicas, con este cuerpo técnico, lo hicieron. Transitaron el camino y hoy regresaron a una cancha en el Mundial de Hungría. Claro, se encontraron con una potencia. Rusia mostró una clara superioridad y se llevó el juego.

El primer paso está dado. Hoy había que mostrar intensidad y generar opciones a partir de la lucha en el rebote. Más allá de cierto torbellino que podía generar la ansiedad por volver a competir, había que intentar regular todas esas emociones, nivelarlas y volcar el mejor básquet posible. No fue sencillo, pero era importante salir a la cancha y pasar la primera prueba. Los nervios y la tensión se hicieron ver en un inicio algo desprolijo, con mucho empuje pero sin tanta claridad ofensiva. La parte positiva es que defensivamente el equipo mostró garras, buscó emparejar la lucha en el rebote y a partir de eso generó sus chances adelante. Cuando Sebastián Silva pidió calma y mayor orden, el equipo fue más prolijo.

El entrenador paró primero a Maza en la base, escoltada por Tondi más Vílches de alera, mientras que en el juego interior la dupla la conformó Toledano y Buzzetti. Los primeros puntos de Tondi arrojaron un manto de tranquilidad, pero en el momento en el que Rusia comenzó a hacer valer su talla en la pintura, con Koshechkina y Kosu, más algunos tiros abiertos que encontró, las europeas comenzaron a sacar una ventaja en el tanteador.

Se necesitaron variantes, porque desde el 17-13 de los primeros minutos del segundo cuarto, Rusia fue despegándose de a poco hasta el 32-18 que fue bajándole el telón a la primera mitad. En ese recorrido, Argentina encontró algunas respuestas con Maza y los oportunos triples de la Colito Saravia y Marín. Desde ahí se buscó una reacción, porque si bien pesó la poca efectividad (cerca del 25% en cancha), las pibas se fueron acercando con ese empuje (35-23).

El trabajo de obrera de Julia Fernández es para destacar. La más joven del grupo se brindó por el equipo y fue una de las banderas del esfuerzo, haciendo un trabajo que no se ve en las estadísticas (7 puntos, la mayoría en el final). Mismo lo de Maza y su despliegue (7 unidades también, más 4 rebotes), algo de Bazán y Marín (desde la individual o la búsqueda de triples) y el juego que buscó generar Baccarelli.

No sería suficiente porque Rusia se fue soltando mucho más ofensivamente, y sostenerle el ritmo a uno de los candidatos del torneo fue demasiado difícil. Las europeas encontraron puntos fáciles más allá de los intentos albicelestes, y más aún cuando sacaron diferencia en los centímetros (promedio de 1,82 para las rusas, con 7 de las 12 arriba de los 1,85 metros, todas sacando las guardias). El tercer cuarto fue el que más pesó, y llegó a sacar 26 de ventaja (56-30).

El juego entró en una meseta desde entonces, Rusia acarició los treinta de brecha (31 fue la máxima) y se mantuvo en esa línea. Dominó las alturas (50 a 37 en los rebotes) y también fue mucho más efectivo (39.4% contra 28.5% en tiros de cancha). Elberg lastimó desde el perímetro, mientras que Savkovich, Koshechnika y Kosu fueron las grandes que pesaron cerca del aro. Rusia controló el termómetro de a poco y terminó demostrando la chapa con la que llegó a este torneo.

Más allá de un final que fue desdibujado, la imagen argentina a preponderar es la actitud y la energía. Cuando supo controlar eso y no excederse, peleó cada pelota, se pasó el balón, fue a la carga del rebote y tuvo algunos buenos aciertos en ataque. Puede ser mejor, por supuesto, y hacia eso deberá obligadamente apuntar ahora.

Terminó siendo una derrota amplia, pero es el momento de dar una vuelta de página rápida y pensar en el rival de mañana: China Taipei. Las asiáticas vienen de perder ante las anfitrionas (99-42 contra Hungría) y en el horizonte aparece como la oportunidad inmediata que tendrá y buscarán las U19 para recuperarse. Este domingo, con el objetivo de sumar su primer festejo en Debrecen

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