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A los 68 años murió David «Coco» Blaustein, un ícono del documental argentino

El realizador argentino falleció este lunes en una clínica porteña, cinco días después de haber sufrido un accidente cerebro vascular (ACV), según informaron sus allegados. Entre sus obras se cuentan las películas "Cazadores de Utopías", "Botín de guerra" y "Hacer Patria", entre otras

El director, productor y guionista David «Coco» Balustein falleció este lunes a los 68 años, dejando atrás una carrera cinematográfica en la que imprimió su fuerte impronta sociopolítica a través del género documental.

El miércoles pasado, Blaustein había sido encontrado en las oficinas de la productora El Zafra, luego haber sufrido un Accidente Cerebro Vascular (ACV), tras lo cual fue internado en una clínica porteña.

Este lunes, pese a haber mostrado mejorías, que llevaron a retirarle el respirador artificial, falleció en el nosocomio, explicó la jefa de prensa de sus películas, Bucky Butcovic.

Miembro de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de Argentina, su carrera dejó películas como Cazadores de Utopías, Botín de guerra (sobre la lucha de las Abuelas de Plaza de Mayo), Hacer Patria, Porotos de soja (codirigido con Osvaldo Daicich) y Fragmentos Rebelados (donde aborda la vida del cineasta argentino desaparecido Enrique Juárez).

A lo largo de su extensa filmografía, en la que también ofició de productor y guionista, Blaustein supo utilizar el lenguaje y los recursos del género documental para ponerlos al servicio del uso de la memoria para recuperar hechos emblemáticos.

Su último film, presentado en el Bafici 2021, fue Se va a acabar, en dirección junto a Andrés Cedrón, en el cual recoge los testimonios silenciados de trabajadoras y trabajadores que participaron en distintos conflictos sindicales durante la última dictadura. El objetivo que perseguían: enfrentar el intento de desmantelar la industria y desarticular a la clase obrera organizada.

El documental cuenta una faceta poco conocida del accionar represivo. En la mirada de los autores, lo que más se conoce es la desaparición forzada de personas, el robo de bebés, el terror y la tortura. También se comenzó a hablar hace algunos años de los responsables civiles de la dictadura, así como también del rol de la iglesia. «Sin embargo, poco se conoce de la resistencia, de eso habla Se va a acabar«, señaló Blaustein a Télam en el marco de una entrevista que esa agencia le hizo en marzo pasado.

«La memoria es pertinente por muchísimas razones. En primer lugar por una cuestión ética y moral hacia los compañeros que ya no están -expresó el documentalista en ese momento-; en mi caso personal son muchos y los tengo presentes. También es pertinente la memoria para que no se repitan; hoy las Fuerzas Armadas no están en condiciones de amenazar la democracia, pero también es pertinente para que la democracia permita seguir juzgando la violencia institucional».

Su debut cinematográfico fue en 1996 con Cazadores de Utopías, una cinta en la que, por medio de entrevistas, traza su visión de la historia de la agrupación Montoneros, y cuyas críticas fueron dispares, tanto por su contenido como por su tratamiento.

Más allá de eso, Blaustein se erigió como un referente del cine sociopolítico argentino. Acostumbrado a verse en diferentes actos políticos del peronismo, en 2004 produjo el documental Papá Iván, dirigido por María Inés Roqué, quien pone su mirada en la vida de su padre, Juan Julio Roqué, uno de los fundadores de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y, más tarde, dirigente de Montoneros.

Continuando con su visión política, en 2009 co-dirigió y produjo Porotos de Soja, un documental en el que se adentra en el conflicto entre el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner y sectores del campo, producto de la resolución 125, que terminó no siendo aprobada por el Congreso de la Nación, tras más de 100 días de disputa.

A su vez, Blaustein era conductor del programa radial Manivela, en Radio Nacional, una emisión en la que abordaba, desde diferentes ópticas, el cine latinoamericano.

«¿Quedan aún discusiones pendientes?», preguntó Télam en marzo, a lo que el director respondió: «Hoy tenemos dos casos que tienen que ver con la memoria, que hace 10, 15 o 20 años ni imaginábamos: lo que está sucediendo con el juicio a los «vuelos de la muerte» en Campo de Mayo y lo que sucede sobre la «contraofensiva montonera», donde se está ejerciendo la memoria sobre algo que es el derecho a la rebelión. Todo eso, rumbo a un mejor futuro».

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