Tras quince días de suspensión, mañana se reinician las audiencias del juicio oral y público de la causa Díaz Bessone que lleva adelante el Tribunal Oral Federal 2 (TOF2) por violaciones a los derechos humanos durante la última dictadura.
El juicio fue suspendido ante la operación a la que debió someterse uno de los imputados, el ex policía José Carlos Scortechini, y mañana comenzarán las declaraciones indagatorias de los acusados, informaron fuentes judiciales.
Junto con la reanudación de las audiencias, desde el Espacio Juicio y Castigo Rosario, que agrupa a organizaciones políticas, sociales, sindicales y de derechos humanos, retomarán las acciones públicas, explicaron en un comunicado.
Así, mañana a las 11 se realizará una radio abierta en el acceso a los tribunales federales de esta ciudad, de Oroño al 900, bajo la consigna de que los acusados «digan a donde están los cuerpos de los compañeros desaparecidos».
Florencia Del Negro, participante de Juicio y Castigo y militante de la Asamblea por los Derechos del Hombre, detalló que «en la actividad se hará eje en los cuatro años de la desaparición del testigo desaparecido Julio López”. “Pintaremos remeras con diferentes consignas; habrá varios artistas y la sorpresa es que cerrará la jornada esta vez un grupo de cumbia», detalló Del Negro.
Por su parte, Ingrid Shegtel, militante de Hijos Rosario, agregó: “Se estará en comunicación directa con el inicio del juicio a (el ex policía Luis) Patti en San Martín, desde donde haremos trasmisiones en vivo» y dijo que «vendrán compañeros de San Lorenzo para explicar el estado de las causas del cordón industrial» del Gran Rosario.
Los acusados en esta parte del expediente que llegó a juicio oral el 21 de julio pasado, son el ex jefe del Comando del II Cuerpo de Ejército, Ramón Genaro Díaz Bessone, los ex policías Scortechini, Mario Marcote, José Rubén Lo Fiego y Ramón Vergara, y el civil Ricardo Miguel Chomicky. Todos están acusados por aplicación de tormentos, privación ilegítima de la libertad y asociación ilícita.
Lo Fiego y Díaz Bessone, además, están procesados por 17 homicidios de detenidos en el centro clandestino que funcionó en el Servicio de Informaciones de la policía local, por donde se estima que pasaron entre 1.800 y 2.000 detenidos-desaparecidos.