Noelia Santinello no está sola. Desde el miércoles 28 de julio, cuando la docente ingresó Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca) con gran parte del cuerpo quemado, familiares, compañeras y organizaciones sociales están pendientes de su lenta recuperación. Ese acompañamiento, que fue crucial para movilizar la causa por tentativa de femicidio que tiene a su ex pareja imputada con prisión preventiva, dio cita este martes a las 19 frente al centro de salud de avenida Pellegrini y Crespo. “Un abrazo solidario para seguir enviando la mayor energía a Noe junto con el reclamo de justicia”, fue la consigna de la convocatoria.
Horas antes de la convocatoria Natalia, hermana de Noelia, contó a El Ciudadano que la jornada arrojó noticias auspiciosas sobre su salud: “El parte de hoy fue mucho mejor. Le sacaron el respirador y le suspendieron los antibióticos. Además la van a cambiar a una sala intermedia. Va a seguir en terapia. Ella no puede hablar porque tiene la traqueotomía. Pero mueve los labios y le entendí bastantes cosas”.
Noelia, que da clases en el Colegio Misericordia (bulevar Oroño 960), ingresó a terapia intensiva del Heca a las 23.30 del 28 de julio. El pronóstico era reservado, con quemaduras graves en el rostro, en el pecho y en los brazos.
“Yo me entero de lo que pasó con Noelia por la escuela el 29 a las 17, por una hermana del Colegio. Él –por Carlos Maliandi Montanaro, pareja de Noelia– se había presentado diciendo que Noelia se había querido suicidar, que se había prendido fuego en el baño de la casa”, relató Natalia.
Cuando Natalia se pudo comunicar con Carlos, este atinó a decir que Noelia “había tenido un accidente menor y que estaba siendo atendida”.
Una docente lucha por su vida en el Heca: su pareja fue detenida por prenderla fuego
“El destacamento –agregó Noelia– lo tendría que haber dejado demorado el miércoles cuando ella ingresó con él hasta que se aclarara qué pasó. Tres veces entró al Heca”, dijo Natalia sobre Carlos, que fue detenido el viernes 30 acusado de quemar a Noelia. Ese día Natalia, con el apoyo de organizaciones, consiguió recuperar a su sobrina por la vía de la Justicia. “Él quería quedarse con mi sobrina, aduciendo que tiene una unión civil”, contó.
“No es que no creí en la versión del intento de suicidio”, explicó Natalia, precisando luego que quien es pareja de Noelia “se comunicó con la escuela y luego fue a decir que mi hermana se encerró en el baño y se prendió fuego. Cuando lo llamé por teléfono, me dijo que soy una caradura, que se trata de un incidente menor, que mi hermana estaba siendo atendida y que al tener unión civil con ella, a mi sobrina le correspondía quedarse con él. Cuando mi cuñada y mi sobrino se acercaron al Heca, él salió corriendo al verlos. Una persona que no tiene que ver con lo que pasó: ¿Se manejaría de esa forma?”.
El domingo 1° de agosto, la fiscal Gisela Paolicelli imputó a Maliandi por tentativa de homicidio agravado por violencia de género en calidad de autor y por tenencia de arma de fuego, por un revólver 22 corto y los proyectiles secuestrados cuando fue allanado en su casa de Ayacucho al 1700.
La fiscal lo acusó de haber causado lesiones térmicas de gravedad en diversas partes del cuerpo de su pareja tras una discusión. Por resolución del juez López Quintana Maliandi quedó detenido en prisión preventiva por 60 días, hasta el próximo 28 de octubre.
“Están juntando la mayor cantidad de evidencia para la nueva audiencia”, confío Natalia sobre el avance de la causa. A la par de esa instancia penal Natalia sostuvo una vez que el caso tomó trascendencia mediática fueron surgiendo testimonios sobre el accionar violento de Maliandi. “Se presentó mucha gente porque Carlos tenía denuncias administrativas de maltrato en el Ministerio de Educación, donde trabajaba”.
Natalia no duda de la responsabilidad de Maliandi. Y contó cómo su hermana fue alejándose de su familia y vínculos desde que empezó a convivir con él: “Ellos se conocen en diciembre de 2019. En febrero él le puso un ultimátum: o Noelia se iba a vivir con nosotros o con él. Ella decide irse a vivir con él. Pero desde ese momento ella corta relación con el mundo, no sólo conmigo. A mi cuñada le contestaba de vez en cuando por SMS que en realidad los contestaba él. Ella cerró todas las redes. Tenía Instagram, Facebook y Whatsapp. Pasó de eso a nada”.