La reelección de Eduardo Buzzi como presidente de la Federación Agraria Argentina (FAA) y la de Hugo Luis Biolcati en la Sociedad Rural (SRA) augura vientos tempestuosos en la mesa de enlace, que podría derivar en una inacción preocupante para el sector rural argentino.
La anunciada búsqueda de coincidencias básicas derivó en honduras difíciles de sortear.
El ideario de FAA está firme resaltado por el hecho de que la institución de 98 años se acerca a su centenario y recrudecen etapas fundacionales donde hubo sangre de chacareros que reclamaban libertad de producción.
Por lo tanto difícil es esperar que Buzzi, quien aspira a ser el presidente de la FAA de los cien años se baje de la segmentación de las retenciones porque el oponente, en la visión federada es el mega productor, los pooles de siembra y los responsables de la concentración de la tierra.
En rigor, vienen tiempos duros de prueba para la mesa de enlace, que según el santafesino Buzzi le “está dando la espalda a los pequeños productores”, un aviso que repitió en varias ocasiones durante el 98 Congreso que decidió su reelección el último viernes en Rosario.
La Sociedad Rural, por su parte, realizó algunos cambios internos en la lista única que le dio la victoria nuevamente a Biolcati para fortalecer la relación con el interior donde tiene delegaciones y hay “necesidades”.
El panorama agro político fue aclarado también por Gerónimo “Momo” Venegas, un referente del gremialismo rural, presidente de Uatre (sindicato de los peones del campo), del Renatre (registro nacional del personal rural) y de las 62 Organizaciones Peronistas.
Respecto del uso y tenencia de la tierra y de la extranjerización dijo: “El campo es de los argentinos, yo no digo que no vengan capitales de otros países a invertir, pero esencialmente que mantengamos la posibilidad de que los dueños de los campos sean colonos y empresarios nuestros”.
“Muchas veces uno ve que vendemos tierra y a lo mejor el objetivo de esa venta no es solamente la producción sino los espacios de agua que tenemos en el país”, razonó el sindicalista, adscripto al llamado Peronismo Federal.
El otro tema que está entroncado con las diferencias en el seno de la mesa de enlace se traslada por extrapolación a los agro-diputados y a todo el Congreso en general.
Pocos dictámenes y muchas discusiones, se dice al respecto.
Para Venegas, hay que entender que en el Parlamento hay más de cien diputados que piensan distinto y es difícil ponerlos de acuerdo.
También le mandó un mensaje luego del acto inaugural de FAA en Rosario al gobernador de la provincia agropecuaria más grande del país, Daniel Scioli (Buenos Aires). Le dijo: “Si hoy se plantara y nos pidiera a todos los bonaerenses que lo ayudáramos a luchar por la coparticipación de la provincia ante el gobierno nacional, porque es un derecho, seguramente toda la provincia se va a parar detrás de él”.
Antes, aclaró que se deberían quitar las retenciones del maíz y del trigo, en pos de la necesaria rotación para cuidar el suelo y de evitar la pérdida de la fertilidad.
El tema de los colonos no es menor, porque tiene que ver con el arraigo en el campo y en los pueblos “del interior profundo”, según Buzzi.
Brasil logró que se instalaran 550 mil familias y se cubran 43 millones de hectáreas, recordó el dirigente, algo impensable en la Argentina de hoy, la que registra desaparición de productores que emigran a los centros urbanos.
Luego de desgranar su ideario, en el discurso inaugural de Rosario Eduardo Buzzi finalizó con una reflexión: “Producir en la Argentina es un acto de patriotismo” o será, “porque somos la tercera generación que se queda en el pago”.