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Newell’s continúa sin poder ganar de visitante y desperdició la chance de prenderse en la tabla

Cuando sale del Coloso es otro. No hay una explicación lógica, aunque sí está relacionada con una baja visible del rendimiento general. Pero la realidad es que Newell’s no puede sacarse de encima la mochila de no ganar fuera de casa, y con la derrota 2-0 ante Defensa dejó escapar una chance de prenderse arriba.

La situación ya es para trabajar mentalmente, ya que la propuesta de Gamboa, al menos desde el mensaje, es la misma que cuando el equipo juega en el Coloso. Pero los resultados son distintos, y mucho. Como local sacó 10 puntos y está invicto; afuera sumó apenas un punto y aún no hizo un gol. Y así, pelear arriba es imposible.

El partido arrancó desprolijo, con más ímpetu que juego. Defensa propuso intensidad para recuperar la pelota y enseguida tratar de atacar por los costados, y Newell’s salió con demasiado apuro, y eso lo hizo un equipo tremendamente impreciso.

El Halcón quiso aprovechar esos primero minutos de desconcierto leproso, donde el equipo de Gamboa no podía hacer pie, pero los intentos de ataque terminaron en despejes de Lema y Mansilla o buenos cierres de Compagnucci. La única vez que el local logró vulnerar ese cerrojo, Aguerre despejó con los pies y Bou le pegó desde afuera del área sobre el travesaño.

Newell’s se acomodó cuando Nico Castro se acomodó al partido. El talentoso volante empezó a tomar contacto con la pelota y la Lepra fue otro equipo. El juvenil enganche rojinegro le dio luz a una primera parte llena de oscuridad y empujó el partido hacia el arco de Unsain. Pero como sucedió en otros cotejos de visitante, a Newell’s le costó terminar las jugadas. Amenazó, pero no concretó.

Tuvo un par de chances, con un remate de Negri que fue derecho a las manos de Unsain, o un centro de Giani que encontró la cabeza de Sabbag por detrás de todos, pero el colombiano no pudo darle dirección hacia la red y la pelota se fue cerca del palo.

Newell’s terminó mejor parado el primer tiempo. Con un Defensa que se fue desdibujando y nunca pudo imponer ese vértigo que propone siempre Becaccece. El semblante cuando se fue la Lepra a los vestuarios era bueno, aunque la preocupación pasaba una vez más en cómo llegar al gol, algo de que visitante aún era una intriga sin resolver.

El complemento arrancó adormecido, con los dos equipos a la espera de ver qué le podía entregar el partido. Y fue Defensa el que encontró el regalo. Tras un lateral, Cacciabue falló en la marca, Contreras pivoteó ante Lema y Hachen, de frente al arco, definió abajo.

El gol impactó en la Lepra. Lo desconcertó, lo hizo trastabillar. Y enseguida el local pudo sentenciar el pleito. Bou quedó mano a mano con Aguerre, pero demoró, y entre el arquero y Compagnucci impidieron el gol.

Gamboa se la jugó con el ingresó de Scocco por Cacciabue y a los pocos minutos el partido le dio la chance a la Lepra para empatar. Nacho le puso un pase perfecto al vacío a Sabbag, y el colombiano la picó ante la salida de Unsain, pero la pelota pegó en la parte externa de la red.

Casi sin proponérselo, Defensa llegó al segundo. Merentiel arrancó desde lejos, Maccari no lo tapó porque se chocó con Herrera, y la pelota derivó en Pizzini, que casi en la misma posición de Hachen, vulneró a Aguerre para el 2-0, a esa altura definitorio.

Con poco, Defensa y Justicia le ganó a Newell’s, que sigue sin poder ganar fuera del Coloso, ni siquiera pudo gritar un gol. Y es preocupante.

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