Dante Felitte tiene 10 años y en 2018 fue diagnosticado con leucemia linfoblástica aguda. “No tenía muchas ganas de comer, padecía mucho cansancio, de los 30 días del mes, 20 los pasaba con fiebre. El detonante fue un día que lo llevaba a un cumpleaños de otro niño y me dijo que se quería volver”, relata Damián, su padre. “Lo llevamos a su pediatra, le hicieron a análisis y nos dijo «no nos gusta nada», porque todos los valores estaban fuera de los normales”. Lo internaron de inmediato en el Sanatorio de Niños. Y hace una semana lo trasladaron al Hospital Italiano de Buenos Aires, donde recibe un tratamiento experimental. Le dan una medicación que proviene de Estados Unidos y lo preparan para recibir el trasplante de médula ósea que necesita. Su familia pide colaboración para sustentar los gastos que implica todo este cambio de vida para recuperar la salud del pequeño.
Damián recuerda que el 3 de agosto la pediatra les dijo que su hijo podía tener leucemia. Desde ese momento, la vida de él, Lourdes, la mamá, y la hermanita de Dante, de tres años, cambió drásticamente.
La obra social se hizo cargo sin excusas del costo del tratamiento que necesita Dante. Pero los gastos que la familia debe afrontar para vivir en otra ciudad, los traslados y el sustento son un problema extra. Damián y su esposa dejaron sus trabajos en Rosario para mudarse a un departamento en Buenos Aires, a unas 40 cuadras de donde está internado su hijo.
Este jueves, la médica Mónica Maquilla les explicó que esta primer parte del tratamiento implica estar internado al menos un mes. Damián supo, por conversaciones con otros padres en el hospital, que ese tiempo puede llegar a prolongarse hasta seis meses. Es por ello que no saben cuánto tendrán que sostener esta vida lejos de su hogar en Rosario.
Antes de trasladarse a Buenos Aires, hace tres meses, la familia se había mudado a un nuevo hogar desde Fisherton al centro de Rosario para estar cerca de la escuela de Dante, el Colegio San José, y del Sanatorio de Niños.
Dante necesita un trasplante de médula ósea, y ya está en lista de espera. El tratamiento ensayo que recibe lo prepara para esa instancia. “Es el segundo paciente del país en recibirlo”, explicó su papá. Es difícil, pero él y Lourdes tienen esperanzas: “De acá, Dante tiene que salir curado”, les dijo Mónica, la médica que está más cerca su hijo.