Newell’s necesita ganar. La expresión no debería sorprender, ya que siempre se juega con el objetivo de la victoria. Pero a veces hay partidos donde el triunfo es más imperioso, donde otro resultado implica incomodidad de cara al futuro.
La Lepra es un equipo inconsistente. De local juega de una manera, con más ímpetu, mayor templaza y mejor juego. Incluso con rendimientos individuales altos. Y cuando sale del Coloso se desdibuja, falla y lo paga caro. Por eso, enfrentar a Atlético Tucumán en casa (14.30 de este lunes) otorga mayores garantías de victoria. Y el equipo necesita sumar de a tres.
¿Por qué la urgencia de triunfo? Newell’s inició el torneo con tres victorias en casa que lo pusieron arriba de la tabla. Pero afuera no suma y el empate en el Clásico se sintió poco. Ya son tres cotejos sin ganar, y después del Decano aparecen Colón, River y Lanús, rivales complicados. Por eso un triunfo puede tener valor extra, para entender que la propuesta de Gamboa tiene sustento, y para darle al grupo un empujón anímico tras quedar estancado a partir de resultados que no esperaba.
Gamboa tiene que cambiar otra vez. En esta oportunidad no es por alguna lesión. El flojo rendimiento de Giani le abre un lugar a Garro, quien hasta ahora nunca fue titular. Pablo Pérez y Scocco vuelven a los once tras un descanso físico que el cuerpo técnico creyó necesario (salen Cacciabue y Sabbag), y hasta último momento el DT esperará por incluir o no a Julián Fernández, quien no juega desde hace 45 días y sin dudas el equipo lo sintió.
Hay irregularidad en algunos jugadores, y eso obliga a Gamboa a debatir entre darles confianza o buscar otra alternativa. Pasó con Juan Sforza, que no pudo ser Julián Fernández y al final el DT tuvo que darle la chance a Maccari. También sucedió con Giani, que tras romperla ante Estudiantes le costó estar cerca de ese nivel. Incluso Maxi Comba, figura en el Clásico, anduvo muy mal a los pocos días ante Defensa. Y esa irregularidad individual, sin dudas afecta lo grupal.
Newell’s necesita recuperarse. Frenar a tiempo un envión negativo y acomodarse de nuevo en la zona expectante de la tabla. Debe corregir errores, volver a confiar, sacar a relucir el carácter mostrado cada vez que juega en el Coloso. Y sentir que esas tres victorias en casa no fueron casualidad.