Belén Canonico, Noticias Argentinas
Cuando el mundo se paró a raíz de la pandemia de Covid-19 y las producciones audiovisuales se vieron duramente afectadas, ya que todavía no había protocolos para poder trabajar de manera presencial, el cineasta Leo Damario y la actriz Cecilia Peckaitis tuvieron una idea: llevar a la pantalla la historia de Victoria, una heroína que tras sufrir un abuso se convierte en una psicóloga vengadora para ayudar a otras mujeres que pasan por lo mismo que pasó ella.
Con la producción de Little Bull, con Gisela Asmundo a la cabeza, el guión de Nora Mazitelli y un gran elenco de actores en el que se destacan Inés Estévez, Benjamín Vicuña, Natalie Pérez, Federico D’Elía, Emilia Attias y Andrés Calamaro, pusieron en marcha Victoria, la primera “lockdown fiction” nacional, que se grabó íntegramente durante la fase 1 de la cuarentena y el pasado viernes 27 de agosto llegó a la plataforma Amazon Prime Video.
Para Cecilia, que tiene un largo recorrido en los medios como modelo y conductora, la serie representó la oportunidad perfecta para cumplir el sueño que la acompaña desde chica: actuar. “Siempre quise ser actriz. Estudié teatro muchos años, pero la vida me fue llevando por otros lados. Empecé como modelo, después como conductora, trabajé en un canal de música que me dio una proyección internacional y me fui a vivir a Los ángeles. Ahí tenía mi propia agencia de modelos y actrices, pero era un momento personal en el que no quería establecerme allá”, cuenta en diálogo con Noticias Argentinas.
Aunque no había tenido oportunidad de iniciarse en la actuación, Damario -quien también es su pareja y padre de su hija Amatista- confió en su talento y la eligió para encabezar el proyecto. “La idea de la serie la desarrollamos juntos, pero Leo podría haber elegido a una actriz conocida para que fuera la protagonista y sabiendo mi deseo de actuar, insistió mucho. Es un compañerazo”, destaca la artista, que al momento del rodaje estaba embarazada.
El amor de la pareja, el compañerismo, la complicidad en un insólito set de filmación, en el que salvo ellos dos, el resto del equipo trabajó a distancia marcó la diferencia y obtuvo como resultado 8 capítulos de 20 minutos cada uno. “La serie tiene algo de comunión entre las personas, porque estamos en una era individualista, pero uno sin la ayuda de los otros no puede hacer nada”, reflexiona Peckaitis. Y agrega: “Ese trabajo hizo que la cuarentena no fuera tan frustrante para nosotros, que volvamos todo nuestro amor y pasión al trabajo. Nuestra casa era el set de filmación. En un momento en el que todos la estaban pasando tan mal, nosotros estábamos tan bien que me da culpa, pero también es la realidad. En los momentos más difíciles la creatividad te salva”.
—Te tocó el papel protagónico de Victoria sin tener interacción con el resto de tus compañeros ¿Cómo fue esa experiencia?
—Tuve que grabar muchas veces mis escenas antes de que las grabaran mis compañeros, entonces no sabía el tono de mi partenaire. Pero Leo logró mantener un cierto tono con todos los artistas para que estuvieran en sintonía. Uno cuando la serie no se da cuenta y es súper interesante. Empecé este trabajo súper enamorada de mi pareja, pero cuando vi todo lo que hizo, me enamoré mil veces más, porque fue un trabajo titánico.
—Tu personaje es muy particular, ya que luego de pasar por un hecho traumático se convierte en una vengadora ¿Cómo lo preparaste?
—Cuando estábamos pensando el personaje me acordé del caso de una modelo llamada Karen Mulder que fue muy conocida en su época y desapareció de los medios luego de denunciar en la televisión francesa el abuso de distintas personas, entre ellos uno de los directivos de su agencia y algunos familiares. La trataron de loca y no volvió a trabajar, pero destapó el tema de los abusos de parte de los directivos de la agencia en la que trabajaba. Ese fue uno de los casos reales en los que me inspiré, pero también recurrí al lenguaje del cine, el cómic, las heroínas.
—¿Sentiste una responsabilidad especial por el contexto actual, en el que las mujeres tienen mucha más relevancia a nivel social?
—El personaje tiene mucho que ver con el mundo del artificio, de la imaginación y la creatividad, porque es una psicóloga que sale a la calle vestida con un traje vinílico a cazar machirulos y es algo difícil que pase en la vida real, pero sentimos que era necesario que los casos que toma Victoria son casos cotidianos, que están en la agenda de violencia de género y son verosímiles. Es interesante el contrapunto. Creo que muchas mujeres se van a sentir identificadas.
—¿Volcaste algo de tu experiencia personal como modelo?
—Sí. Estamos en un momento en el que las mujeres somos más conscientes de los que podemos hacer y qué no, lo que nos pueden pedir… Me acuerdo que cuando recién empezaba, que tenía 18 o 19 años, hice una prueba de vestuario y el creativo publicitario me hizo desfilar. No pasó nada, pero era una situación raro, ¿era necesario que desfilara? También pasaba mucho que te decían de encontrarte con tal fotógrafo que quiere hacer fotos. Eso es nada al lado de lo que puede pasar, pero habla de cierto abuso de poder que en el mundo de la moda suceden de esta manera y otros suceden de otras.
—¿Qué otros proyectos tenés para el futuro?
—En principio tenemos muchas ganas de hacer una segunda temporada de Victoria. Leo también está trabajando en otra serie en la que voy a participar, pero con un personaje secundario. Y más allá de eso, yo estoy feliz por estar enamorada, haber hecho un proyecto tan grande con mi pareja y poder disfrutar de mi familia.