“Bailando por una banca es una crítica, desde la política, a los partidos que se esconden atrás de famosos porque no se animan a dar la cara. Y sobre todo a lo que está detrás de esos rostros conocidos: las mismas estructuras partidarias de siempre, que seguirán siendo las que tomen las decisiones”. Así explicaron los organizadores la intervención artística que se desarrolló en Córdoba y Corrientes, donde se montó una escenografía que imita la del programa conducido por Marcelo Tinelli. Hubo parejas de baile y hasta gigantografías del jurado de “Bailando por un sueño”.
Los creadores de la idea son Ciudad Futura y artistas rosarinos de distintas disciplinas, motivados por la masiva incorporación de famosos en las diferentes listas de candidatos al Concejo Municipal. Aseguran que: “En un momento de crisis como el que vivimos es donde más política necesitamos. Y que la política se esconda detrás de figuras reconocidas genera malestar. Creemos que necesitamos exactamente lo contrario: más y mejor política. Y eso no se hace con estrellas individuales, se hace con proyectos colectivos fuertes que pongan ideas y discusiones serias sobre la mesa”.
En el cruce de Córdoba y Corrientes se desplegaron desde juegos para adivinar quiénes son efectivamente esos famosos que se candidatean en la ciudad y en todo el país, hasta shows de parejas de baile y otros espectáculos de artistas callejeros de la ciudad.
“Las candidaturas políticas y las campañas electorales deberían ser oportunidades para dar discusiones de fondo, contrastar ideas y proyectos. Más en tiempos como los que atravesamos. Que la política en lugar de hacer eso recurra a figuras individuales reconocidas para juntar votos nos parece mezquino y desacoplado de la delicada realidad que nos toca vivir. Y Bailando por una banca es la forma que encontramos para defender la buena política y criticar su farandulización”, afirmaron.
“Lo que nos llama la atención de este fenómeno es que el interés de los famosos por la política casualmente surja en años electorales y para encabezar una lista. Nunca surge el interés de ir a laburar a un barrio, un comedor, algo que cualquier militante hace cotidianamente. Repiten los peores vicios de la política que dicen criticar”, concluyeron.
