El gobierno del presidente Jair Bolsonaro decidió apenas 51 minutos antes del comienzo del partido entre Brasil y Argentina por las eliminatorias sudamericanas rechazar un tratamiento excepcional, con protocolos de Conmebol, a los cuatro jugadores del seleccionado albiceleste que habían estado en el Reino Unido y que fueron el eje de la escandalosa interrupción del partido.
Así lo revela un documento electrónico oficial del Ministerio de Salud enviado a Alejandro Domínguez, presidente de Conmebol, a las 15.09 del domingo, 51 minutos antes del inicio del partido, cuando ya los jugadores estaban en el vestuario del estadio Neoquímica Arena de Sao Paulo saliendo para el calentamiento precompetitivo.
«Considerando todos los detalles del caso tras la investigación epidemiológica, se entiende que hubo omisión de información por parte de la delegación argentina en relación a los viajes de los cuatro jugadores, incurriendo así en una infracción sanitaria», dice el oficio del Ministerio de Salud revelado por el diario Folha de Sao Paulo.
Brasil tiene una resolución del 22 de junio pasado que obliga a hacer cuarentena a los pasajeros que han estado en los últimos 14 días en Reino Unido, India y Sudáfrica a raíz de la pandemia del coronavirus.
Emiliano Martínez, Emiliano Buendia, Giovani Lo Celso y Cristian Romero están acusados de alterar sus declaraciones juradas para ingresar a Brasil el pasado viernes por lo que están siendo investigados por falsedad ideológica por la Policía Federal.
El Ministerio de Salud dijo que las medidas de excepción «deben ser adoptadas antes el embarque, lo que fue ignorado en este caso».
El documento destinado a Domínguez fue firmado electrónicamente a las 15.09 del domingo por Alessandro Glauco dos Anjos de Vasconcelos, viceministro adjunto de Salud.
Con esa negativa de cuño político del Gobierno federal brasileño, Anvisa invadió el campo de juego e interrumpió con agentes de la Policía Federal la realización del partido, cuando se llevaban disputados apenas 5 minutos.
