Japón levantará el estado de emergencia impuesto en Tokio y otras 18 de las 47 prefecturas del país a partir del próximo 1 de octubre, informó este martes el primer ministro, Yoshihide Suga, ante el sostenido declive del número de contagios de coronavirus en todo el país.
«Gracias al buen trabajo de todos, el número de contagios diarios, que estuvo arriba de 25.000 en agosto, cayó a 1.128 personas ayer», dijo Suga en una reunión con el comité de expertos que asesora al Gobierno, citado por la agencia de noticias AFP.
Agregó que «la ocupación de camas de hospitales en todas las regiones volvió a menos de 50%. El número de enfermos graves alcanzó su nivel máximo a inicios de septiembre y desde entonces viene cayendo».
Por ejemplo, ayer, Tokio registró por primera vez en seis meses menos de 200 nuevos casos de Covid, si bien el número repuntó este martes a 248.
En este contexto, Suga anunció que las autoridades se centrarán ahora en «asegurar el sistema de atención médica, implementar medidas de prevención de infecciones exhaustivas y acelerar la vacunación».
Las medidas de emergencia, que en general limitaron la venta de alcohol, los horarios de apertura de restaurantes y el número de asistentes a eventos grandes, estuvieron vigentes gran parte del año, incluso durante las Olimpiadas.
Pese al fin del estado de emergencia, el gobernante recomendó que los bares y restaurantes continúan cerrando temprano, a las 21.
Japón ha sido menos golpeado que muchos otros países por la pandemia, con alrededor de 17.500 muertos entre su población de 125 millones, y el Gobierno nunca impuso órdenes estrictas de permanecer en casa.
Sin embargo, internamente, la gestión de la pandemia generó mucho razón, incluida la campaña de vacunación que comenzó tarde y de manera muy lenta.
Actualmente, la vacunación avanza rápido y el país ya tiene al 58% de su población con el esquema completo.
Según las previsiones, las restricciones se irán aliviando de forma gradual.
Durante el primer mes, la limitación del aforo en eventos y actividades multitudinarias pasará de 5.000 a 10.000 personas, el 50% de la capacidad máxima, y los locales de restauración que ahora cierran a las 20 podrán trabajar una hora más.