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Firmó una condena a perpetua por el femicidio de quien fue su pareja durante 20 años

Un hombre de 68 años acordó en un juicio abreviado la pena máxima de prisión tras admitir el crimen a golpes de Ana María Alurrulde, hermana de un juez federal de Reconquista, a quien primero hizo pasar como víctima de un robo

Un hombre de 68 años fue condenado este miércoles en Santa Fe a la pena de prisión perpetua por el femicidio a golpes de su pareja en 2019 y el posterior armado de una escena para simular un robo, informaron fuentes judiciales.

La condena fue alcanzada en el marco de un juicio abreviado y recayó sobre Santiago Daniel Fernández, a quien los jueces Nicolás Falkenberg, Luis Octavio Silva y Gustavo Urdiales le dictaron prisión perpetua por homicidio calificado por mediar violencia de género (femicidio), en perjuicio de Ana María Alurralde, quien era hermana del juez federal de Reconquista, Aldo Mario Alurralde. Tras el femicidio, el magistrado escribió una sentida carta pública a la sociedad santafesina donde además de su hermana menciona a otra mujer que también fue pareja de su ex cuñado y encontró un final igual de trágico.

El femicidio de su hermana fue investigado por la fiscal Ana Laura Gioria en representación del Ministerio Público de la Acusación (MPA). La fiscal relató que “en un primer momento, el condenado hizo una denuncia en la que decía que su pareja no había regresado a la casa en la que vivían” y agregó que “manifestó que le habían sustraído su auto”.

Gioria dijo que “ya en las primeras testimoniales que se tomaron, familiares y allegados a la víctima dieron cuenta de los actos de violencia, el hostigamiento y el control al que la mujer era sometida por Fernández”.

“De hecho, fue uno de los testigos el que informó que el propio Fernández le confesó haber cometido el femicidio» y contó que además «precisó dónde había ocultado el cuerpo de la mujer y el vehículo que fue falsamente denunciado como robado”.

El testimonio de esa persona fue veraz, ya que “tanto el cadáver como el automóvil estaban en ese lugar”.

La fiscal Gioria destacó que “más allá de la denuncia falsa que radicó inmediatamente después de cometer el ilícito, en la audiencia del juicio abreviado, Fernández reconoció su responsabilidad penal”.

En la causa quedó acreditado que el femicidio fue cometido entre las 18 del jueves 17 de octubre de 2019 y las primeras horas del día siguiente, en la vivienda que habitaban la víctima y Fernández, ubicada en Regis Martínez al 4000 de la ciudad de Santa Fe.

La fiscal dijo que «con la intención de quitarle la vida a la mujer, Fernández la golpeó en reiteradas oportunidades con los puños y con un objeto contundente”, por lo que Alurralde «falleció a causa del ataque”.

Gioria afirmó que el femicidio “sucedió en un contexto de violencia de género en el que Alurralde estaba inmersa”, e insistió en que “de la investigación se desprende que el hombre sometió psicológicamente a la víctima durante años”.

Fernández fue condenado como autor del delito de homicidio calificado por el vínculo y por haber sido perpetrado por un hombre en contra de una mujer, mediando violencia de género.

El caso

Ana María Alurralde tenía 59 años. La encontraron muerta el sábado 19 de octubre de 2019 en un zanjón ubicado en General Paz y Las Mandarinas, en la localidad de Monte Vera, a unos 15 kilómetros de la ciudad de Santa Fe. El viernes a la mañana, su pareja, quien entonces tenía 66 años y convivía con ella hacía dos décadas en el barrio Schneider de la capital provincial, había denunciado la desaparición de la mujer. Pero poco después quedó demorado por inconsistencias en sus declaraciones. Los vecinos dijeron que ambos tenían hijos de relaciones anteriores y que se los veía siempre juntos.

No obstante, el juez hermano de Ana María mencionó como móvil del crimen una inminente separación y no dejó de mencionar una relación anterior del acusado con otra mujer que lleva más de 30 años desaparecida.

Se trata de Marta Romero quien, según detalle el magistrado en la carta abierta, permanece desaparecida hace más de tres década. La última vez que la vieron fue frente al hospital Iturraspe de Santa Fe y su auto también fue encontrado abandonado.

“Paradójicamente ambas mujeres se encontraban en trámite de separación. Dos mujeres que durante dos momentos de la historia (pasado y presente) estaban desaparecidas, dos autos abandonados y la policía investigando, en ambos casos, la hipótesis de un secuestro o fuga voluntaria”, escribió el juez en su descargo público.

“Mi familia sabía y conocía sobre la desaparición de Marta Romero, pero creyó en lo que la pareja de Ana siempre había dicho: «su desaparición habría sido por un secuestro o quizás por una fuga voluntaria con otro hombre» presentándose su narrador como una víctima más de esa situación ya que Marta «había dejado además» una beba de meses que tenían en común. Cómo no íbamos a creer en el relato de ese hombre si la justicia en tantos años jamás había puesto en dudas su inocencia. Tal vez el esclarecimiento de este hecho anterior pudo haber evitado la muerte de Ana”, concluye.

Carta abierta del juez Aldo Alurralde por femicidio de su hermana, Ana María

 

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