El ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández, junto al gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, y el director nacional de Gendarmería Nacional, comandante general Andrés Severino, presentaron en el mediodía de este jueves la llegada de 575 efectivos de esa fuerza a la provincia.
El acto tuvo lugar en el Museo del Deporte Santafesino de la Ciudad de Rosario, sobre avenida Ayacucho al 4800, y fue transmitido por Parámetros de Presidencia y Redes Sociales.
El nuevo esquema de reorganización de las fuerzas federales prevé también la creación de una nueva Unidad Móvil de Gendarmería nacional ad hoc en Rosario, dedicada a la lucha contra el narcotráfico y el delito complejo, que se integrará con 1.000 gendarmes más que desembarcarán escalonadamente hasta el mes de marzo del próximo año.
El nuevo desembarco federal, anunciado en el acto del que también tomaron parte el intendente Pablo Javkin y el ministro de Seguridad provincial Jorge Lagna, se produce en medio de un rebrote de la violencia urbana ligada al narcomenudeo, a un mes de las elecciones generales de medio término.
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Según adelantó el ministro Aníbal Fernández, las acciones consistirán en “operaciones policiales de control intensivo y reforzado y de intervención, para la ciudad de Rosario como esfuerzo principal y localidades aledañas como esfuerzo secundario”.
“Será un dispositivo de seguridad simultáneo y progresivo mediante la combinación de controles fijos y patrullaje móvil, parte del operativo de agentes federales para combatir el narcotráfico en la provincia de Santa Fe, especialmente en la ciudad”, detalló Fernández.
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Las tropas, integradas por mujeres y hombres, ya están operativas y comenzarán a trabajar a través de un diagrama previamente analizado por las autoridades nacionales y provinciales. La prioridad será trabar en los barrios más conflictivos de Rosario sin descuidar el resto de la ciudad.
Tras el breve acto, Fernández junto al gobernador Perotti dialogó con la prensa y en uno de sus primeros conceptos agradeció a los efectivos de Gendarmería, «que ya están listos para trabajar y tendrán una tarea difícil de aquí en más».
Por otra parte, el titular de la cartera de Seguridad nacional reafirmó lo dicho este miércoles por su par santafesino Lagna: «Estas fuerzas vinieron para quedarse».
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“Con nuestra institución policial no podemos enfrentar la magnitud del desarrollo de estas organizaciones criminales. La Policía de Santa Fe entró en una etapa de cambios profundos que no tiene vuelta atrás”, dijo por su parte Perotti, en referencia a los proyectos de reforma que están en la Legislatura. “No hay vuelta atrás, hay una transición necesaria de la formación, en el equipamiento, en su capacitación y la incorporación de nuevos agentes”, añadió.
«Hasta aquí se han ido jefes que parecían condecorados, mientras que la institución estaba cada vez más degradada y la gente con mayor desconfianza. Muchos de ellos están condenados y presos en una clara señal de que se ha marcado una clara línea divisoria y tiene todo nuestro respaldo en la vocación plena y el compromiso con la ley”, evaluó el mandatario provincial.
“Necesitamos más gente en la prevención, cuidando a nuestros vecinos y esa instancia de transición la vamos a hacer en el mayor tiempo posible, con el mayor nivel de capacitación. Cuando ingresamos, se retiraron mil agentes e ingresaron 400, este año van a sumarse 1.600 y el año próximo otros 2.500”, evaluó Perotti, quien destacó que el presidente Alberto Fernández cumplió con su promesa de enviar más efectivos. “Fue muy claro, la Nación no podía permitir que esto pase en su territorio. Es clave que estén ayudándonos en el ejercicio del poder de policía”, cerró.
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