“Qué decimos cuando decimos amor, de qué estamos hablando; nos preguntamos si el amor es igual en todos los idiomas, cuál es la sensación del amor, desde qué lugar hablamos del amor, qué amamos cuando amamos. También nos preguntamos si algunas veces jugamos a que amamos o actuamos el amor para no estar solos. Son todas preguntas cuyas respuestas quedan flotando en este juego con los actores”, dice la directora rosarina Alex Campá respecto de su regreso a la cartelera local.
Se trata de algunos de los tópicos por los que atraviesa Sueño postnuclear, la obra teatral de la dramaturga y directora porteña Lola Arias en versión y con dirección de la rosarina Campá, al frente de la Compañía Teatral Hijos de la Gran, que regresa este domingo a la cartelera local revisada y aggiornada (se conoció una primera versión en 2017), ahora de la mano de los actores Noelia Álvarez y Nicolás Costantino.
“Un hombre y una mujer se burlan del amor de la vida y de la muerte”, adelanta el parte de prensa de esta propuesta que cuenta con diseño lumínico de Moderno Burgo y escenografía de Gabriela Vercelli, que se podrá disfrutar en dos únicas funciones, este domingo y el próximo, en Casona Yiro, espacio que de este modo reabre sus puertas a la presencialidad.
“Volvemos al teatro con todo el fuego, con una propuesta íntima donde el público podrá palpitar de cerca algo parecido al fin del mundo, respirar el caos en medio de un clima postnuclear donde una pareja se resiste en medio de la noche a renunciar al amor que alguna vez existió, exponiendo sus debilidades y miedos sin metáforas”, escribió Campá.
“Vuelvo sobre este material porque me interesa la dramaturgia de Lola Arias, en particular su trilogía integrada por las obras «Striptease» y «Sueño con revolver» y «El amor es un francotirador»; este es un díptico donde tomo las dos primeras partes y trabajo con las dos obras juntas; hago una puesta con esos dos materiales. En 2017, con otros actores que ahora están en Barcelona, hicimos doce funciones con esta misma dramaturgia, pero esta es otra obra porque este es, también, otro tiempo donde pasó una pandemia”, contó Campá a El Ciudadano.
“A fines de 2019 empezamos a trabajar con esa misma idea pero con otros cuerpos y otra idea de puesta en escena, donde pude trabajar cuestiones que me habían quedado como en una especie de borrador. De todos modos, fue un proceso de ensayos que arrancó y nos agarró la pandemia, dado que teníamos previsto estrenar en marzo del año pasado. Por lo tanto, en medio del aislamiento pandémico, como pasó con tantos otros proyectos, fueron ensayos virtuales, consignas e ideas hasta por audio, y nuevos borradores, hasta poder llegar al estreno de este domingo que nos pone muy feliz”, destacó la directora.
Finalmente, en un sentido más amplio y poniendo a la pandemia y todos sus daños colaterales en diálogo con un material que, en ciernes, habla de un final apocalíptico, Campá expresó: “Es una nueva propuesta sobre un mismo texto que se resignificó y adquirió otro carácter porque, precisamente, habla de dos personas que están encerradas, que tratan de sobrevivir a partir de los momentos a los que alude el relato, de apelar al recuerdo, por eso no se sabe si están soñando, si es un deseo o si lo que está pasando es la realidad”.
Para agendar
Sueño postnuclear, díptico teatral a partir de textos de Lola Arias, con las actuaciones de Noelia Álvarez y Nicolás Costantino bajo la dirección y con puesta en escena de Alex Campá, al frente de la Compañía Teatral Hijos de la Gran, se presenta este domingo y el próximo, desde las 20.30, en Casona Yiro ( http://@casona.rosario), de San Lorenzo 2157. Las reservas, con capacidad limitada, se realizan a través del 341-6909318
