Antonella Trivissono tenía 6 años cuando falleció en un accidente de tránsito. Sus padres donaron sus órganos y desde aquella tragedia comenzó una labor incesante para lograr que más personas donen sus órganos. El nombre de la pequeña quedó plasmado en una calle de la ciudad. El pasaje 720 a partir de este domingo recibe de manera oficial el nombre de Antonella Trivissono. Es una calle que va desde avenida Carballo al 500 hasta French, en la zona norte de la ciudad.
Este 31 de octubre se realizó el acto que comenzó a las 9.30 en el Monumento a la Bandera con una caminata por toda la costa central hasta llegar a la nueva calle pasadas las 11 de la mañana. “La idea de la caminata, más allá del acto oficial que encabezará el Concejo Municipal es un poco lo que nosotros entendemos por donación: ese recorrido, compartir con el otro, dar la mano cuando uno está cansado de seguir o viceversa, es esa forma de ver la vida, de transitar y experimentarlo con la caminata”, dijo Silvia Trivissono, mamá de la pequeña a El Ciudadano.
Con una bandera colgada con las palabras «Donación de órganos» sobre el edificio lindero, un cartel con la foto de la niña y mucha gente, se celebró que el tramo lleve el nombre de Antonella. Participaron la concejala Daniel León impulsora del proyecto que dio lugar al homenaje, los ediles Alejandro Rosello, Caros Cardozo, Alejandra Gómez Sáenz, Verónica Irizar, Norma López, Lisandro Zeno, Fabrizio Fiatti, el intendente Pablo Javkin, las autoras del proyecto Sivlia Grecco y Guadalupe Palacio Gómez, la ex intendenta Mónica Fein, toda la familia Trivissono y muchas asociaciones e instituciones involucradas con la causa y con la donación de órganos.
El papá de Antonella, Alejandro mencionó que «hace más años que la recordamos que lo que la tuvimos. Es una gran alegría que una calle de la ciudad lleve el nombre de Antonella, fue capaz de dar y de recibir y todos lo merecemos, y tuvo la oportunidad de donar sus órganos, desde este amor para la vida y queremos que sea esta calle una calle de amor y de felicidad».
Silvia no improvisó y escribió en su celular un texto que comenzó así: «Hoy es un día de encuentro, nos encontramos caminando y ayudando a caminar… gracias hija por tanto…hoy encontraste un lugar en la ciudad y nos queda cerca para visitarte, te amamos por siempre chiquita, gracias por tanto».
Daniela León agradeció a todos los concejales de la ciudad por el voto unánime para una iniciativa que involucra la donación de órganos y en particular a Antonella Trivissono, también agradeció a Mario Perichón director del Cudaio, institución provincial de organismo dependiente del Incucai. El intendente, Pablo Javkin por su parte, dijo: «Convertir el dolor en alegría debe ser de de los desafíos más difíciles y en este caso es convertir el dolor en vida», en referencia al trabajo y a la lucha de los Trivissono.
Calles con nombre femeninos en Rosario
Que la calle tenga el nombre, en este caso de Antonella Trvissono tiene que ver con un proyecto presentado por Silvia Greco y Guadalupe Palacio Gómez, compiladoras de las nomenclaturas e historias de las calles de esta ciudad. Las mujeres habían presentado el proyecto en 2016 al notar que faltan nombres femeninos en las calles rosarinas. La concejala Daniela León retomó el proyecto que se trasformó en ordenanza este 2021.
“Cuando se probó en el Concejo se cambió de nombre el pasaje 720, pero hoy se realizó de manera oficial el acto”, explicó Silvia haciendo referencia a la carpeta de las historiados con calles con nombres femeninos y recordó que este año decretó el 29 de agosto Día Municipal y Nacional de la Persona Donante de Órganos.
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“Estamos muy contentos, Antonellla tiene una placa en el Heca, ya nos han regalado este homenaje a nuestra hija, la placa está en la oficina de coordinación de trasplantes, pero este reconocimiento es más visible, la idea es que la gente que vaya y transite por esa calle se pueda parar y vivir la vida desde la inocencia de una niña de seis años, con alegría y energía que ella tenía”, dijo su mamá.
El accidente de tránsito
Antonella falleció en 1999 con apenas seis años cuando viajaba en el auto con su mamá y sus tres hermanos: dos más grandes que ella y un bebé de 9 meses en la esquina de Ovidio Lagos y Salta cuando un conductor pasó un semáforo en rojo y ocasionó la tragedia. Después de su muerte llegaron dos hermanitos más. “Silvia señala que era sorprende la manera que tenía Antonella de involucrase con el otro, le llevaba un mate a su papá al taller, esperaba a su hermano con una pelota, porque sabía que era lo que le gustaba, jugaba con Agustina a la maestra porque era lo que a Agustina le gustaba y por eso con 4 años ya sabía leer y escribir, ella se metía en la vida del otro, en lo que el otro necesitaba y esa es la esencia de la donación, atender a la necesidad del otro”, sintetizó Silvia.
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