Los aires acondicionados tipo split, que son los que más se utilizan en viviendas, oficinas y comercios, no renuevan el aire sino que lo reciclan, por lo que en el contexto de la pandemia por coronavirus pueden utilizarse pero en ambientes con ventilación adecuada, recordaron especialistas ante la proximidad del verano.
«Hay aires acondicionados de diferentes tipos, los más comunes que se utilizan en las casas, comercios y oficinas enfrían el aire pero no lo cambian, entonces el aire exhalado va acumulándose porque no ventilan», señaló a Télam el investigador español José Luis Jiménez, profesor de la Universidad de Colorado, Estados Unidos, y referente mundial sobre transmisión por aerosoles del SARS-CoV-2.
Y continuó: «Entonces, el punto es que si se quiere utilizar debe hacerse con la ventana abierta. Ahora bien, esto puede ser costoso si se deja encendido todo el tiempo. Una posibilidad es ir encendiéndolo de a ratos para que enfríe y luego apagar; siempre es importante recordar que hay que hacer la mayor cantidad posible de actividades al aire libre».
Jiménez recordó que «hay un tercer tipo de sistemas de aire acondicionado, que son los sistemas de tubos que hay en los edificios donde hay un tubo que trae el aire a la habitación y otro que se lo lleva».
«Estos sistemas son diferentes porque lo que mueve el aire es un gran ventilador que está normalmente en el techo de los edificios. Para proteger el ventilador y limpiar un poco el aire, estos sistemas suelen tener un filtro; estos filtros retienen parte de los virus», detalló Jiménez.
Y añadió que «es importante que ese filtro sea el mejor posible que el sistema puede permitir, porque lo se hace generalmente es comprar los filtros más baratos que lo único que hacen es proteger el ventilador, tomar las pelusas, etc.».
El investigador describió que «en estos sistemas no siempre se pueden poner los filtros Hepa (High Efficency Particulalate Air) porque ahogan el ventilador, a menos que se hayan construido para que eso, pero hay otros filtros que funcionan bien como los MERV13».
«Otro tema importante es que en estos sistemas generalmente se puede regular cuánto del aire se toma de afuera y cuánto se recircula; lo que hay que hacer es aumentar la proporción de aire que se toma de afuera; esto tiene un costo energético pero es lo mejor en términos sanitarios», señaló.
Jiménez fue uno de los científicos que más evidencia aportó para que se comprendiera que la principal forma de contagio del coronavirus es por los aerosoles que se emiten al hablar o simplemente respirar y no por las gotas grandes que salen al estornudar o toser.
Esta diferencia, que la Organización Mundial de la Salud (OMS) demoró casi un año en reconocer, impidió por varios meses entender la importancia de ventilar los espacios cerrados para evitar que se acumulen los aerosoles emitidos por una persona infectada y que, aún sosteniendo distancia de otras, al quedar suspendidas en el ambiente pueden ingresar por las vías respiratorias y provocar el contagio.
«Los aires acondicionados se pueden utilizar en la medida que se sostenga la ventilación cruzada en los ambientes porque no renuevan el aire sino que recirculan el mismo», señaló por su parte el físico e investigador de Conicet, Jorge Aliaga.
Y continuó: «Para saber cuándo un ambiente se encuentra suficientemente ventilado, es decir, cuándo hay suficiente renovación de aire, se pueden utilizar los medidores de dióxido de carbono (CO2), que es un gas que se emite en la exhalación al respirar y cuya concentración en el exterior es cercana a los 400 ppm (parte por millón)».
En referencia a cuál es la máxima concentración de CO2 para evaluar que un ambiente está ventilado, Aliaga señaló que «lo que se está tomando como recomendación es que no supere las 800 ppm».
Aliaga, ex decano de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires y actual secretario de Planeamiento y Evaluación Institucional de la Universidad Nacional de Hurlingham, indicó que «esta forma de utilizar el aire acondicionado es una recomendación sanitaria, por supuesto que esto genera un mayor consumo de energía por lo que habrá que evaluar si no conviene utilizar otros mecanismos como los ventiladores».
Según las últimas recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), «no deben utilizarse los modos de recirculación» de los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado.
En tanto que se recomienda que para aquellos que permiten la renovación se realicen inspecciones en forma periódica para hacer el mantenimiento pertinente y limpiarlos.