La química Dow había anunciado el cierre de su planta en San Lorenzo, decisión revertida luego de movilizaciones gremiales y fatigosas negociaciones con los gobiernos santafesino y nacional. Ahora, anuncia un nuevo segmento productivo, con impronta ecológica: junto a la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), la multinacional comenzó a elaborar una nueva resina a partir de residuos plásticos reciclados de silobolsas. Lo anunciaron como un aporte a economía circular, que aprovecha los desechos para nuevos usos y reduce contaminación del ambiente. No se fabricará en el complejo que iba a clausurar, sino en Cañada de Gómez.
La compañía vuelve a cobrar así protagonismo tras retirar el anuncio de cierre en la ciudad santafesina y reiterar ante el Gobierno nacional su «compromiso con el país».
El material que se producirá es elaborado en la planta que la Asociación de Cooperativas Argentinas posee en Cañada de Gómez, y abastecerá al mercado local y regional. La Argentina es el mayor fabricante mundial de silobolsas, que tienen una vida útil de hasta dos años y después se incineran o entierran, generando un problema ambiental de gran proporción: entre 7 mil y 10 mil toneladas de plástico se desechan cada año a causa de ese método de almacenamiento adoptado masivamente por los productores agrarios por su bajo costo.
La resina es parte de los compromisos que Dow declama para fomentar el reciclaje mecánico, lo que ayuda, dice la empresa, a cerrar las brechas para completar de manera sustentable el ciclo de los plásticos.
“La experiencia en ciencia de materiales y las capacidades para el desarrollo de aplicaciones de Dow en combinación con la tecnología y la experiencia de ACA para recuperación de material post consumo permiten procesar el material para obtener una resina de alto valor”, señaló Martín Bianchi, gerente de sustentabilidad de Dow para la región sur de América Latina.
A principios de agosto de este año, Dow comunicó su decisión de cerrar la planta de Puerto San Martín, quedándose sólo con la que tiene en la localidad bonaerense de Bahía Blanca.
Dos meses más tarde, la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC) ordenó a Dow no innovar, no alterar ni modificar los activos productivos de San Lorenzo, en el marco de una investigación abierta por presunto abuso de posición dominante por parte de la firma.
Una semana después, el presidente de la petroquímica, Javier Constante, comunicó la decisión de mantener activa la planta de Santa Fe, tras un encuentro que mantuvo con el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y el gobernador de esa provincia, Omar Perotti, y reafirmó «el compromiso de la empresa con la Argentina».
El nuevo acuerdo de Dow con ACA “está en línea con las nuevas metas de sustentabilidad recientemente anunciadas por la petroquímica para 2030”, informó la empresa.
Mediante este nuevo compromiso “y otras acciones directas o a través de alianzas, Dow ayudará a eliminar un millón de toneladas de plásticos del medioambiente”, sigue el texto de la firma, en el que se posiciona como referente del cuidado ambiental: “La implementación exitosa de una economía circular sólo será posible a través de la colaboración entre la industria, los consumidores, las ONG y el Gobierno”.
El problema de las silobolsas
El campo tiene una problemática propia en la disposición de residuos sólidos y contaminación de tierras por el uso de plásticos en la elaboración de silobolsas.
Es el principal modo de almacenamiento de granos y forrajes por ser de bajo costo y seguro. La contracara es que, también, es el principal desecho plástico generado por el sector.
La Argentina es hoy el mayor productor mundial de silobolsas. Por año, se descartan entre 7.000 y 10.000 toneladas de este material de los tubos para almacenar cereal, compuestos por entre tres y cinco capas de plástico y con un largo que va de 60 a 75 metros, por casi tres de alto.
Se trata de almacenamientos de un solo uso, porque el mecanismo de extracción de los granos es considerado destructivo. Su vida útil promedio es de hasta dos años. Luego, son incinerados o enterrados.
Dow no es la única en su intento de reciclar las silobolsas. Hay varias empresas en el país que intentan el recupero para reutilizar el material en la fabricación de bolsas de residuos o construcción de baldes y films de polietileno para uso aislante. Incluso, hay proyectos destinados a la industria textil.