Amor sin barreras, la nueva versión cinematográfica del clásico film dramático y musical del mismo nombre dirigido por Robert Wise y Jerome Robbins en 1961, está disponible desde este jueves en las pantallas de los complejos de cine locales como del resto del mundo, de la mano del reconocido cineasta estadounidense Steven Spielberg.
Con guion del galardonado dramaturgo Tony Kushner, quien ya había trabajado con Spielberg en Munich (2005) y Lincoln (2012), esta remake cuenta con las actuaciones de Ansel Elgort (Baby: El aprendiz del crimen) y la debutante Rachel Zegler en los roles de Tony y María, los personajes principales de esta historia de rivalidades y amor juvenil que por estos días estará e cartel los complejos rosarinos Showcase, Hoyts, Cinépolis, Monumental y Del Centro, de cara al comienzo de la temporada de premios que arranca con las nominaciones a los Globo de Oro en los próximos días dado que se entregan la primera semana de enero.
Las idas y vueltas de la dupla enlazadas a través de canciones y bailes sucede en la Nueva York de 1957, donde los protagonistas quedan envueltos en una serie de problemas cuando se enamoran perdidamente a pesar de pertenecer respectivamente a los Sharks y los Jets, dos pandillas callejeras cruzadas por una fuerte enemistad, como pasa en clásico Romeo y Julieta, que dio origen a esta historia, entre Montescos y Capuletos.
Ariana DeBose (Hamilton) es la joven actriz que toma el antiguo personaje de Moreno en esta ocasión, acompañada en el elenco por David Álvarez (American Rust), Mike Faist (Panic), Ana Isabelle (Strangers), Corey Stoll (Billions) y Brian d’Arcy James (El primer hombre en la Luna), entre otros y otras.
Además, la nueva superproducción de Spielberg, quien había comentado públicamente su interés por llevar otra vez al cine esta historia en 2014, apuesta al impacto visual con un equipo de creativos que incluye al ganador de un premio Tony Justin Peck a cargo de las coreografías, y al venezolano Gustavo Dudamel, conocido por ser el director de la Orquesta Filarmónica de Los Ángeles, como responsable de la imponente banda sonora.
La primera adaptación cinematográfica de Amor sin barreras, que tenía a los recordados Natalie Wood y Richard Beymer en los papeles de María y Tony, se convirtió en un éxito rotundo tras su estreno y se alzó con diez estatuillas de las once a las que fue nominada en el marco de los galardones de la Academia de Hollywood, entre ellas se quedó con el Oscar a la mejor película, en lo que aún es un récord para un largometraje musical.
El nuevo film está basado a su vez en la obra musical del mismo nombre (West Side Story), inspirada en la referida Romeo y Julieta y escrita por Arthur Laurents, con letras de Stephen Sondheim y música de Leonard Bernstein, cuyo trabajo fue tomado en el proyecto de Spielberg por el compositor David Newman (Anastasia) que debutó en Broadway en 1957.
Apostar a un clásico
Hollywood tenía una tarea pendiente con Amor sin barreras. El musical sobre la experiencia de los boricuas en Nueva York apenas contaba con intérpretes puertorriqueños en su primera adaptación al cine, algo que Steven Spielberg se propuso enmendar en la nueva versión estrenada este jueves.
“Es la primera producción de Amor sin barreras que cuenta con un reparto completamente latino. Era algo que necesitaba corregirse”, expresó el director en declaraciones a la prensa internacional.
Desde que se anunció el proyecto hace unos años, Spielberg era consciente de la expectación que suponía llevar uno de los grandes musicales de Broadway de nuevo a la gran pantalla.
“Nunca veo mis películas. Es raro, pero no lo hago. Las ruedo y paso a otra cosa. Sin embargo, esta vez durante la premiere me senté junto a mi esposa y disfruté de cada segundo», expresó. “Y creo que hemos hecho las cosas bien», añadió.
Las primeras reacciones al film aplauden el resultado del veterano cineasta ante un desafío doble: se trataba de su primer musical y además de una historia articulada en torno al racismo en un momento en el que las sensibilidades están a flor de piel.
A pesar de que la película de 1961 es una de las más laureadas, el tiempo la convirtió en uno de los ejemplos más esclarecedores de los problemas de representación que arrastraba Hollywood.
Natalie Wood, de origen ruso, tomó el papel de María; George Chakiris, de origen griego, dio vida a Bernado, y la mayor parte de los personajes puertorriqueños estaban encarnados por actores blancos con maquillaje marrón.
En cambio, la única puertorriqueña destacada del reparto, la referida estrella de los musicales Rita Moreno, fue maquillada con un tono mucho más oscuro que el suyo para exagerar su condición caribeña.
«No es una corrección que se deba a esta nueva era «woke» (término que se refiere a la cultura de la cancelación en Estados Unidos). Estábamos en deuda con el pueblo de Puerto Rico», relató Spielberg.
Fue así que el director creó un papel específico para Rita Moreno y contó con ella como productora ejecutiva para que corrigiera los elementos del guión que no representaran la experiencia de los inmigrantes hispanos en Estados Unidos.
Como resultado, y junto al referido guionista Tony Kushner, el equipo potenció el acento latino de la historia hasta el punto de que su versión original cuenta con varios minutos de diálogo que transcurren en español y sin subtítulos.
“El español es el segundo idioma de Estados Unidos así que pensé que habría sido irrespetuoso subtitularlo, porque tiene que convivir con el inglés y sin ningún apoyo”, subrayó Spielberg.
De hecho, la fuerte presencia del español fue uno de los detalles que más llamó la atención durante la premiere de la película celebrada en Nueva York. Spielberg explicó que su objetivo es que durante las proyecciones se congreguen espectadores hispanohablantes y angloparlantes, y estos “escuchen risas de grupos que entienden ciertas cosas en español”.
A pesar de los cambios descritos sobre el papel, la trama del nuevo film permanece fiel al musical que escribieron y compusieron Leonard Bernstein, Arthur Laurents y el recientemente fallecido Stephen Sondheim. Rachel Zegler, de origen colombiano, debuta en el cine con una interpretación algo más astuta de la cándida María mientras que Ansel Elgort entrega a un delicado Tony. Entre el resto del reparto, brillan Ariana DeBose como una Anita “prieta” (afrolatina) y David Álvarez metido en el personaje de un Bernardo desencantado con el “sueño americano”.
Los dos intérpretes logran una enorme complicidad en “América”, uno de los números musicales que más aplausos está recibiendo entre la crítica especializada.
“Usé la partitura original del musical de Broadway de 1957. Pasé semanas con los auriculares haciendo guiones de todos los números”, recordó Spielberg. Y completó: “Hemos vuelto a rodar la película para una nueva generación”.