“Indiferencia es complicidad”. La Multisectorial Humedales Rosario, junto a la Multisectorial Paren de Fumigarnos y otras organizaciones ambientalistas, sindicales, políticas y sociales plantaron nuevamente un movilización con corte del puente Rosario-Victoria para reclamar la aprobación de la ley de Humedales y repudiar las quemas en el Alto Delta, que en las últimas semanas de diciembre y los primeros días de enero, hasta las lluvias, devastaron otras 600 mil hectáreas con fuego intencional. La convocatoria, además de enforcar demandas y expresar recelo a los tres Poderes por no poner el cuerpo para frenar el ecocidio, apuntaron también contra la zonificación minera en Chubut, un escándalo legislativo que se cometió en medio de una fuerte represión a manifestaciones, y contra la exploración petrolera en aguas profundas del mar Argentino, por lo cual uno de los reclamos es la renuncia del ministro de Ambiente de la Nación, Juan Cabandié.
La protesta de este sábado, la primera del año de la Multisectorial Humedales, se inició a media tarde con una caravana desde bajada Puccio y la costa del Paraná hacia la cabecera del puente.
Una vez allí, los manifestantes desplegaron sus banderas y le informaron a Gendarmería que iban a cortar el tránsito de una de las manos. Pero tras una hora de corte, en asamblea se decidió extender el corte e interrumpir todo el tráfico.
Las banderas denotaban un acompañamiento gremial y político a las Multisectoriales: estaban presentes miembros de la coordinadora Sindicatos por el Ambiente Rosario, que incluye a los gremios de Prensa, Jaboneros, Amsafé, Siprus, ATE, Aceiteros, La Bancaria, Coad y Municipales, entre otros, y también acompañaron la Tribuna Ambiental del Partido Obrero, el Partido de los Trabajadores Socialistas y otras agrupaciones del Frente de Izquierda, entre más organizaciones.
Cerca de las 20, mientras sobre la calzada del puente una asamblea discutía los pasos a seguir, ya había consenso para dos cosas: la primera era que la protesta no se iba a extender más de las 20.30, y la segunda es reclamar abiertamente la renuncia del ministro ambiental nacional. “Ya lo estábamos debatiendo antes, por la inacción que venía teniendo frente a las quemas”, graficó uno de los integrantes de Paren de Fumigarnos y a la par de la Multisectorial Humedales, presente en el debate.
De igual modo, las broncas también se dirigían al Ejecutivo del presidente Alberto Fernández por dejar caer el proyecto de ley de Humedales, que hasta ahora trató sólo una comisión de Diputados –la de Ambiente– y le faltaban tres –Agricultura y Ganadería, Intereses Marítimos, Fluviales, Pesqueros y Portuarios, y Presupuesto y Hacienda– donde la iniciativa durmió hasta perder estado parlamentario. Así seguirá, a menos que el jefe del Estado la incluya en el temario para sesiones extraordinarias, que tendrán fecha posiblemente en febrero.
Y la inquina también es con el Poder Judicial, en particular con la Justicia federal de Paraná, hacia donde fluyen las denuncias por las quemas y también por intervenciones que avanzan en convertir el Humedal en un medio rural interrumpiendo con terraplenes cursos de agua y secándolos, fumigando e implantando otro tipo de vegetación, y talando monte nativo. Todo eso está prohibido en la documentación judicial, pero se ordenan despliegues para garantizar que se cumpla.
En las últimas quemas, de hecho, no funcionaron los Faros de Conservación, la iniciativa oficial para proteger la zona, y de nuevo debieron fluir costosos recursos del Sistema Nacional de Manejo del Fuego, como un helicóptero hidrante, y sus brigadistas, que poco pudieron hacer, pese a sus esfuerzos, hasta que llegaron las lluvias de los últimos días de diciembre y los primeros de enero.