El abogado defensor del autor del disparo que acabó con la vida de un estudiante de nacionalidad colombiana en la ciudad de Frontera, en el Departamento Castellanos, sostuvo que el accionar del gatillo fue “accidental” y que al momento de ocurrir el hecho su defendido huyó por temor ante el trágico desenlace.
Ezequiel Gramoy es el abogado de un joven identificado como Alexis Azula, de 20 años. Ambos se presentaron este martes de manera espontánea en la comisaría 6ª de Frontera para aportar su versión del trágico suceso que acabó con la vida del colombiano Ramiro Andrés Arsayuz Zuleta, quien tenía 28 y era estudiante de la Facultad Regional Tecnológica de San Francisco, en Córdoba.
“Mi defendido se presentó en forma espontánea en la comisaría de Frontera; quedó a disposición de la Justicia y aclaró que lo ocurrido fue un accidente. Eran muy amigos de años (con Zuleta) y producto de una mala manipulación de un arma pasó lo que pasó”, explicó el abogado al diario El Periódico.
Horas después, el joven quedó a disposición de la fiscal Ángela Capitanio, quien ordenó su traslado a la Alcaidía de Rafaela.
De acuerdo con la versión dada por el abogado defensor, el presunto homicida se mostró compungido por lo sucedido ya que se declaró amigo de la víctima y «no sabía que el arma estaba cargada cuando se disparó».
El cuerpo de Arsayuz Zuleta fue encontrado el último domingo por la madrugada con un tiro en la cabeza, en un domicilio de calle 100 al 600 de Frontera. Se presume que el disparo fue efectuado con un revólver calibre 22, el cual todavía no fue hallado.
El joven era oriundo del municipio colombiano de Miranda y trascendió en 2018 Zuleta había quedado involucrado en una balacera en la localidad de Josefina (departamento Castellanos) y, según voceros del caso, se le secuestró un arma de fuego de grueso calibre. Fue condenado a una pena condicional aunque la Cámara Penal aumentó la sanción a tres años y medio de cárcel por el hecho. La sentencia no estaba firme ya que la defensa de Arsayuz Zuleta llevó el caso hasta la Corte Suprema.
A la llegada de la Policía, en la casa de calle al 100 al 600 había otras dos personas. Una joven que resultó ser la pareja de la víctima y un hombre que al ser requisado se constató que tenía en su ropa interior una bolsa con al menos 130 envoltorios con lo que se presume eran dosis de cocaína, deslizó una fuente del caso.
Al ser consultado Gramoy sobre por qué su defendido decidió irse del lugar ante lo ocurrido, respondió: “Se va del lugar producto del temor propio de una situación. Ni bien comprendió la situación, lo primero que se hizo fue ponerse a disposición de la Justicia para aclarar el tema y contar que fue un accidente”.
“Mi cliente está apenado por lo sucedido. Comenta que manipulaban un arma pensando que estaba descargada, pero accidentalmente se dispara y ocasiona la muerte de Zuleta. Esto es lo que trataremos de demostrar con los testigos”, agregó Gramoy.
A priori, la causa está caratulada como homicidio calificado por el uso de arma de fuego. “Esperamos que la fiscal lo impute como presunto autor de homicidio culposo y no de homicidio agravado», se esperanzó del abogado, quien agregó desconocer por qué manipulaban un arma de fuego, pero insistió en que “no había nada raro entre ellos”, según publicó La Voz de San Justo.
“Esperamos tener las dos audiencias, pasada la primera tendremos acceso al legajo y después tomaremos las entrevistas necesarias”, adelantó el abogado.
