Un grupo interdisciplinario de profesionales nucleados en el colectivo “Ciencia Rosarina” logró demostrar la alta efectividad de las vacunas para prevenir los contagios de coronavirus. Se trata de la primera investigación local realizada en base a datos oficiales de la provincia de Santa Fe durante el primer semestre del 2021. “Todo el tiempo hablamos de la eficacia de las vacunas pero mayoritariamente con estudios y publicaciones de otros puntos del planeta”, señaló el Dr. Lucas de Candia en diálogo con El Ciudadano.
El trabajo utilizó información del Registro Federal de Vacunación Nominalizado y los casos confirmados en la provincia que van desde el 1 de enero hasta el 30 junio del año pasado. Los investigadores lograron identificar 494 pares de casos positivos de Covid en un mismo domicilio con fecha de inicio de síntomas en un período de 2 a 14 días, en donde una de las personas había recibido al menos una vacuna y la otra ninguna.
“Lo que encontramos fue muy contundente: la persona vacunada con una dosis, y mucho más, la persona vacunada con dos dosis, fue mucho menos frecuente que sea el primer caso en un domicilio”, explicó de Candia para sintetizar los resultados del estudio. En esta línea, el médico remarcó: “Esto nos dice que las vacunas sirven para disminuir la letalidad, para reducir el riesgo de complicaciones y de muertes, pero también sirvieron para disminuir el riesgo de contagio”.
El artículo original con los detalles metodológicos fue publicado recientemente por la Revista Argentina de Salud Pública que depende del Ministerio de Salud de la Nación, y tiene como particularidad que dentro del tiempo analizado contiene a la segunda ola de contagios que se produjo entre mayo y junio del 2021 con un aumento considerable de positivos e internaciones. También fueron incluidas todas las vacunas que estaba disponibles en ese momento: Sputnik, Astrazeneca y Sinopharm.
“Las vacunas para prevenir infección y transmisión son menos eficaces que para prevenir complicaciones y muertes. Eso es con todas las vacunas y en todo el mundo es así. Al tener inmunidad una persona que está vacunada tiene en su sistema inmune una memoria, sus linfocitos b, sus linfocitos t, reconocen al virus y reaccionan más rápidamente ante una exposición”, detalló el médico.
El problema de los no vacunados
Aunque la Argentina tiene una tasa de vacunación que llega al 73% de la población con el esquema completo, y más de 5 millones que ya recibieron la dosis de refuerzo, el problema de los no vacunados representa un desafío mayúsculo para los gobiernos de todo el mundo. Las campañas mediáticas que buscan horadar el prestigio de algunos laboratorios por sus países de origen, tal es el caso de Rusia y China, o las noticias falsas sobre los efectos secundarios de la vacunación que se viralizan en las redes sociales, constituyen el pilar de la batalla que encabeza el mundo de la ciencia en la actualidad.
En relación al fuerte nivel de aceptación que tuvieron las vacunas, Lucas apela a la historia de la salud pública como un derecho que existe en nuestro país: “Me parece que esa historia tiene mucho peso, y a pesar del ruido mediático y de las fake news, mayoritariamente la gente fue a colocarse la vacuna. Eso es un punto positivo y es lo que hoy está haciendo que esta tremenda ola de casos que tenemos con ómicron y delta no se traslade a una enorme cantidad de hospitalizaciones y muerte”.
Sobre las personas que deciden no vacunarse, el investigador pidió no estigmatizar a quienes manifiesten dudas o temores: “Yo entiendo que una persona que no conoce demasiado sobre el tema vacunas prende el televisor y escucha que la Sputnik es un veneno, que Sinopharm no tiene garantías, o que Astrazeneca produce trombos y es más el riesgo que el beneficio. Esas cosas que se dijeron las más de las veces son burradas, cosas muy nefastas y pueden confundir”.
Frente a este panorama, el médico propuso desarticular esas posturas con argumentos sólidos basados en investigaciones científicas: “Hay que convencerlas y ofrecerles información válida, argumentos sólidos para que acepten la vacuna, porque realmente hemos tenido mucha suerte y las vacunas que tenemos son muy buenas. Sobran argumentos y sobra información científica para recomendar a todo el mundo que vaya y se vacune. El perfil de seguridad de las vacunas es muy, muy bueno. No hay argumentos técnicos contundentes para sembrar dudas”.
El joven también reparó en la utilización política de la pandemia que hicieron algunos sectores de la oposición con el objetivo de pegarle al oficialismo: “El ejemplo más obvio es esta competencia tonta y sin sentido que han querido agendar entre Pfizer y Sputnik, no tiene sentido, son todas vacunas muy buenas y festejemos que tengamos una u otra. Hay que agarrarlas y aprovecharlas porque nos sirvieron durante todo este tiempo para evitar una enorme cantidad de muertes”.
En cuanto al pase sanitario vigente desde principios de año, considera que “puede ser un instrumento facilitador de la vacunación”, aunque entiende que la medida debe ser transitoria y articulada con otras acciones. “De la mano de restringir el acceso a un teatro, o a un shopping, al mismo tiempo tiene que haber una política activa para invitar a la discusión y argumentar por qué estamos recomendando que te vacunes”.
Ciencia Rosarina para combatir la desinformación
El espacio Ciencia Rosarina se constituyó en febrero del 2021 con el objetivo de aportar una mirada interdisciplinaria a la pandemia: “La idea es ampliar la mirada con diferentes disciplinas que nos permitan entender el problema en sus múltiples dimensiones y poder construir algunas respuestas”, explicó Lucas. El equipo está integrado por profesionales de la medicina, biotecnología, ingeniería, arquitectura, estadística, psicología y ciencias biológicas. A través de sus redes sociales comparten periódicamente información chequeada y actualizada sobre el coronavirus para combatir la desinformación.