En las últimas horas organizaciones de derechos humanos y del activismo de drogas de Argentina emitieron una serie de comunicados pidiendo a quienes consumen tener cuidado al acceder a distintas sustancias luego de la muerte de 20 personas que habrían ingerido cocaína adulterada en Buenos Aires. También apuntaron a las políticas estatales y la legislación con la que persiguen a quienes consumen empujándoles a circuitos sin regulación y control. En diálogo con El Ciudadano, la directora del Centro de Estudios Avanzados en Drogadependencias y Sida (Ceads) de la UNR, Silvia Inchaurraga, opinó: “Cada muerte por consumo de droga adulterada ilustra los daños del prohibicionismo”.
En blanco
Inchaurraga también integra la Asociación de Reducción de Daños de la Argentina (Arda), una de las tantas organizaciones y espacios de atención por consumos problemáticos que se expresaron en las últimas 24 horas por el caso de personas afectadas por dosis de cocaína adulterada en Buenos Aires. “Por la prohibición existe una falta de control de las sustancias y una realidad asociada a la clandestinidad donde las personas se exponen a muchos riesgos”, dijo y completó: “Ocurre aún más en escenarios donde la política del Estado no es de cuidado y acompañamiento sino de persecución y penalización de quienes consumen droga”.
De acuerdo con Inchaurraga, la adulteración de drogas de venta ilegal no es nueva en Argentina. Sus antecedentes más cercanos pueden encontrarse en la modificación de drogas de diseño como el éxtasis. Por eso fue que entre 2000 y 2010 la asociación Arda se instaló en algunas fiestas electrónicas como las “Camel” y las “Evolution” en la localidad de Pérez. Pusieron carpas en los ingresos y entregaron agua y material de divulgación sobre los efectos y también algunas recomendaciones de qué mezclar y qué no.
En ese contexto, también ofrecieron testear las pastillas que iban a consumir quienes ingresaban al predio, una experiencia que se reeditó en enero en Mar Del Plata. El análisis permite detectar una falsificación y si hay riesgo en su consumo. Además, levanta una alerta que pasa de boca en boca de los consumidores para evitar un producto, un mecanismo ya instaurado en distintos países.
En 2016, y luego de la fiesta Time Warp donde fallecieron 5 personas tras consumir una droga de diseño apodada Superman, el Concejo Municipal aprobó una ordenanza para armar una experiencia piloto de reducción de daños junto al Centro de Estudios Avanzados en Drogadependencias y Sida (Ceads) de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). Parte del plan, al menos inicialmente, era testear drogas en los ingresos de las fiestas, algo que no llegó a ser aplicado. En cambio, se realizaron una serie de fiestas electrónicas con espacios de hidratación, alimentación saludable e información sobre reducción de daños.
Recomendaciones
Desde Arda pidieron extremar cuidados a la hora de consumir cocaína insistiendo en las recomendaciones habituales: higienizarse las manos, el espacio y los utensilios de consumo, y no compartir canutos, entre otras. Escribieron este jueves en un comunicado: “Es importante tener a mano contactos de emergencias médicas; no consumir si compraron a alguna persona que no era la habitual o si ofrece una sustancia nueva; y probar una pequeña cantidad de la sustancia y esperar a sentir sus efectos antes de repetir la dosis”.
Lo anterior es información que puede catalogarse como de reducción de daños. “Hoy vivimos en una política de reducción de daños muy pobre donde las personas no saben qué consume y cómo hacerlo de forma responsable”, opinó Inchaurraga, quien insistió en la recomendación de buscar un servicio de salud si las personas se sienten mal luego de consumir. “Pedir ayuda a tiempo puede hacer la diferencia entre la vida y la muerte”, completó.
Según la directora del Ceads, es fundamental volver a debatir las políticas públicas que empujan a las personas a consumir con altos riesgos. “Si el Estado sigue siendo abstencionista, punitivo y no acompaña el cóctel es explosivo. Quien consume no va al centro de salud y está lejos de las redes de cuidado. Quedan a merced de los circuitos donde se lucra con productos que pueden dañar”, concluyó.
Una mano
En caso de que el consumo de drogas sea problemático existen distintos espacios de atención. Además de las opciones de gestión no estatal, están los 744 centros de salud públicos que deben, por la ley de salud mental y adicciones, atender a todas las personas sin discriminación alguna. Si conocés a alguien que necesita contención en consumos problemáticos podés contactarte con La Estación, un espacio de gestión municipal donde analizan y ofrecen alternativas de tratamiento, incluso a quienes tienen cobertura de salud. El número de teléfono es 4-808797 y trabajan en Gálvez 867 de lunes a viernes de 9 a 17.
Además, la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina (Sedronar) mantiene el 141, un servicio telefónico que cuenta con profesionales las 24 horas para asesorar. También pueden escribir al cinterior@sedronar.gov.ar
Más recientemente el Ministerio de Desarrollo Social, a través de la Agencia de Prevención del Consumo de Drogas y Tratamiento Integral de las Adicciones (Aprecod), habilitó una línea gratuita para atender consultas relacionadas con consumos problemáticos de sustancias. Se trata del 0800 345 5640.